Última actualización: 21 de abril de 2017
La infidelidad es un tema controvertido y doloroso. Aunque ella inmensa mayoría de la población cree que es posible ser fiel a la misma pareja de por vidaparadójicamente, el 65% considera factible estar enamorado de dos personas a la vez. Además, este porcentaje es mayor entre los hombres.
Muchos se preguntarán si la monogamia ha fracasado, aunque desde un punto de vista evolutivo podemos decir que no. Mirando a los primates más cercanos a nosotros que no forman parejas estables, encontramos 150.000 chimpancés y unos 50.000 gorilas frente a casi 7.000 millones de humanos. El éxito de la pareja como estrategia reproductiva es indiscutible.
El prestigioso antropólogo Owen Lovejoy, de la Universidad Estatal de Kent en Ohio, describe un fascinante fenómeno propio del ser humano: la monogamia serial. Se basa en un cambio de pareja después de un tiempo considerable. El antropólogo admite que nuestro comportamiento conyugal es producto de la cultura, pero advierte que sin embargo, existe en nosotros una inclinación natural a formar parejas.
Recordemos que todo comportamiento humano, incluida la fidelidad, tiene tres esferas: la biológica, la psicológica y la social. Por tanto, aunque puede existir una propensión genética a la infidelidad -el alelo 334 que maneja la vasopresina, denominado gen de la infidelidad-, en última instancia factores sociales y psicológicos pueden favorecer o impedir una traición.
¿Por qué somos infieles?
En la sociedad sigue predominando la idea del amor romántico. Lo cierto es que vivimos muchos más años que antes y esto provoca que en nuestra vida se produzcan un mayor número de cambios que en épocas pasadas. Sigue existiendo una tendencia a la monogamia, pero cada vez más escindida y menos duradera por el aumento de las relaciones extramatrimoniales.
Según un estudio realizado por el Institut Clínic de Sexologia de Barcelona, a partir del quinto año en la pareja la rutina se hace cargo y es entonces cuando se producen más infidelidades. Es importante subrayar que no hay perfil más propenso a ser adúltero, la infidelidad reúne perfiles muy diferentes.
Dentro de la categoría de la infidelidad, la fantasía no estaría entre las formas de engañar a nuestra pareja. Según el director del Institut Clínic de Sexologia de Barcelona, la infidelidad se produce cuando existen conductas que involucran a otras personas distintas de la pareja, como sucede, por ejemplo, al intercambiar mensajes eróticos con una tercera persona.
Las mujeres tienden a ser infieles cuando no están contentas con la relación. o si tienen poca compatibilidad sexual con su pareja. Para los hombres, sin embargo, suele ser bastante diferente, la infidelidad está ligada a su propensión a excitarse si se encuentran en una situación estimulante.
Es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días
¿Por qué las relaciones con los amantes son más intensas? La respuesta está en el hecho de que las relaciones con los amantes pueden convertirnos en personas poco razonables y de ahí deriva toda una fluctuación de emociones y sentimientos inconmensurables y fuera de control.
La frustración, los celos, el constante sentimiento de pérdida del amante., junto con vínculos muy fuertes y arraigados, nos conducen a un estado de alteración permanente. Por eso, las relaciones extramatrimoniales parecen más intensas y verdaderas que las de pareja. De alguna manera, recuerdan la futilidad y la emoción superficial típica del amor adolescente.
Las relaciones extramatrimoniales suelen ser ya más intensas que las de pareja, esto se debe a que es fácil intensificar algo por unas horas más que para toda la vida. Las relaciones de pareja “no oficiales” han venido para quedarse y son, prácticamente, paralelas a la historia de la humanidad. Sin embargo, por muy agradables que puedan parecer a corto plazo, a largo plazo a menudo suponen un problema para las tres personas directamente implicadas.