¿Esperamos demasiado de nuestra relación de pareja? A pesar de todos los sueños y expectativas, a veces este vínculo nos deja muy poco, un amor que no nos satisface y no nos nutre, lagunas que conducen a la soledad.
Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.
Última actualización: 15 2022 noviembre
Uno de los problemas más comunes en las parejas de hoy son las expectativas no cumplidas. Muchos de nosotros participamos en una relación sin reservas y de corazón abierto. Nos repetimos que es el indicado, que esta vez sí lo es, y que por fin lograremos esa estabilidad emocional para crecer junto a otra persona en un proyecto compartido. Hasta que, poco a poco, asoma el frío de la decepción.
“Es que os hacéis demasiadas ilusiones y no sois realistas” nos siguen repitiendo. “Tenéis demasiadas esperanzas y por esto os desilusionáis”, nos siguen diciendo. Podría ser cierto. Algunas personas tienden a hacerse castillos en el aire y depositan demasiadas esperanzas en una persona que en última instancia aún no conocen.
Sin embargo, si hay algo que debemos tener en cuenta es que tener expectativas está bien y es deseable. Gracias a ellos vemos en el horizonte la más básica de nuestras aspiraciones: ser felices, sentirnos correspondidos, amados y emprender un nuevo camino de vida por el que vale la pena involucrarse a pesar de las dificultades.
Si falta uno de estos aspectos, entra el vacío, la falta de afecto y la sensación distinta de que nos falta algo.
Expectativas incumplidas en la relación de pareja: ¿qué hacer al respecto?
Las expectativas tejen la textura de nuestras relaciones, ya sean de pareja, amistad o familia. En ellos depositamos nuestra confianza en los demás a corto y largo plazo; dejamos claros nuestros anhelos, nuestras esperanzas y los elementos que nos hacen sentir seguros, satisfechos y felices. Como se anticipó, alimentar las expectativas es bueno, así como delinearlas y traerlas de regreso a nuestro horizonte.
El problema surge cuando no llega “lo que espero”, cuando la recompensa esperada no existe en la realidad. Esto puede ocurrir en dos casos. La primera es que las suposiciones sobre el futuro eran enormes e irreales. En otras palabras, nos disparamos en el pie al apuntar a lo imposible.
La otra razón es obvia: las expectativas son adecuadas y posibles, pero la relación no alcanza los estándares mínimos de satisfacción. Porque a veces el desengaño se abre paso como una grieta que cruje bajo nuestros pies. Lo que experimentamos en la vida cotidiana no es lo que esperábamos. El amor está ahí, todavía existe, pero no nos parece suficiente.
¿Duele depositar nuestras expectativas en la relación de pareja?
spesso se dice que se vive mejor dando cabida a lo inesperado. Puede ser cierto. Sin embargo, como seres pensantes, necesitamos tener una percepción mínima de control sobre los eventos que suceden a nuestro alrededor.
Las expectativas son creencias personales, suposiciones sobre el futuro que nos gustaría que se hicieran realidad. También son mecanismos sofisticados que nos permiten predecir o imaginar ciertos aspectos para saber cómo podemos reaccionar.
Aclarado este aspecto, es natural preguntarse si duele poner sus expectativas en una relación de pareja.
No, no es contraproducente establecer algunas expectativas en nuestras mentes sobre cómo nos gustaría que fuera la relación. Estas suposiciones deben ser realistas., adaptarse a la realidad y ser lo más objetivos posible.
Por ejemplo, es normal esperar que no te engañen, como lo es esperar que la relación dure y no termine después de dos meses. Asimismo, es justo esperar recibir apoyo de tu pareja en los días difíciles.
Cómo actuar ante expectativas incumplidas en la relación de pareja
Hay muchas personas que se sienten insatisfechas con su relación de pareja. Se sienten decepcionados y, en algunos casos, incluso traicionados cuando se dan cuenta de que lo que han imaginado no sucede.
Hay amor y sabemos que somos correspondidos, sin embargo hay muchas notas desafinadas en esta partitura de pareja. ¿Qué podemos hacer en estos casos?
- soy realista? En primer lugar, tenemos que pensar. ¿Hemos puesto expectativas poco realistas sobre nuestra relación? Siempre es bueno aclarar el origen de nuestras ideas y necesidades. Si encontramos que muchos son meras ilusiones, y que poco o nada reflejan la realidad, entonces debemos reemplazarlos. Si lo hace, nos ayudará a evitar la frustración y la decepción.
- ¿Tus expectativas coinciden con las mías? Cuando nos sentimos insatisfechos, cuando percibimos que las cosas no van como pensábamos, entonces es momento de parar y hablar; es hora de aclarar lo que esperamos unos de otros. En ocasiones estas conversaciones pueden revelarnos que nuestra pareja tiene objetivos diferentes o que quizás estamos descuidando aspectos importantes.
- ¿Qué estamos haciendo para cumplir con nuestras expectativas? Si la pareja aspira a los mismos objetivos, conviene investigar el grado de implicación de la persona. A veces damos todo por sentado y eso acaba con nuestra relación.
Un viaje para dos en el que pueden convivir expectativas e imprevistos
Las expectativas no cumplidas en la relación de pareja suelen ser motivo de ruptura. Lo que pasa es cuando sentimos que la pareja no nos acompaña en el camino emprendido. El vagón es el mismo y el billete también, pero el destino no coincide. Son situaciones complicadas que todos hemos tenido que afrontar.
Lo ideal es fijarse siempre metas realistas que se adapten a nuestros deseos, que tengan en cuenta nuestras prioridades y nuestros valores (traiciones, incomunicación, mentiras, desapego emocional, etc.).
Una vez establecidas y compartidas estas expectativas, siempre es bueno dejar espacio para lo inesperado, para los inconvenientes que nos permitan descubrirnos a nosotros mismos, afrontar juntos los retos para crecer.
Encontrar pareja, comenzar un nuevo capítulo, no significa estar con una persona que refleja al 100% todas nuestras expectativas. y nuestros deseos. Significa encontrar a alguien cuyo viaje sea complementario al nuestro.