Última actualización: 16 agosto 2017
A veces una historia logra tocar nuestra alma mucho más profundamente que cualquier otra forma de reflexión. Hoy te ofrecemos un antiguo cuento africano que habla de cuando en la vida las acciones parecen ir de un lado y el corazón del otro, sin poder encontrarse. La historia comienza así.
Habla de un hombre que decidió aventurarse en los inhóspitos territorios de África, acompañada únicamente por sus portadores. Cada uno empuñaba un machete con el que se abrían paso entre la espesa vegetación. Su objetivo era avanzar a toda costa.
"Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva mucho tiempo"
-Gilbert Keith Chesterton-
En presencia de un río, lo vadearon lo más rápido posible. Si subía una cuesta, se daban prisa para no perder ni un minuto. De repente, después de unas pocas horas de caminata, los porteadores se detuvieron, dejando al aventurero perplejo. Él preguntó: “¿Por qué te detuviste? ¿Ya estás cansado después de unas horas de caminar?”.
Entonces uno de los porteadores lo miró y le respondió: “No señor, no estamos cansados. Pero hemos avanzado tan rápido que hemos dejado nuestras almas atrás. Ahora hay que esperar a que nos lleguen”.
Una historia que te empuja a reconectar contigo mismo
Ciertamente a todos les ha pasado sentirse desconectados de sí mismos. Como si el que se levanta de la cama, el que va a trabajar, el que habla, no fuera el de siempre, sino un extraño. Es un sentimiento que surge muchas veces cuando estamos inmersos en una exigente rutina que nos impide encontrar vías de escape.
El secreto es encontrar nuestro centro. Como explica el cuento, esperando que "nuestra alma" vuelva a su lugar. A veces es suficiente hacer una pausa y reflexionar sobre la situación, pero a veces se necesita más.
Cuando hemos perdido el sentimiento de conexión y control sobre nuestra vida, es probable que aparezca la desmotivación. Esto puede convertirse fácilmente en tristeza o ansiedad. En ese punto, todo se vuelve más complicado. Sin embargo, hay una forma sencilla de salir de esta etapa, y solo toma unos minutos al día. Eso es lo que es.
Siéntate un momento en el camino
Tal como lo hacen los portadores del cuento africano, cuando te sientes desconectado de ti mismo, lo mejor es tomar un descanso. Lo más probable es que hayas recorrido el camino con demasiado cuidado. Esto te ha impedido disfrutar del paisaje, pero sobre todo, de interconectar tu alma con el camino.
Lo mejor es identificar un momento de tranquilidad, preferiblemente durante las últimas horas del día. Será tu momento de intimidad contigo mismo y te lo mereces. Relájese y simplemente pregúntese: ¿cómo estuvo su día?? Después de eso, todo lo que tienes que hacer es revisar los eventos vividos durante el día.
No pienses solo en las acciones que has realizado, también piensa en los pensamientos y sentimientos que han tocado tu mente. ¿Cuál fue el primer pensamiento que vino a tu mente tan pronto como te despertaste? ¿Cómo te sentiste cuando te enfrentaste a otras personas, diversas situaciones y a ti mismo? Dedique al menos cinco minutos a esta revisión mental.
Decanta el reflejo y espera tu alma
Al principio, probablemente solo verá una sucesión de actividades y sentimientos mecánicos. Sin embargo, poco a poco, tal como indica el cuento africano, tu alma te alcanzará. Esos cinco minutos representan una fórmula básica para acercarnos a ti, pero son solo el principio, la guía de los primeros pasos.
No hay necesidad de hacer una lista detallada de todo lo que has hecho. Deja que todo lo que pase por tu mente fluya, incluso si es un poco desordenado o caótico.. Más pronto de lo que piensas, verás las huellas de muchas experiencias que habías dejado de lado sin saberlo. Así como aparecerá el eco de esas emociones que has ignorado y esos miedos que habías pasado por alto.
Al hacerlo, tu alma podrá alcanzarte. Al hacerlo, lentamente, podrá encontrar su punto de equilibrio. La recompensa de este pequeño esfuerzo diario es una sensación de mayor tranquilidad y seguridad. Aprenderás a sacar riqueza de cada experiencia y aumentarás el conocimiento de ti mismo. Más importante aún, descubrirá si realmente está viviendo la vida que desea o si es hora de cambiar algo.