Última actualización: 12 agosto 2015
La grandeza de una persona radica en los pequeños detalles que, a primera vista, pueden parecer insignificantes. Los pequeños detalles moldean a las personas, las hacen únicas y excepcionales.
No son personas que no tienen miedo a nada o que nunca se han equivocado, sino personas que, en cuanto pueden, dicen una palabra de aliento, que extienden una mano amiga, que tienen buenos pensamientos y que hacen buenas obras. Básicamente, son sus pequeños detalles los que los diferencian de los demás.
Estas personas entienden el valor de vivir y compartir y no imitan los comportamientos sin sentido de la sociedad. Saben moverse al ritmo adecuado y notan cuando los demás viven con exceso de velocidad.
No destruyen a los demás con sus críticas o expectativas, ya que uno de sus "pequeños detalles" es aceptar al otro incondicionalmente. No solo aman el mundo, lo respetan porque son parte de él.
Sensibilidad: un gran regalo
Hay momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas inimitables.
Estas personas hacen gala de cierta sensibilidad; de hecho, también perciben los sentimientos de los demás. Ellos tienen una gran capacidad de empatía, intuición, protección y comprensión de las emociones de los demás; esto es lo que los hace grandes y hermosos.
No se caracterizan por una alegría infinita y contagiosa, pero su forma de ser les permite observar el mundo y su funcionamiento y comprenderlo mejor. Siempre tienen tiempo para escuchar, comprender y esperar. Cosas que, para el resto de simples mortales, no son tan sencillas.
Nos pasamos la vida acelerando para adelantarnos a las cosas, pero ¿de qué nos sirve tener más minutos si llegamos muy cansados a la meta y nos olvidamos de que son los pequeños detalles los que nos hacen grandes?
Las personas hermosas son raras, no se distinguen por su rostro, sino por su alma. Son personas preciosas, sencillas tanto por dentro como por fuera, que se toman en serio sus sentimientos y valoran los de los demás.
Los pequeños detalles que nos hacen grandes
Todos somos únicos; sin embargo, ser grandes personas no es tan común. Son los pequeños detalles los que dan vida a grandes momentos, grandes personajes y grandes personas. Muchas veces nos olvidamos, en realidad es fácil poder hacer sentir especial a alguien; te damos algunas ideas:
- Di siempre "buenos días", "buenas tardes" y "buenas noches". Estas sencillas palabras encierran un gran sentido de respeto por uno mismo y por los demás. El hecho de que alguien te desee sacar lo mejor del día es un gran privilegio.
- No muestres felicidad hipócrita.. No seas feliz y feliz porque “tienes que serlo”, tienes que aceptar todos los sentimientos y emociones que componen los momentos de tu vida.
- Respeta no solo tus propias emociones, sino también las de los demás.. Este es un concepto muy importante; piensa en cuántas veces alguien ha tratado de animarte de forma equivocada o cuántas veces has recibido malas noticias con poco tacto. Nuestras emociones no son poca cosa, hay que cuidarlos, hay que acompañarlos lentamente siguiendo su ritmo natural.
- Las sonrisas, la calidez de las palabras, las caricias y las declaraciones susurradas nos hacen sentir especiales. Así como las personas tóxicas son expertas en arruinar los días de los demás, las personas adultas saben cómo sacar sonrisas, permitiendo que un día difícil se convierta en un día hermoso. Después de todo, hacer que alguien se sienta diferente es lo que los hace inolvidables.
La grandeza de las personas no se mide por el dinero, los estudios o la belleza física, pero con la lealtad de su corazón y la humildad de su alma. Si bien la vida puede separarte de estas personas, conocerlas te hará una mejor persona para siempre.
Por supuesto, las cosas escritas en este artículo son muy comunes, pero está claro que es gracias a los pequeños detalles de la vida que conoces a grandes personas.
¡Buena semana a todos!