Si quieres saber cómo manejar el resentimiento, no te pierdas estos 8 prácticos consejos que te permitirán mantener el control correctamente.
Última actualización: 18 septiembre, 2020
Según el diccionario de la lengua italiana, el resentimiento es "un resentimiento arraigado y tenaz". Es una emoción con un profundo valor negativo que aflora cuando alguien nos ha hecho daño mostrando, al mismo tiempo, una evidente voluntariedad. No en vano, este resentimiento motiva la venganza. En este sentido, es importante aprender a manejar el resentimiento no solo para evitar causar daño a los demás, sino sobre todo para salvaguardar el propio bienestar mental.
Es muy dañino recrear una sensación desagradable y alimentar el dolor, aunque parezca satisfactorio. Se corre el riesgo de intoxicarse con energías y pensamientos negativos, con la vana esperanza de anular la mala experiencia que, por el contrario, se amplificará aún más.
Veamos a continuación algunos consejos útiles para gestionar el resentimiento de la mejor manera.
Cómo lidiar con el resentimiento en 8 pasos
Para manejar el rencor en una situación desagradable dada, debemos identificar la causa del problema y analizarlo de manera de limitar el daño. De esta forma, evitarás dejarte llevar por esta realidad hecha de rencor y odio, mitigando los sentimientos negativos que te empujan a tomar el control de tu comportamiento.
Evita que crezca el resentimiento
Para empezar a gestionar el resentimiento, lo mejor es analizar el origen de este sentimiento con la mayor objetividad posible. Para ello, puedes buscar una explicación bien fundamentada que contraste sentimientos negativos elevados. Por ejemplo, aceptar que una situación personal o profesional no siempre puede encajar perfectamente con las expectativas.
No alimentes malos pensamientos
Pensar siempre en el problema no hará más que aumentar el sentimiento de odio interior.. Y esto, por supuesto, va en contra de la capacidad de manejar el resentimiento. Dicho esto, lo mejor es tratar de olvidar el problema, aceptar que no podemos cambiar lo que pasó y empezar a trabajar en buscar alternativas y soluciones.
Dar importancia al perdón
Este es quizás uno de los puntos más complicados, ya que perdonar nunca es fácil, todo lo contrario. Una buena opción para ello es estimular la memoria de hechos o circunstancias que justifiquen este perdón. Los motivos que lo impiden, de hecho, suelen estar ya presentes, favorecidos por sentimientos negativos.
Podrías hacer dos columnas en las que marcar los aspectos positivos y negativos de tu relación con la persona que causó el problema. Le sugerimos que también dé un valor numérico a cada uno de ellos. De esta forma, podrás gestionar el resentimiento que sientes de forma más objetiva, pudiendo ver la situación con mayor perspectiva y valorando tanto los aspectos positivos como los negativos.
Sacar conclusiones
Este paso es una buena finalización de lo que se acaba de ver anteriormente. Después de analizar los aspectos positivos y negativos de tu relación con la persona que causó el problema, podrás sacar conclusiones sobre el valor de esa relación. Comprenderás si vale la pena perdonar e intentar recuperar la relación.
Desahogarse para manejar el resentimiento
Es importante no enterrar el problema, pensando que pasará solo. Hable con alguien: este es un método efectivo que le permitirá tener otra visión de la situación y generar ideas en las que no había pensado en absoluto.
No actúes sin pensar
Dejarse llevar por los sentimientos va totalmente en contra de una correcta gestión de las situaciones de conflicto. Por difícil que sea, por lo tanto, es mejor tomar un descanso antes de analizar el problema. Evitarás iniciar una discusión acalorada ("caliente") que podría hacerte tomar decisiones precipitadas y demasiado radicales.
Dejarse llevar por los sentimientos va totalmente en contra de cualquier intento saludable de gestionar el resentimiento. Por difícil que sea, por lo tanto, es mejor posponer el análisis del problema para construir un punto de vista más objetivo y alejado de posibles confrontaciones violentas.
Memoria selectiva
El cerebro tiene un mecanismo de supervivencia que ayuda a olvidar lo que provocó una situación dolorosa. Claro, no es un remedio infalible, pero puede usarse para manejar el resentimiento de una manera más saludable.
Si una persona te ha lastimado de alguna manera, es mejor evitar adoptar una atención constante por temor a que vuelva a suceder. Debe estar convencido de que puede haber sido un evento aislado. Con la edad uno aprende a reconocer el verdadero valor de las personas, hay que ser consciente de que algunos individuos siempre intentarán hacernos daño.
Alejarse del problema para gestionar el rencor
Finalmente, si te encuentras ante un problema que parece no tener solución o que te genera estrés y desgaste constante, lo mejor es que tomes distancia de él. Un buen consejo puede ser hacer una pausa para la reflexión, a fin de evitar situaciones que puedan reabrir las heridas. Eventualmente, el espacio y el tiempo te ayudarán a ver las cosas con más claridad y a dejar el rencor a un lado.