Hablando de sexo: ¿por qué es tan difícil?

Hablando de sexo: ¿por qué es tan difícil?

Hablar de sexo puede ser complicado para muchos, pero ¿alguna vez te has parado a pensar en las consecuencias de no hacerlo y no poder expresar tus dudas al respecto?

Hablando de sexo: ¿por qué es tan difícil?

Última actualización: 18 de febrero de 2022

El sexo es un aspecto importante en nuestra vida. Estamos constantemente rodeados de elementos que nos recuerdan a él: publicidad, música, series, películas, revistas... Sin embargo, contrariamente a lo que cabría esperar, hablar de sexo sigue siendo muy complicado para la mayoría de nosotros.



A pesar de todos los avances sociales de las últimas décadas, el sexo sigue siendo un tabú. Ya sea con tu pareja, con amigos o familiares, abrirse a otras personas y hablar de ellas puede hacernos sentir muy incómodos.

La explicación más sencilla de este fenómeno es que cuando hablamos de sexo muchas veces compartimos aspectos muy íntimos de nuestro ser, elementos que aún son censurados o considerados inconvenientes por la sociedad. Y esto, lógicamente, genera reticencias.

Razones por las que es difícil hablar de sexo

En las siguientes líneas, examinamos las principales razones por las que conversar con otros sobre este tema suele ser difícil. El objetivo es poder hablar más abiertamente sobre sexo cuando quieras.

1- Miedo a ser considerado diferente

Para muchas personas, la principal razón por la que les cuesta hablar de sexo es porque tienen ciertas ideas irracionales al respecto. El más común es creen que otros los juzgarán o rechazarán.

Esta idea surge de la creencia de que solo hay una forma correcta de disfrutar la sexualidad; debido a ciertas presiones sociales, pensamos que necesitamos tener sexo de una manera específica y socialmente impuesta.


Cualquier cosa fuera de la práctica sexual aceptada se considera incorrecta o extraña. Sin embargo, la realidad es que hay tantas maneras de disfrutar del sexo como personas que lo hacen. Por lo tanto, realmente no existe una única forma de expresar nuestra sexualidad.

La mayoría de nosotros nos hemos sentido a veces diferentes de los demás en algunas áreas de la sexualidad. Aunque algunas personas realizan prácticas menos comunes, ningún acto que involucre sexo consentido entre dos adultos debe ser considerado negativo.

Para poder hablar de sexo sin molestias, primero tenemos que aceptar lo que nos hace diferentes; en general, si podemos abrirnos, nos sentiremos aliviados y más satisfechos porque tendremos la oportunidad de expresar nuestros pensamientos y sentimientos.

2- Miedo al rechazo

Este miedo es una de las principales razones por las que muchas veces evitamos hablar de sexo con nuestra pareja: tener relaciones sexuales con otra persona puede hacernos sentir muy vulnerables.

En general, nos preocupa especialmente ser rechazados en la intimidad. Este miedo lleva a no hablar con la pareja sobre lo que le gusta o quiere.

Y el problema de actuar de esta manera es evidente: si no nos comunicamos con la pareja, es prácticamente imposible estar satisfecho con la relación sexual.

Si queremos disfrutar plenamente del sexo, tendremos que aprender a abrirnos a la pareja sexual y ser honesto sobre gustos, preferencias y expectativas.

Por otro lado, el nivel de vulnerabilidad que trae consigo la situación sexual puede ser alto para algunas personas. En este sentido, se podrían dar consejos prácticos proceder en pequeños pasos antes de llegar al contacto sexual.

Por ejemplo, podría comenzar pidiendo un deseo que aún no ha sido discutido con su pareja, pero que puede compartir sin dudarlo.


Si percibimos una reacción positiva, podremos cultivar la confianza necesaria para expresarnos cada vez más abiertamente.

En este sentido, hablar de sexo con la otra persona puede servir como medios para generar más confianza dentro de la pareja, de manera que esta apertura a la cuestión sexual cumple una doble función.

3- Creer que no es necesario hablar del tema

Finalmente, algunas personas encuentran inútil hablar de sexo. Esta creencia irracional nos lleva a pensar que todos deberíamos saber por naturaleza lo que le gusta a nuestra pareja.

Basado en esto, se teme que preguntar puede verse como una pista de que no estábamos a la altura de la tarea.

Esta forma de pensar es tan dañina como falsa. La verdad es que el placer sexual es muy complejo y cada persona es diferente. Es imposible saber de antemano lo que le gusta a cada individuo.

Por lo tanto, comunicarte con tu pareja es fundamental para disfrutar plenamente de relaciones Sólo así se puede saber lo que quiere y espera la otra persona.

Esto, por supuesto, debe ser un esfuerzo mutuo: no podemos conocer completamente los gustos de la otra persona sin preguntar, ni él debe tratar de adivinar los nuestros.


Hasta que no puedas hablar de sexo con tu pareja, será muy difícil que te sientas completamente cómodo sexualmente. Cada uno, de hecho, tendrá una creencia errónea sobre el otro. lo que conducirá a actuar incorrectamente.

No hablar de sexo tiene consecuencias negativas

Ahora eres consciente de las consecuencias negativas de cerrar las conversaciones sobre sexo y compartir tus dudas al respecto.

Por eso te invitamos a deshacerte de tus complejos y comparte lo que sientes con los demás e piensa en este tema.

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