La etimología de una palabra, además del significado, también indica una orientación sobre el uso correcto. En lo que se refiere al término "sexo", este aspecto es decisivo. Hablamos de ello en este artículo para comprender mejor su significado y uso actual.
Última actualización: 09 2022 noviembre
La palabra "sexo" es sin duda particular, especial, un término que se utiliza de diferentes formas y con múltiples connotaciones. Siempre a la cabeza de las búsquedas online y en innumerables conversaciones de bar, es un tema del que se habla mucho y sobre el que, al mismo tiempo, la gente guarda silencio. Es muy popular, pero también es tabú.
Es una palabra polisémica, pero es curioso notar que esta polisemia depende de un mal uso del término a lo largo de la historia. El significado de las palabras cambia progresivamente.
En el caso de la palabra "sexo", su significado ha cambiado con el tiempo debido a acontecimientos de carácter social, político o religioso.
¿Cuál es la etimología de la palabra "sexo"?
Esta palabra se encuentra en nuestro vocabulario gracias al dramaturgo ateniense Aristófanes (444 aC - 385 aC). Este es uno de los personajes del Banquete, una serie de diálogos escritos por Platón de inestimable valor filosófico.
Estos diálogos tienen lugar en el contexto de una cena en la que varios comensales, entre ellos Sócrates y el propio Aristófanes, hablan del amor y de Eros.
En esta cena Aristófanes cuenta el famoso mito del andrógino. Según este mito, los seres pertenecen a tres categorías diferentes: masculino, femenino y andrógino.
Andrógino es un ser que exhibe características masculinas y femeninas. La palabra "andrógino" proviene del griego (anèr, hombre, y giné, mujer), y representa la unión.
El dramaturgo describió a los andróginos como seres completos con cuatro brazos, cuatro piernas, dos caras y dos genitales separados. Estos seres fueron definidos como redondo, completo y vigoroso. Tan vigorosos que intentaron desafiar a los dioses.
Entonces Zeus decidió castigarlos por tal ofensa. El castigo consistía en partir por la mitad a estos seres, para hacerlos menos poderosos, pero sobre todo incompletos.
Siguiendo esta división, hombres y mujeres anhelaban reencontrarse con su parte perdida: de esta manera volverían a sentirse "completos" (de ahí el famoso mito del alma gemela).
Estos seres "completos" se volvieron "diseccionados". Y es precisamente esta última palabra la que da origen a lo que conocemos como “sexo”. Sexo viene de secare, y significa 'cortar', 'dividir'.
¿Cómo usamos la palabra hoy?
La etimología del término contrasta con los usos que solemos hacer de él en la actualidad y que podemos resumir en tres principales.
El "sexo que tienes"
Este uso reduce la palabra 'sexo' a situaciones de encuentros íntimos con una o más personas. Esto significa que el sexo está asociado con las relaciones íntimas. Este uso es frecuente en los medios de comunicación.
Si profundizamos aún más y analizamos qué se entiende por relación íntima en base al significado original de la palabra, nos estamos refiriendo a las relaciones “entre sexos” (de cualquier tipo).
Por eso, solemos hablar de relaciones eróticas, término que describe una relación más precisa e íntima (hacemos alusión a Eros, que implica deseo, atracción, amor).
El "sexo que tienes"
Este uso se refiere a los genitales. Y eso no es un uso justo porque, a pesar de lo que mucha gente todavía cree, los genitales no definen nuestro sexo. En otras palabras, los genitales no determinan nuestra identidad sexual.
El uso de la palabra 'sexo' como sinónimo de genitales no es tan frecuente como el uso descrito anteriormente, pero se leen frases como "sexo afeitado".
El "sexo que es"
Se refiere al uso más correcto y armonioso en relación con la etimología del término. Esta interpretación es la base de la sexología. Se refiere a la identidad sexual, al hecho de que somos seres sexuales.
Conclusiones
El lenguaje construye comportamientos, actitudes y patrones mentales, por lo que es importante dar a cada término el significado correcto.
Esto te permite colocar cada concepto en el lugar adecuado, para describir la realidad de la mejor manera posible: si no logramos describir bien la realidad, difícilmente podremos hacer las preguntas adecuadas sobre ella, menos aún podremos para obtener respuestas.
