Última actualización: 12 de enero de 2016
¿Cuántas veces te has enojado hoy? No importa por qué, solo que estás enojado. ¿Alguna vez has pensado que probablemente tienes más de lo que necesitas? La gratitud es un regalo que nos damos a nosotros mismos cuando reconocemos nuestras riquezas.
La gratitud nos permite ganar certeza cuando sentimos que no tenemos nada. Nos garantiza la paz cuando reconocemos que tenemos personas a nuestro lado, aunque muchas veces creamos que estamos solos. La gratitud cambia nuestras vidas cuando le damos la oportunidad de mostrarnos lo que tenemos.
Puedes buscar lo que necesitas, sin presiones
¿Cuántas veces has soñado con una vida mejor, pero luego te diste cuenta de que ya la tenías y te sentiste culpable? Esto sucede porque no estás agradecido por lo que tienes. La gratitud te permite alcanzar tus metas deseadas, disfrutando lo que tienes hoy.
De esta forma, teniendo lo que necesitas hoy, será mucho más fácil sentirte bien y disfrutar de las metas alcanzadas. Falta de gratitud es lo que puede sentir un hámster cuando se pasa los días dando vueltas en una rueda, infeliz.
La gratitud nos da más oportunidades de ser felices
Cuando nos detenemos a pensar en lo hermosa que es la vida, tomamos conciencia de lo que poseemos. Esto cambia la forma en que vemos las cosas. Seguro que has conocido a alguien que parece ir siempre bien. Por lo general, estas personas hablan de las cosas que las hacen felices y de lo agradecidas que están.
Antes de pensar que estas personas no tienen problemas, analiza en qué se centra su atención. ¿Y usted? Si pasa más tiempo enfocándose en situaciones negativas, solo verá esas. Podrías pasar un día maravilloso con tus mejores amigos, pero no te das cuenta.
Si te parece que ahora todo va mal o que nada tiene sentido, detente un momento, respira hondo y piensa en las cosas que podrían hacerte sentir agradecido. Verás que encontrarás muchos.
La gratitud te hace feliz
Si te pasas la vida pensando que serías más feliz con un trabajo diferente al que haces o en otro lugar, serás perpetuamente infeliz. Es muy importante establecer siempre nuevas metas, pero estas no deben ser un pretexto para la negatividad.
Sé agradecido por lo que tienes. Por ejemplo, si no te gusta mucho tu trabajo, al menos muéstrate agradecido por tener uno y no estar desempleado. Puedes buscar una mejor alternativa, porque te sentirás más tranquilo y feliz con lo que haces.
La gratitud debe ser demostrada
La gente habla a menudo y, a veces, habla demasiado. Puedes estar agradecido con tus padres que te han dado la vida. Visitarlos a menudo será la mejor manera de demostrarlo.
No importa lo que dices, sino la forma en que lo demuestras. Si no lo crees, piensa en qué cosas son más importantes para ti. Seguramente estarás de acuerdo con nosotros en que un gesto vale más que 1000 palabras.
La gratitud te permite perdonar
Nuestra vida está llena de relaciones y momentos que no siempre son agradables. A veces necesitamos alejarnos de las personas tóxicas para preservar nuestra salud mental. En lugar de alejarte enojado, agradece el tiempo que pasaron juntos y lo que te enseñaron.
La gratitud funciona como una puerta. Cuanto más puedas ser agradecido, más rápido sanarán las heridas, y así podrás perdonar y olvidar. ¡Prueba ahora a ser agradecido, y te darás cuenta!
La gratitud debe acompañarte en las buenas y en las malas
No puedes simplemente dar gracias por las cosas buenas que te suceden y esperar que las cosas malas desaparezcan. Piensa en las experiencias negativas y en las personas como una forma de mejorarte a ti mismo. Ambos te dan razones y motivos para seguir estando agradecido.
En primer lugar, Puede ser difícil estar agradecido con quienes te han lastimado, pero no debes olvidar que esto es parte de la vida y del crecimiento. Empieza a ser agradecido y verás los resultados… ¡Pruébalo!
Gurda también: Namasté: el valor de la gratitud y el reconocimiento