Expón un problema a tu pareja de forma positiva

Expón un problema a tu pareja de forma positiva

Expón un problema a tu pareja de forma positiva

Última actualización: 22 2017 noviembre

Cuando comunicamos un mensaje, muchas veces la forma (como lo decimos) es mucho más importante que el contenido (lo que decimos). Ser capaz de comunicar correctamente lo que queremos decir no es tarea fácil, tenemos que coordinar palabras, gestos, emociones, actitudes, etc. Y cuando recurrimos a nuestra pareja puede parecer aún más difícil. ¿Cómo podemos exponer un problema a nuestra pareja de manera positiva?



La "comunicación" es enteramente una especialidad de la psicología. Hay psicólogos que se dedican a intervenir para mejorar las habilidades comunicativas de las personas a petición de las mismas personas y para entender cómo nos vemos influidos por los medios en nuestro día a día.

Tanto se ha analizado la comunicación que hoy en día un hecho es muy claro: tener buenas habilidades de comunicación es importante en todos los ámbitos de la vida. Pero si hay uno en el que tienen especial incidencia es en el de la vida de pareja.

Saber presentar un problema a tu pareja de forma positiva puede ayudarnos a superar los conflictos y aprender de ellos. entonces veamos Las 8 estrategias más importantes para tener una comunicación positiva con tu pareja.

Las 8 estrategias de comunicación más efectivas para exponer un problema a tu pareja

1. Encontrar el momento adecuado: necesitas privacidad, tranquilidad y la atención de tu pareja

Para poder exponer un problema a tu pareja de forma positiva, tienes que encontrar el momento adecuado. Necesitas tener privacidad, tranquilidad y atención. A menudo solo compartimos una pequeña parte del día, por la tarde/noche, durante la cual hay mil cosas que hacer y el nivel de fatiga es alto. Recordemos que estos momentos no son los mejores para exponer un problema.



Necesitamos evaluar qué tan urgente es el problema para saber si podemos esperar o no. Lo mejor es siempre esperar un momento en que la pareja esté disponible, haya tranquilidad y sin distracciones. No hay nada más desagradable que ser interrumpido al tratar de explicar o entender algo. Por ello, a través del móvil, los niños, la televisión o la música. Trate de obtener el 200% de la atención de su pareja. Y el nuestro también debe estar al mismo nivel.

"Cuando alguien te muestra quiénes son en realidad, créeme"

-Maya Angelou-

2. Presta atención al lenguaje corporal

Al exponer un problema a su pareja, es muy importante que el cuerpo transmita serenidad y no un estado de alteración o defensa. Claramente es normal estar nervioso o incómodo cuando tienes que exponer un problema a tu pareja, por lo que hay que tratar de mantener el control y prestar atención a algunos detalles, tales como: tener una posición de cuerpo abierta, evitar los brazos cruzados, mirar a los ojos sin intimidarlo, trate de no moverse demasiado.

Pararse uno frente al otro y estar juntos, sin nada de por medio, ayudará a crear un clima más positivo. Por ejemplo, sentarse en el sofá y mantener el contacto visual, usando un tono de voz bajo, puede ser mucho más útil que sentarse uno frente al otro en la mesa. Estos pequeños detalles hacen que la comunicación del problema se dé en un ambiente más positivo e íntimo.

3. Sé específico y céntrate en el presente

No drogarse es fundamental a la hora de exponer un problema a tu pareja. El primer paso es aclararnos y saber qué queremos decir y qué queremos lograr al presentar el problema. Antes de hablar, es muy importante saber qué sentimos, qué queremos y qué cambios se deben producir para que el problema deje de existir.



En este sentido, es mejor decir lo que sientes y piensas de forma clara y concisa. No hay necesidad de repetir lo mismo una y otra vez. Tienes que elegir palabras que sean sencillas de entender, explicarte con ejemplos recientes y lo más cercanos posible a la actualidad. El pasado es importante para entender dónde estamos y por qué nos sentimos así, pero cuando surge un problema, debemos centrarnos en lo que está pasando y cómo queremos que cambie la situación.

4. Usando la técnica del sándwich: algo positivo + el problema + algo positivo

La técnica del sándwich es excelente cuando queremos corregir al otro, pero al mismo tiempo queremos reducir el impacto emocional de la crítica.. Tendrás que aprenderlo si quieres exponer un problema a tu pareja. Consiste en envolver el mensaje central con elementos positivos, situándolos antes y después de la comunicación. Por ejemplo: “Sé que trabajas muchas horas, me gusta que lo hagas porque demuestra que te esfuerzas por tu familia, pero creo que podrías colaborar más en las tareas del hogar y seguro que podemos encontrarte la manera”. para hacerlo."

