Última actualización: 26 de febrero de 2015
Hay situaciones en la vida que todos en un momento u otro nos vemos “obligados” a vivir. Decepciones con amigos, sufrimientos del primer amor, infidelidad, mentiras, pérdida del trabajo. Todas estas circunstancias, que son potencialmente negativas, pueden tener un lado positivo si aprendemos a aprender las lecciones correctas, de modo que estemos listos y preparados si nos encontramos reviviéndolas. Sin embargo, hay muchas personas que no pueden salir del túnel. ¿Estás en esta situación? En este artículo te daremos algunos sencillos consejos que pueden ayudarte a superar los momentos emocionalmente negativos que estás atravesando en tu vida..
La autocompasión no lleva a ninguna parte
Imagina por un momento que estás distanciado de tu pareja o que has perdido tu trabajo. Al principio, es normal culpar al otro por sentirse mejor. Sin embargo, es claro que de nada sirve quejarse de lo sucedido y ni siquiera cubrir permanentemente el papel de víctima. La autocrítica puede ser de gran ayuda en estos momentos, comprender lo que hiciste mal para corregir tus errores y no repetirlos en el futuro.. Mucha gente debería hacerse estas preguntas: “¿Qué he hecho mal? ¿En qué puedo mejorar?”.
De esta forma, podrás tener una visión completa de tu problema y te será más fácil superarlo o encontrar una solución de la forma más rápida e indolora posible.
¿Estás abierto al cambio?
Hay personas que tienen cierta predilección por los momentos pasados sobre los presentes o futuros. Por lo general, se convierten en personas que añoran los viejos tiempos con cierta frecuencia. Y muchas veces, junto al pasado, también quieren cosas superficiales que están condenadas a desaparecer con el simple paso del tiempo.. Pero, ¿qué sucede cuando estas cosas se han ido? Que los momentos de tristeza son más comunes que los de alegría.
Esto sucede cuando dos personas se separan y una de ellas le dice a la otra: “Ya no siento lo que sentía antes”, “Ya no hay la misma pasión de antes…”. No todo permanece inmutable en el pasado y luego continúa en el presente. A veces hay que aceptar los nuevos cambios tal y como vienen y saber adaptarse a las situaciones, como camaleones. Si esto no se logra, habrá otras oportunidades para hacerlo.
En última instancia, el cambio es una cosa en la vida de todos nosotros y si aprendemos a adaptarnos, quizás nos sintamos más fuertes, tanto física como emocionalmente. El pensamiento budista profundiza en el concepto de cambio y lo convierte en una de sus “cuatro nobles verdades absolutas”.
El budismo afirma que para ser feliz uno no debe ser esclavo del "apego". Es decir, no siempre podemos echar de menos aquellos sentimientos o experiencias que nos han hecho felices en el pasado. Si simplemente podemos recordar los momentos pasados como una etapa finalizada en nuestra vida, será mucho más fácil ser feliz y abrir nuevas puertas a mejores experiencias..
Imagen cortesía de Rasmustein.