Última actualización: 09 de abril de 2016
Si tuviéramos que trazar un mapa de sentimientos y situaciones, nos daríamos cuenta de que para mucha gente la línea entre la soledad y la tristeza es muy delgada. Esta cercanía no sólo es relativa a la soledad per se, sino que también es habitual el sentimiento de dolor por alguien que percibimos como distante.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. La soledad se convierte en una carga solo cuando se impone, cuando la persona que se siente sin apoyo social lo quiere y no encuentra la forma de conseguirlo. Esta soledad tiene mucho que ver con la necesidad de confiar, de hablar y contar parte de nuestra historia.
Por eso es un sentimiento tan perjudicial para las personas mayores, que sienten que han acumulado una sabiduría que necesitan transmitir de alguna manera. Por eso, están tan agradecidos cuando simplemente les damos tiempo. Esto sucede, porque la tristeza que acompaña a la soledad impuesta también tiene mucho que ver con el tiempo y con el sentimiento de que, quizás, no somos lo suficientemente apreciados como para que alguien se dedique a nosotros.
Una historia completamente diferente es, sin embargo, la soledad elegida, la necesidad de poder escapar del ruido social.. El afán de encontrar una lejanía que dé claridad, como si nuestra mirada se nublara de cerca. Este tipo de soledad nos hace independientes y nos da los recursos para poder sentir placer y sentirnos plenos, dependiendo única y exclusivamente de nosotros mismos.
"La soledad es la suerte de todos los espíritus elevados".
-Arthur Schopenhauer-
Soledad: puedes hacer lo que quieras y cuando quieras
Si eres de los que aman la soledad y vives solo, es probable que estés acostumbrado a ser la persona que más quieres.. Quizás ahora mismo estés sopesando las ventajas de la soledad con las que ofrecería la convivencia.
En esta última situación, seguramente dejas de lado la elección de tus programas, no teniendo que dar explicaciones ni poder tomar decisiones instantáneas; en el otro, la seguridad que te daría contar con un apoyo incondicional, la necesidad de bienestar que conlleva compartir o el hecho de poder delegar algunas de las responsabilidades del hogar.
Hay personas para las que esa soledad cotidiana será una situación transitoria y otras que la elegirán de por vida.. Seas de un partido o del otro, lo mejor es que tu situación venga de una elección, no de tener que adaptarte porque no tienes la oportunidad de vivir de otra manera.
Puedes amarte a ti mismo en vez de a cualquiera
Dicen que la soledad te ayuda a crecer como persona y a conocerte. Sin embargo, ten en cuenta que esto no será así si te entregas a la frustración de no poder deshacerte de él o si empiezas a buscar obsesivamente una forma de escapar aunque sea un león en la sabana.
¿Por qué generalmente nos alejamos de la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos".
-Carlo Dossi-
Si puedes apoyarte, apreciarte, aceptar tus virtudes y defectos, en definitiva amarte a ti mismo, estarás en el camino correcto para buscar la verdadera felicidad., ya que no dependerás de si estás o no en una relación sentimental para lograrlo. La relación perfecta debe ser la que tienes contigo mismo. No olvides que los que construyas con otros tendrán su origen en él.
Cultiva buenas amistades
¿Quién dijo que la soledad es sinónimo de aislamiento o de no tener amigos? ¡Nada más lejos de la realidad! La soledad es la capacidad de cada uno de vivir a su manera y esto no está en absoluto en contraste con tener buenos amigos. que te entiendan, te amen, respeten tu forma de vida y te hagan feliz.
Cuando decides estar solo, te das la oportunidad de conocer gente nueva, gracias a que te dedicas a nuevas actividades sin compañía.. Personas que comparten tus gustos y que sin duda enriquecerán tu vida. Serán parte de ese aire nuevo que impregnará tu existencia, serán quienes te estimulen a dejar de lado aquellas relaciones a las que te aferras solo por miedo a estar solo.