Última actualización: 13 de diciembre de 2017
¿Cuántas veces nos hemos preguntado si somos realmente felices? ¿Por qué a veces nos sentimos tan perdidos que no sabemos exactamente qué dirección debemos tomar? Encontrar el sentido de nuestra vida es descubrir, al menos en parte, la felicidad y la clave para alcanzarla.
El debate del viejo mundo de la filosofía y la psicología con respecto a lo que significa ser feliz en la vida cotidiana, hoy se trata de la existencia real de la felicidad, si es solo temporal o si uno puede ser verdaderamente feliz. Las respuestas a estas preguntas, por supuesto, dependen del significado que le demos a la felicidad.
En base a esto, nuestro bienestar se volverá imposible, transitorio o alcanzable.. En los últimos años se han realizado varios estudios sobre el concepto de felicidad, con los que se ha llegado a diferentes conclusiones.
También se ha intentado establecer líneas de separación y relación con otros conceptos muy relacionados, como el de alegría. En cualquier caso, en lo que coinciden la mayoría de autores es en que hay una parte subjetiva en la definición de la felicidad que todo el mundo debe descubrir y definir, y que quizás por eso resulta tan fascinante.
“Un día, en algún lugar, en algún lugar, inevitablemente te encontrarás contigo mismo. Y esto, solo esto, puede ser el más feliz o el más amargo de tus días”.
-Pablo Neruda-
La felicidad es un estado interior personal.
Podemos ser felices y ser infelices; podemos estar tristes y ser felices. Esto es lo que se desprende de un estudio longitudinal basado en la felicidad de las personas en más de 148 países, cuya conclusión es que este concepto es un estado interior y que no tiene mucho que ver con lo que sucede fuera de nuestra piel, sino con lo que sucede dentro de nuestra piel.
Según este estudio sobre la felicidad, por ejemplo, Los españoles viven una media de 58,8 años felices. Esta cifra sitúa al país a la cabeza de una lista formada por un total de 148 naciones, que representan una gran cantidad de personas (es decir, más del 95% de la población mundial).
Los resultados de otro estudio longitudinal de Harvard muestran que la felicidad es un estado interior duradero y que no es producto de un evento aleatorio y transitorio que depende de cómo vayan las cosas. Si lo vemos en estos términos, nuestro bienestar podría estar ligado a la tranquilidad interior, la paz mental, una sensación interior de serenidad, tranquilidad y certeza que nos llena y nos da una grata satisfacción sobre nuestra vida.
“La felicidad es interna, no externa; entonces no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”
-Henry Van Dyke-
La felicidad está íntimamente ligada a encontrar tu propio camino
Como decía Jorge Bucay, la felicidad también se puede definir como la certeza de no sentirse perdido. Este autor, siguiendo la línea de las nuevas investigaciones sobre el bienestar personal, afirma que ser feliz está íntimamente relacionado con conocer el camino de la vida.
La felicidad no se logra llegando a algún lugar, sino yendo en la dirección correcta. No se refiere al gozo de la vanidad de haber logrado, o poder lograr, algo en lo que otros han fallado. Esto hace que pocas o ninguna gente sea feliz. No es cierto que la felicidad provenga de esos estúpidos resultados que, una vez obtenidos, nos hacen sentir la necesidad de aspirar a otra cosa.
La felicidad contribuye y se alimenta de una mente clara que nos conduce en una dirección específica. Nos regocijamos en estos desafíos cuando el camino que hemos elegido está en consonancia con los valores en los que creemos, cuando estamos seguros de que pase lo que pase siempre podemos mirar la brújula y seguir adelante, creciendo y viviendo nuevas aventuras. Es precisamente en esta emoción que la felicidad se recrea, crece y nos desborda.
“[…] Y luego el descanso, la naturaleza, los libros, la música, el amor al prójimo. Esta es mi idea de la felicidad".
-Leo Tolstoy-
