Última actualización: 11 septiembre, 2016
Walt Disney fue despedido del periódico para el que trabajaba por falta de creatividad. Para continuar con su vida, fundó su primera compañía de animación, Laugh-O-Gram Films. Después de un tiempo, resultó ser un verdadero fracaso, pero finalmente llegó a Hollywood y sus dibujos animados comenzaron a tener un gran éxito.
"No puedo creer que existan obstáculos insuperables para quien conoce el secreto de hacer realidad los sueños"
-Walt Disney-
Hay muchas historias como la de Walt Disney. Cada uno de nosotros en nuestra vida ha experimentado momentos de fracaso después de los cuales fue necesario hacer correcciones y comenzar de nuevo. El éxito, el fracaso y el aprendizaje forman parte de nuestro día a día, son la base sobre la que crecemos como personas. Por esta razón, en vida se escribe, se borra y se vuelve a escribir.
Lo que significa tener éxito en la vida
¿Qué representa el éxito para ti? ¿Ser importante en el trabajo, ser feliz en la vida, sentirse bien consigo mismo y con los demás, viajar por el mundo, tener dinero y suerte, familia, pareja, hijos, trabajo y salud?
"El 90% del éxito se basa en la persistencia"
-Woody Allen-
Independientemente del significado que pueda asumir, conseguir lo que el éxito en tu visión te da confianza, te empuja a seguir adelante, en definitiva te hace feliz. Elsa Punset, escritora y filósofa, hija del divulgador científico catalán Eduard Punset, se refiere a estos casos con la definición de "efecto ganador".
Cuando nos sentimos ganadores generamos dopamina y esto nos hace sentir mejor y más preparados, lo que nos permitirá dar lo mejor de nosotros y superar los retos que se presenten. Es equivalente a decir que tener éxito conduce a aún más, como un efecto dominó.
Aprende de los fracasos
Para entender cómo funcionan el éxito y el fracaso, te contamos un dato curioso: según algunas estimaciones, El 90% de los productos que aterrizan en el mercado fallan. El fracaso, por lo tanto, no es la excepción, sino la regla general. Sin embargo, esto está mal visto.
Saber que el fracaso es el resultado más común debería hacernos pensar en cómo vivir con él de forma más natural. La psicóloga Carol Dweck relaciona la forma en que enfrentamos el fracaso con nuestro concepto de talento.
“El fracaso es la oportunidad de empezar de nuevo, con mayor confianza”
-Henry Ford-
Hay una visión que ve el talento de las personas como algo innato, es decir, que lo tienes de nacimiento o nada. Sin embargo, según otra perspectiva, el talento se desarrolla sobre la base de la perseverancia y esfuerzos para conseguir lo que quieres.
Las personas del primer grupo se enfrentan a los retos como una forma de demostración de su talento innato y pensando que el fracaso supone no tener suficientes habilidades o aptitudes. Como resultado, temen y no soportan la idea de no lograr sus objetivos.
Sin embargo, las personas que piensan que el talento es parte de un proceso de desarrollo ven el fracaso como una prueba de su esfuerzo, desde un punto de vista positivo. El fracaso es una forma de volverse más fuerte y mejor.: si no te caes, no mejoras.
Aprender de los fracasos y tomar riesgos en la vida requiere mucho coraje. No siempre todo saldrá bien: pasaremos por muchas decepciones, pero nuestro verdadero éxito será aprender, madurar y crecer. Piensa en lo que te hace feliz, lo que te hace sonreír, luego lucha por ello.
Inteligencia emocional y éxito
En el libro "Inteligencia emocional", publicado en 1995, Daniel Goleman cita varios estudios en los que se observaron las vidas de varios jóvenes que habían obtenido puntajes muy altos en las pruebas de inteligencia.
En estos estudios se compararon los niveles de satisfacción de estos jóvenes con conceptos como la felicidad, el prestigio o la carrera y resultó que la parte consciente del intelecto representa aproximadamente el 20% de los factores que determinan el éxito.
El 80% restante depende de variables como la suerte, la clase social y, sobre todo, la inteligencia emocional. La automotivación, la capacidad de perseverancia, la gestión de los estados de ánimo y la empatía, por tanto, son factores más determinantes que la inteligencia.
“En la vida no se gana y no se pierde, no se fracasa ni se triunfa. En la vida aprendemos, crecemos, hacemos descubrimientos; se escribe, borra y reescribe; tejes un lienzo, lo deshilachas y lo vuelves a coser".
-Ana Cecilia Blum-