Última actualización: 14 de febrero de 2015
Los impulsos y sentimientos de los seres humanos no solo están influenciados por las situaciones vividas en cada momento, sino también por muchos otros factores que inciden en los estados emocionales, entre ellos los colores y el entorno cromático.
Los colores afectan en gran medida el estado de ánimo de las personas, especialmente de los niños. Los efectos psicológicos de los colores sobre los estados de ánimo comenzaron a estudiarse en el siglo XVIII y a lo largo de los años diferentes áreas han analizado su influencia sobre el estado de ánimo. Los efectos que los objetos cromáticos pueden suscitar en las personas se pueden dividir en dos categorías: una es la de las influencias directas y la otra la de las indirectas.
Elige los colores según el estado de ánimo.
Si uno de los factores que inciden en las emociones es la luz, los colores se asocian en cambio a diferentes estados de ánimo. Podemos dividir la paleta de colores en varias secciones, incluyendo la de colores cálidos y la de colores fríos. Los colores cálidos, es decir, el rojo, el naranja, el amarillo y sus diversas tonalidades, son los más vibrantes, mientras que completamente opuestos son los colores considerados fríos, es decir, las tonalidades grises, el azul oscuro, el negro, etc.
El rojo es considerado un color antidepresivo, es el más fuerte de toda la gama cromática y suele asociarse a conceptos como la pasión, el amor, la energía y la vitalidad. Algunas de las sensaciones que puede causar este color son palpitaciones, aumento de la presión arterial y aumento del deseo y la excitación. Para aquellos que suelen tener un estado de ánimo negativo y padecen desmotivación, depresión, angustia o soledad, esta esfera de colores puede ser útil para mejorar su estado de ánimo.
Si lo que quieres es un ambiente relajante y tranquilo, el color más adecuado es el verde. Uno de los efectos asociados con este tono es la baja tensión nerviosa, por lo que es ideal para personas que están muy estresadas. Además, está conectado con la naturaleza y despierta una sensación de frescura, además de que se puede combinar con colores pastel o claros para crear un ambiente de estabilidad emocional.
Los pigmentos no solo están ligados a estados emocionales, también se utilizan en técnicas milenarias de relajación y meditación como el Feng Shui. Estas filosofías creen que cada color tiene una energía diferente y esto es lo que despierta diferentes estados de ánimo y afecta a las personas de manera diferente. Incluso los objetos decorativos de colores pueden crear un ambiente de armonía.