Última actualización: 17 de marzo de 2016
si te preguntamos cuales han sido los profesores que mas te han marcado, probablemente no dudaría en responder por un momento. Recuerda sus nombres, su forma de enseñar y por qué te dejaron huella. Un buen maestro no olvida.
Lo mismo ocurre con otras personas que nos educan fuera de la academia, porque quien nos educa de manera válida deja una huella que va más allá del mero conocimiento transmitido.
Ciertamente cientos de personas pasan por nuestras vidas y la mayoría se van sin dejar rastro. Sin embargo, aquellos que demuestran una habilidad especial para impartirnos conocimientos son inolvidables. ¿Por qué tenemos suerte si tuvimos un buen maestro? Porque nos dio mucho más de lo que se había propuesto y de lo que esperábamos.
Un maestro imposible de olvidar
Es interesante ver que los niños tienen diferentes héroes a lo largo de su infancia. Además de los padres o personajes de ficción, los profesores ocupan un lugar muy importante en su vida.
Por ejemplo, si un profesor inculca el valor del esfuerzo, pronuncia las palabras adecuadas en el momento adecuado o utiliza una técnica de estudio divertida, es muy probable que el conocimiento adquirido por el alumno quede ligado al recuerdo del elemento que lo hizo tan único.
Desafortunadamente, muchos profesores son repetitivos, realizan las actividades de manera monótona y se adhieren estrictamente a la estructura de los libros. Sin embargo, durante nuestra vida ha habido algunos profesores destacados que han demostrado una habilidad especial para tocar nuestras almas.
Un buen maestro es aquel que enseña mientras se divierte, el que demuestra su vocación frente a 30 niños aburridos y con muchas ganas de estar en otro lado jugando, el que con sus palabras ayuda a elegir la profesión de su vida.
¿Cómo debe ser el maestro ideal?
El maestro ideal no es alguien que da pocas tareas o permite que los niños hagan lo que quieran en el salón de clases; tampoco lo son los que obligan a los alumnos a estudiar toda la tarde o los que, con su tiranía, mantienen la clase en absoluto silencio.
Al contrario, un buen maestro permite que sus alumnos superen sus límites, ofreciéndoles desafíos un poco más allá de sus posibilidades actuales. Además, es quien posee las habilidades suficientes para encontrar la mejor forma de que sus alumnos interioricen el contenido que quiere transmitir.
La vocación quizás no se manifiesta desde temprana edad, pero se nota fácilmente en las personas que la tienen. Se convierte en una actitud, una disposición positiva frente a los desafíos que la clase pueda presentar.
Si trata a todos por igual y no hace diferencias, si no le importa dedicar más tiempo a explicar a los que no entienden, si es amable y cercano con los alumnos y, sobre todo, si tiene mucha paciencia, entonces es el maestro ideal.
Al mismo tiempo, no debe faltarle el entusiasmo por su trabajo, el deseo de superarse continuamente a sí mismo, buscar nuevas formas de decir el mismo mensaje y dar lo mejor de uno mismo en la lección que enseña.
La verdadera formación es también un aspecto que ningún docente debe dejar de lado. ¿Qué significa? Significa que, además de transmitir datos, fórmulas y técnicas, debe tener la capacidad de enseñar valores y buenos hábitos.¿Hay grandes maestros fuera de la escuela?
Hasta ahora hemos hablado de niños y profesores del mundo académico. Sin embargo, la función de un mentor no se limita a la edad o la profesión. Muchos adultos también buscan a alguien que los guíe, les enseñe lo que necesitan o quieren aprender.
Aunque puedes elegir, también hay profesores que se encuentran por pura casualidad, lo que podría haber sucedido en la siguiente clase o en el curso anterior.
El mentor ofrece todo su conocimiento a sus discípulos o aprendices y les ayuda a superar diversos obstáculos. Suele ser alguien con mucha experiencia en la industria y un don especial para enseñar o impartir sabiduría.
No importa la edad que tengas: aún estás a tiempo de elegir "el mejor maestro" de la vida.