La mirada entre dos personas es una poderosa arma comunicativa; en una situación romántica tiene una importante función expresiva. Sin embargo, en momentos de intimidad, las miradas fijas parecen ser más incómodas que aportar algo a la relación. ¿Por qué pasó esto?
Última actualización: 16 agosto 2022
Se dice que una mirada desencadena la pasión y es uno de los indicadores más claros de interés en la otra persona, el brillo en los ojos revela emociones. Sin embargo, es comun hacer el amor con los ojos cerrados.
En momentos de intimidad, cierras los ojos por instinto en lugar de encontrar una conexión a través de tu mirada. ¿Cuál podría ser la causa de esta hipotética contradicción? Además, ¿por qué es tan común hacer el amor con los ojos cerrados?
La mirada es uno de los mecanismos más ancestrales de comunicación emocional. Casi todos coincidimos en que, en ocasiones, la mirada puede decir más que mil palabras; de hecho, a veces actúan como un gesto revelador, ofreciendo perdón y consejo.
Desde un punto de vista evolutivo, los ojos y la mirada han adquirido funciones que van mucho más allá de la pura organicidad para la que fueron creados por la naturaleza.
Al igual que las vías respiratorias, que nos permiten respirar y que luego hicieron posible el lenguaje, los ojos, cuya función principal es darnos la vista, pasaron luego a formar parte de la expresividad del rostro.
mirarnos romanticamente
De hecho, sabemos que dos personas que se aman están mucho más inclinadas a mirarse directamente a los ojos y sostener la mirada durante mucho tiempo, que dos personas que tienen un interés lujurioso el uno por el otro.
Aparentemente, mirarse a uno mismo es sinónimo de romance, mientras que hacerlo con fines sexuales podría percibirse como algo extraño. Si bien es cierto que la mirada puede adquirir un significado fundamental en el ámbito sexual para muchas personas: afecta tanto a la excitación sexual como al clímax del acto erótico.
¿Seríamos capaces de excitarnos de la misma manera si no pudiéramos ver a la persona con la que estamos en compañía y si el tacto fuera nuestra única herramienta hacia la gratificación?
Hacer el amor con los ojos cerrados, ¿qué significa?
En una era en la que la sexualidad ha alcanzado cotas hasta ahora desconocidas y en la que estamos rodeados de mensajes sexuales de todo tipo e intensidad, parece que el poder que, en términos sexuales, puede adquirir una mirada, empieza a tomar forma, la vista.
Pues el amor con los ojos cerrados, del que sois cómplices, puede ser una estrategia maleable para dar mayor intensidad a un encuentro sexual. Por eso la fantasía de muchos es vendar los ojos a la pareja sexual.
Hay varias razones por las que muchas personas prefieren tener sexo con los ojos cerrados. Son los siguientes:
- No te acostumbres a hacer esto.
- Pensar que abrir los ojos puede distraerte e impedir que vivas el momento con intensidad.
- Sentirse demasiado expuesto o pensar que la otra persona puede sentirse de esa manera.
- Estar convencido de que capturar visualmente a tu pareja durante unos instantes es suficiente y, al mismo tiempo, más erótico que mirar fijamente.
- Prefiere otros sentidos (tacto, oído, olfato, etc.), por considerarlos más erógenos.
Sin embargo, durante un acto sexual apasionado, muchas veces mantenemos los ojos cerrados, mientras que cuando tenemos una relación más lenta y pacífica, tendemos a hacer lo contrario y se produce un mayor intercambio de miradas. ¿Por qué razón?
¿Por qué hacer el amor con los ojos cerrados?
La explicación es quizás más sencilla e intuitiva de lo que uno podría imaginar: tanto en las relaciones amorosas como en el sexo desnudo y crudo, la fantasía es un elemento fundamental y ancestral.
En el primer caso se trataría de fantasías cuya autenticidad y correspondencia con la realidad es fácilmente comprensible; en el segundo, fantasía no conoce estos límites y permite una mayor expansión y riqueza de contenidos.
Esto quiere decir que fantasear manteniendo la mirada fija en la otra persona nos ayuda a esbozar pensamientos futuros que alimentan el deseo de compartir una relación afectiva con esa persona.
Pero esa fantasía permanece en nuestra imaginación, ya que en realidad se basa en una realidad física e inmutable que se encuentra ante nosotros.
Sin embargo, soñar despierto con los ojos cerrados mientras experimentamos la pasión de un encuentro sexual nos permite llevar la imaginación más allá de límites mucho más amplios y excitantes.
Por otro lado, algunos sexólogos afirman que hacer el amor con los ojos cerrados aumenta el placer y el deseo sexual, porque estimula los demás sentidos.
Dado que cerrar los ojos durante las relaciones sexuales es una elección personal y tiene un significado y contenido erótico diferente para cada uno de nosotros, el consejo es que no se preocupe.
Vive el momento y haz de las relaciones sexuales una experiencia inolvidable en lugar de preocuparte por si tener sexo con los ojos cerrados es correcto o no.