Inseguridad y baja autoestima: vivir siempre en equilibrio

Inseguridad y baja autoestima: vivir siempre en equilibrio

La autoestima no es una dimensión estable. A veces, después de una mala relación, puedes tener baja autoestima, perder el amor propio o sentirte totalmente inseguro. ¿Qué podemos hacer en estas situaciones? Hablamos de ello en este artículo.

Inseguridad y baja autoestima: vivir siempre en equilibrio

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

La inseguridad y la baja autoestima están directamente relacionadas entre sí. Hay muchas personas que viven en el equilibrio entre estas dos dimensiones; se siente como caminar sobre la cuerda floja con el miedo de caer al más mínimo error. Pierdes la templanza, te sientes falible e incapaz de lograr nada, y sobre todo pierdes el amor propio.



Nathaniel Branden, psicoterapeuta canadiense y autor del libro Los seis pilares de la autoestima, ha afirmado en más de una ocasión que sin seguridad interior, que da confianza y amor genuino por uno mismo, es imposible afrontar los retos más simples: relaciones, trabajo, capacidad de realización e incluso amor.

Todos estos aspectos fallan incluso para las personas inseguras y con baja autoestima. Por otro lado, hay una verdad innegable: el mundo no es un buen lugar para aquellos que se sienten menos capaces.

Por ejemplo, el niño inseguro suele ser objeto de burlas y malos tratos en la escuela y el adulto que no puede defender sus derechos corre el riesgo de entablar relaciones adictivas que socavan aún más su autoestima. ¿Qué se puede hacer en estos casos?

Inseguridad y baja autoestima: vivir siempre en equilibrio

La baja autoestima siempre viene con costos. Nuestro equilibrio emocional, en efecto, depende de ese apoyo, de ese músculo psicológico que actúa como la variable más importante para nuestro bienestar. El psiquiatra Luis Rojas-Marcos, en su libro Pero quién creo que soy. Autoestima. Nuestra fuerza secreta nos dice que la forma en que las personas se hablan entre sí es un elemento explicativo en este sentido.



Entre los muchos factores que subyacen al vínculo entre la inseguridad y la baja autoestima, muchas veces pasamos por alto la gran importancia del diálogo interior. Ese soliloquio con nosotros mismos debe ser siempre amable, amoroso y centrado en nuestras virtudes. De lo contrario, alimentaremos un desgaste que poco a poco acabará afectando a nuestra salud mental.

En definitiva, la baja autoestima es la dimensión que orbita la mayoría de los trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión. Veámoslo con más detalle.

¿Qué hay detrás de la inseguridad y la baja autoestima?

Lo que nos decimos a nosotros mismos afecta nuestra autoestima. Entonces, ¿por qué hablarnos con palabras negativas? ¿Por qué nos convertimos en los peores enemigos de nosotros mismos y de nuestras capacidades? En primer lugar, es importante recordar que la autoestima no es una dimensión estable, puede fluctuar y verse influenciada por nuestras experiencias.

En muchos casos el origen de nuestra baja autoestima hay que buscarlo en la infancia y en la educación recibida. Un vínculo con el apego inseguro, las carencias afectivas, el aislamiento, el maltrato o incluso el exceso de demanda provocan inseguridad y falta de autoestima.

También es importante tener en cuenta los eventos traumáticos: muertes de familiares, accidentes, ser acosado o acosado pueden aumentar la inseguridad y la baja autoestima.

Allo stesso modo, no podemos olvidar el impacto que pueden tener en nosotros las relaciones tóxicas. El costo de un vínculo basado en la crítica, la humillación, el chantaje emocional y los celos puede dañar totalmente nuestra autoestima y seguridad.


¿Cómo son las personas inseguras y con baja autoestima?

Todos pensamos que la inseguridad y la baja autoestima son propias de personas tímidas, esquivas y poco decididas. Olvidamos, sin embargo, que estas características pueden ser la base de personalidades agresivas e incluso narcisistas.

Cuando alguien percibe sus propios defectos y debilidades, puede desarrollar mecanismos de defensa para protegerse y tratar de llenar esos vacíos.


  • Quien no se ama a sí mismo experimenta frustración, ansiedad y angustia. Todo esto puede (a veces) traducirse en agresión.
  • En otros casos puede ocurrir lo contrario: en lugar de mostrar una conducta agresiva, la persona víctima de la manipulación, al no saber defenderse, no reivindica sus derechos.
  • La baja autoestima afecta nuestro potencial y reduce nuestras posibilidades. La falta de confianza en uno mismo nos sitúa en esa zona de confort donde no pasa nada.
  • Por último, pero no menos importante, la inseguridad y la baja autoestima están asociadas con varios problemas de salud física y mental.

También se ha demostrado que la estrecha relación entre la inseguridad y determinados trastornos alimentarios. Por ejemplo, una interesante investigación realizada en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid ha demostrado que la baja autoestima es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades graves relacionadas con la alimentación.


Inseguridad y baja autoestima: ¿cómo puedo dejar de ser mi enemigo y aumentar mi confianza en mí mismo?

La autoestima no se recupera de la noche a la mañana. Sobre todo si llevamos sobre los hombros el peso de una educación traumática, si hemos sido víctimas de bullying durante muchos años o si hemos vivido una relación de dependencia emocional hacia nuestra pareja. ¿Qué podemos hacer en estas situaciones?

  • La terapia psicológica es el mejor recurso para trabajar las causas de nuestras inseguridades. Abordar los detonantes y tener las habilidades y herramientas para mejorar el diálogo interior es sin duda la mejor estrategia.
  • Allo stesso modo, Es útil llevar un diario para identificar los pensamientos negativos. Identificar las negatividades, los pensamientos irracionales y esa voz crítica que no nos permite expresar nuestro potencial es un paso imprescindible para superar los problemas.
  • Es importante establecer metas simples que se puedan lograr todos los días. Los pequeños avances diarios fortalecen nuestra autoestima.

También es muy recomendable para iniciar nuevos proyectos. Algunas veces los cambios abren las puertas a nuevos escenarios que permiten emerger un nuevo ego. Este nuevo yo probablemente estará entusiasmado con la vida y, sobre todo, con él mismo. Este es el secreto.


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