Última actualización: 17 octubre, 2017
El miedo puede tener una fuerza enorme y, a veces, es una emoción necesaria. El miedo nos permite saber que hay algo hostil a nuestro alrededor y reaccionar ante ello. Una cebra que no tiene miedo del depredador que la persigue sería una cebra con pocas posibilidades de supervivencia.
A veces, sin embargo, este miedo se convierte en un obstáculo, porque los mecanismos que lo activan están alterados. La ansiedad es una de ellas. Se presenta con una intensa sensación de miedo y preocupación que se inicia ante la presencia de estímulos que en realidad no son amenazas, como en el caso de las fobias.
Arañas, serpientes, ambientes cerrados, alturas… hay infinidad de estímulos ante los que reaccionamos con un miedo irracional. Incluso las relaciones con los demás pueden desencadenar este miedo, dificultad que se conoce como fobia social. Veámoslo con más detalle.
"El miedo es lo que más debes temer"
-Michel de Montaigne-
¿Qué es la fobia social?
La fobia social, o ansiedad social, es un trastorno en el que las personas sufren síntomas de ansiedad intensos cuando se encuentran en situaciones sociales en las que temen irracionalmente sentirse juzgados, humillados o ridiculizados.
Una persona que sufre de fobia social no puede relacionarse con la normalidad ni realizar actividades en grupo, ya sea en el trabajo, en una fiesta o en los deportes. Le cuesta actuar frente a los demás, incluso si es solo hablar por teléfono, pedir la cuenta, comer.
Podemos decir que una persona que sufre de fobia social tiene un fuerte miedo a relacionarse.
Aunque algunas personas piensan que es una forma de timidez, la verdad es que la fobia social es bastante diferente. Una persona tímida siente vergüenza, a veces miedo, pero de una forma muy tenue y esto es normal para la mayoría de las personas. Por otro lado, cuando sufres de fobia social, los síntomas de ansiedad y miedo son desproporcionadamente intensos y debilitantes.
Los síntomas físicos que experimenta una persona con fobia social pueden ser enrojecimiento, sudoración excesiva, malestar y temblor, hasta náuseas, trastornos gastrointestinales, taquicardia y ataques de ansiedad. Además, estos síntomas no se limitan al momento de la interacción social, ya que una de las características de este trastorno es una anticipación exagerada que lleva a la persona en cuestión a vivir en estados de ansiedad incluso semanas antes del evento que debe enfrentar.
El problema, como con otras fobias, es que en muchos casos la ansiedad empuja a la persona a evitar situaciones que le asustan creando un círculo vicioso en el que el principal objetivo es evitar relacionarse.
La fobia social empobrece la vida de quien la padece, le dificulta encontrar trabajo, amigos, pareja y muchas otras experiencias. Siempre que se evita una situación que puede causar ansiedad, el miedo crece y se fortalece. La única forma de superar el miedo es, de hecho, enfrentándolo.
¿Se puede salir del círculo vicioso de la fobia social?
Superar la fobia social es posible, pero como ocurre con otros problemas relacionados con la ansiedad, el camino es largo y requiere fuerza y compromiso. Reconocer y aceptar el problema es el primer paso, luego en la mayoría de los casos será fundamental buscar ayuda profesional.
Aquí hay algunos trucos que pueden ayudarlo a lidiar y manejar la fobia social:
Ser consciente del problema
Saber lo que está pasando es el primer paso para poder trabajar en ello. Sin embargo, es importante tener claro que el problema no somos nosotros, sino que tenemos un problema. Todos vivimos momentos de debilidad y recuperación, de virtud y fragilidad. Todos tenemos derecho a estar nerviosos o a equivocarnos, lo importante es encaminarnos hacia el camino de la recuperación.
Trabajar la autoestima y la autoaceptación es fundamental para superar la fobia social, ya que nos pone en contacto con nuestra esencia y nos permite conocernos a nosotros mismos. Esto hará que sea más fácil aceptar lo que sucede.
Abordar los miedos gradualmente
Pasar a la acción es otro paso vital. Para superar una fobia, tienes que lidiar con lo que te asusta, pero hazlo gradualmente. Podemos empezar a practicar en entornos que no sean demasiado hostiles, como reuniones familiares o con amigos u otros grupos pequeños.
Otra forma de progresar es afrontar pequeños retos. Si comer en público nos da miedo, intentemos llevarnos un tentempié, hasta que un día nos sintamos capaces de sentarnos en el parque y comérnoslo. Si tenemos miedo de intervenir en el aula, apuntémonos a cursos en los que sepamos que hay pocos miembros para ir interactuando poco a poco. Si lo que nos asusta es la confrontación de opiniones, podemos empezar discutiendo algo con algún familiar que esté tranquilo.
El secreto está en empezar poco a poco, avanzando hacia las situaciones que más ansiedad nos generan. Mantener algún tipo de archivo de nuestros logros puede motivarnos mucho.
Aprende a manejar la ansiedad
Encontrar su propia forma personal de lidiar con la ansiedad será de gran ayuda. Por ejemplo, hacer deporte, meditar, aprender técnicas de relajación… Cuanta menos ansiedad sintamos, más fácil será afrontarla en los momentos más difíciles.
“El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que trae consigo la aniquilación total. Me enfrentaré a mi miedo. Permitiré que me pises y me cruces, y cuando termine, no quedará nada, solo estaré yo"
-Frank Herbert-
Busca la ayuda de un profesional
Si sentimos que no podemos hacerlo solos o que necesitamos apoyo externo, no dudamos en buscar la ayuda de un profesional. La psicoterapia cognitivo-conductual, en combinación con el desarrollo de habilidades sociales y técnicas de control de la ansiedad, ha demostrado ser eficaz para superar la fobia social.
Como hemos visto, la fobia social es un problema limitante que empobrece nuestras relaciones, pero que podemos superar poco a poco si nos esforzamos. En primer lugar, debemos tener el coraje de intentarlo.