La receta de la felicidad según Dan Gilbert

La receta de la felicidad según Dan Gilbert

La receta de la felicidad es difícil de encontrar. Sin embargo, vale la pena conocer el punto de vista de Dan Gilbert. Este psicólogo social propone simplificar nuestras metas e identificar en la voluntad la columna vertebral de nuestras acciones.

La receta de la felicidad según Dan Gilbert

Última actualización: 07 de junio de 2020

Dan Gilbert es psicólogo social, escritor y profesor de psicología en la Universidad de Harvard. Se hizo famoso con su libro Happy you Become, traducido a más de treinta idiomas. Su fama también se debe a las numerosas conferencias a las que asistió. afirmando haber encontrado lo que todos buscan: la receta de la felicidad.



A primera vista, el enfoque de Gilbert puede parecer superficial y frívolo. La receta de la felicidad parece estar más asociada a la autoayuda que a un enfoque profundo. A pesar de esta primera impresión, Gilbert es un psicólogo entrenado y riguroso. Está convencido de la existencia de una receta para la felicidad, pero también nos advierte que en esta búsqueda no hay atajos.

También señala que el principal problema es que muchas personas no están seguras de lo que las hace felices. También recuerda que no puedes y no debes ser feliz todo el tiempo. Si es así, no sabríamos cuándo somos felices y cuándo no. Apuntar siempre en una dirección es contraproducente: hay que ser sensible a los cambios.

"El ojo y el cerebro son conspiradores y, como en la mayoría de las conspiraciones, conspiran detrás de puertas cerradas en la trastienda, fuera de nuestra conciencia".

-Dan Gilbert-

La ciencia de la felicidad.

Dan Gilbert argumenta que ser feliz es un objetivo más fácil de lo que la mayoría de la gente piensa. La felicidad no está escondida en alguna parte ni es un tesoro que se encuentra por casualidad. Tampoco es el resultado de alcanzar ciertas metas o un regalo que nos da la buena suerte.



Gilbert identifica (y distingue) una felicidad sintética y una felicidad natural. La felicidad sintética es aquella que se obtiene al lograr algo que nos hemos propuesto. Trabajo, una boda, un viaje, un Me gusta en las redes sociales, etc. Según él, este tipo de felicidad es transitoria y fuertemente condicionada por un resultado específico.

Por otro lado, está la felicidad natural. Esto no es un sentimiento, sino una condición que surge de un escenario predefinido. Está presente tanto cuando alcanzamos una meta como si no la alcanzamos. Viene de adentro y lo que sucede afuera no lo cambia esencialmente. Sí, hay una receta para la felicidad y es muy simple.

La receta de la felicidad.

La receta de la felicidad tiene sólo dos ingredientes que están al alcance de cualquiera que quiera utilizarlos. La primera es no exagerar el sufrimiento. Muchas personas "alimentan" malos recuerdos o experiencias negativas al pensar constantemente en lo que han pasado. Además, miran hacia el futuro exagerando el sufrimiento que pueden experimentar.

Este ingrediente debe estar asociado al segundo: confianza en la propia resiliencia. Debemos estar convencidos de que somos capaces de superar cualquier situación que nos cause dolor. La falta de confianza en nuestra capacidad para manejar el dolor es uno de los factores que alimentan el sufrimiento.

Muchas veces dejamos de lado muchos proyectos por miedo a poder sufrir. De esta manera, no hacemos más que limitar nuestras posibilidades. Lo peor es que muchas veces el sufrimiento que creemos sentir no tiene un fundamento concreto. En realidad, el miedo que tenemos no es el de poder experimentar el sufrimiento, sino el de no poder gestionarlo.


La receta de la felicidad: el camino a seguir

La receta de la felicidad se completa con acciones diarias que nos ayudan a tener más confianza en nuestra resiliencia. Hay cinco actividades simples que cualquiera puede hacer. Dan Gilbert argumenta que aprender a ser feliz es como comenzar una dieta: cada uno de nosotros debe hacer su parte. Las acciones diarias a realizar son:



  • Querer ser feliz. Ser feliz es una decisión que tomas todos los días.
  • Cuidarnos a nosotros mismos. Come sano, haz media hora de actividad física al día y duerme al menos siete horas por la noche. Estas son las condiciones básicas para ser feliz.
  • Establecer y mantener relaciones saludables. Aléjate de aquellos que te hacen sentir mal y pasa el rato con las personas que amas.
  • Haz actividades agradables. Haz una lista de las actividades que disfrutas hacer y no las relegues a la última prioridad después de tus obligaciones.
  • Ser agradecido. Sé agradecido contigo mismo, con la vida, con cualquiera que te aporte algo, te enseñe algo o, de alguna manera, te permita crecer. Además, ayuda a los demás, esto aumentará tu felicidad.

La felicidad natural es una condición que se construye paso a paso, día tras día. La buena noticia es que, dadas nuestras características, todos podemos lograrlo. El convencimiento y la motivación serán las energías que nos guiarán y habilidades como la inteligencia emocional facilitarán el camino de transición. En cierto sentido, la receta de la felicidad radica en la voluntad de disfrutar la vida.


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