Última actualización: 04 de abril de 2016
No te canses de repetirlo, la juventud es un arte, un don. También es un regalo arrancar las hojas del calendario con fuerza y orgullo y tener una variedad de razones todos los días para mantener el espíritu joven..
La juventud acumulada es la que nos hace ver la vida de forma apasionada pero tranquila, cambiando preferencias y sintiendo la falta de habilidades pasadas y al mismo tiempo teniendo las cosas muy claras.
Con la edad no solo se acumulan las arrugas en el rostro, sino también la capacidad de ser fuerte y resistente, así como la nobleza de quien contempla cada momento día tras día con la madurez que se desprende de las huellas que las sonrisas han dejado en el rostro. ..
No te quejes porque te haces mayor, es un privilegio de unos pocos
Envejecer y acumular juventud es una gran empresa, ya que requiere que protejas tu identidad y aceptes las derrotas con integridad.. Además, acumular juventud significa construir todos los caminos posibles y marcar las huellas del terreno elegido para construir el jardín de nuestro castillo.
Dado que lo que aprendemos de jóvenes queda para toda la vida, acumular juventud significa saber elegir mejor las alternativas para solucionar nuestros problemas, ponernos en la piel de los demás o ser más flexibles para adaptarnos a los cambios.
No nos podemos quejar de los años: es una locura. ¿Cómo puede entristecernos la oportunidad de vivir?
¿Qué edad tengo?
Soy de la edad en la que miras las cosas con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Estoy en la edad en que los sueños empiezan a ser acariciados con los dedos y las ilusiones se vuelven esperanzas.
Estoy en la edad en que el amor es a veces una llama loca, deseosa de consumirse en el fuego de la pasión, mientras que otras veces es un remanso de paz, como un atardecer en la playa.
¿Qué edad tengo? No necesito un número, mis deseos se hacen realidad y las lágrimas que he derramado en mi caminar por ambiciones rotas valen mucho más.
¡Qué importa si tengo veinte, cuarenta o sesenta! Lo que importa es la edad que siento que tengo.
Tengo la edad que necesito para vivir libre y sin miedo. Seguir adelante sin temor por mi camino, porque la experiencia que he adquirido y la fuerza de mis deseos me acompañan.
¿Qué edad tengo? ¡A quien le importa! Tengo la edad que necesito para dejar ir el miedo y hacer lo que quiero y siento.
José Saramago
Entre la niñez y la vejez hay un instante llamado vida
La juventud (acumulada o no) no tiene edad, es un momento que pasa demasiado rápido. Para ello debemos disfrutarlo sin necesidad de vivir retos constantes.
Con el tiempo, aprendemos que la tolerancia es la mejor religión y que no podemos escribir nuestra historia dos veces, por lo que debemos pensar las cosas antes de escribirlas, para no arrepentirnos.
Lo que realmente nos hace envejecer es la incapacidad de no crear nuestro propio camino, y no el hecho de cometer errores.. Pensar en el presente y no en el pasado es acumular juventud y, junto a ella, también la vida y la tranquilidad de quien sabe que ha aprendido.
Gracias a la madurez de la juventud acumulada, sabremos que lo que realmente crea una familia es la lealtad y que la distancia solo te impide abrazar físicamente a alguien, pero no alcanzarlo en el pensamiento.