El objetivo de esta técnica es aprovechar el efecto psicológico de primacía y actualidad, lo que explica por qué tendemos a recordar lo que está al principio y al final de un mensaje.. Por eso, poner el problema en el centro del mensaje, empezar y terminar con algo positivo es una fórmula excelente para afrontar el conflicto y hacer que el final sea positivo.

5. Haz de la flexibilidad tu mejor aliada y aprovecha la magia de las palabras

Las palabras que elegimos cuando tenemos que presentar un problema son fundamentales. Para presentar un problema de manera positiva, las palabras deben transmitir flexibilidad, reflejar un deseo o sugerencia, no un ultimátum. Por ejemplo, si usamos la expresión "puedes" en lugar de "debes", es mucho más probable que la otra persona nos escuche sin cerrar.



Comenzar a exponer el problema con palabras como "me gustaría", "necesito", "me haría muy feliz" es mucho mejor que decir "quiero", "debes" o "necesito eso". En realidad, el mensaje es el mismo, pero las palabras pueden hacer magia, haciendo que la otra persona acepte, o incluso se comprometa, a un cambio al que de otro modo se opondría.

6. Muy importante: convencer al compañero de que el problema tiene solución

Si queremos presentar un problema de manera positiva, también debe haber un momento en el que propongamos soluciones. Explicar un problema y no proponer una solución no es una buena idea: no sugerir ninguna forma de resolver la situación equivale a llevar a la pareja a un callejón sin salida. Además, es importante que la solución sea una sugerencia, no una imposición. Se trata de solucionar el problema, no de conseguir que la otra persona haga exactamente lo que queremos.

Antes de exponer un problema a tu pareja, es muy importante hacer una lluvia de ideas y evaluar las posibles soluciones a sugerir. No se trata de explicarle cuál es a nuestro juicio la solución adecuada, pues una solución justa y eficaz debe ser apoyada por ambos miembros de la pareja.. Se trata de sugerir lo que creemos que se puede hacer, si el otro también está de acuerdo. En definitiva, si se trata de un problema que involucra a la pareja como unidad, entonces la responsabilidad del nacimiento, mantenimiento y solución del problema se reparte entre ambos.

"La honestidad hace que las relaciones perduren en el tiempo"

-Lauryn Hill-

7. Convierte las quejas en deseos

Detrás de cada queja hay un deseo, por ejemplo cuando pensamos "¿por qué nunca reconoce mis esfuerzos?" o "siempre llega tarde, no me toma en serio", en realidad el deseo detrás de cada uno de estos pensamientos es "quiero que mi esfuerzo sea reconocido y me haga entender que él toma en consideración lo que hago" y "yo quiero que sea puntual porque para mí es importante”.

Convertir las quejas en deseos es una habilidad, requiere práctica, pero no es imposible. El primer paso es dejar de lado todas las emociones poderosas y desagradables que genera la queja, y pensar en lo que realmente queremos preguntar.

En segundo lugar, es muy importante transmitir el deseo en un lenguaje positivo, que permita al otro actuar en lugar de inmovilizarlo. Esto significa que para exponer un problema a tu pareja de forma positiva, hay que explicarle qué queremos que pase, sin centrarnos en lo que nos molesta (la queja).

8. Dale a tu pareja un momento de reflexión

No exija una respuesta o acción inmediata, deje que su pareja piense en lo que se le ha expuesto. Si no exigimos una respuesta en el momento en que presentamos el problema, liberamos la presión sobre la pareja. Y quitarle la presión a una persona para que tome una decisión es una de las formas más efectivas de convertir el problema en un desafío positivo. Porque le ofrecemos libertad al otro, le dejamos hacer valoraciones sin presiones, le permitimos responder una vez pasado el “shock” de haber tomado conciencia de que algo anda mal.

Pero ten cuidado ... todo momento de reflexión, para que sea efectivo, debe tener una fecha de caducidad. En otras palabras, se debe definir un tiempo máximo. Esto dependerá del momento personal de cada uno, y sobre todo de la urgencia e importancia de la resolución del conflicto. No se trata, sin embargo, de tomarse un tiempo indefinido para pensar, porque en este caso se evita el problema. Y evitar el problema solo conduce a fortalecerlo.

Al tener en cuenta estos conceptos al exponer un problema a su pareja, podemos asegurarnos de que todo se aborde de manera positiva. Esto facilitará aprender del conflicto, conocerse un poco más y fortalecer la unión.

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