Última actualización: 28 agosto 2015
Hay una canción cubana que dice: “tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y por encontrarnos”.
Así es: a veces, el azar crea maravillosas oportunidades que nos permitan conocer esas almas gemelas, esos seres perfectos, que dan nuevos caminos a nuestra vida y nos dan luz. Son almas que se encuentran existiendo en el mismo momento que nosotros, con quienes compartimos un breve fragmento de tiempo; pasamos meses o años inolvidables, pero luego todo se derrumba como un castillo de arena que se lleva el viento.
Te parecía el compañero perfecto, pero, por diferentes circunstancias, nada se pudo concretar. Se conocieron en la misma pista en su vida, pero tenían boletos para diferentes destinos. Algunas veces, el amor no es suficiente para mantener una relacion, aunque esa alma encontrada es un reflejo de la tuya. Sucede que hay complicaciones irreconciliables o costos físicos y emocionales demasiado altos para soportar. Hay amores imposibles que nos hacen vivir fragmentos perfectos de tiempo, fugaces e intensos, pero que, desde el principio, tienen grabada la fecha de caducidad.
La importancia de arriesgarse y experimentar en la vida
Una vida sin riesgos y decisiones es una vida no vivida. Es posible que sepas desde un principio que ciertas experiencias pueden suponer un alto coste, que seas consciente de que salir de la zona de confort, es decir, de tu nido seguro, te hará experimentar la incertidumbre de “no saber qué va a pasar.
Quizás sea consciente de que correrá el riesgo de cometer varios errores. Correr riesgos significa perder el equilibrio, pero con cada paso aprendemos a levantarnos de las caídas y comenzamos a caminar de nuevo con más confianza. Lo mismo sucede en nuestras relaciones afectivas, en las que nadie tiene un manual perfecto; nadie viene al mundo maestro de un amor sin sufrimiento. y por esto que es importante comprender los conceptos aquí expuestos.
¿Es cierto que hay "almas gemelas"?
Es probable que, leyendo el título de este artículo, hayas pensado que, si realmente existen almas gemelas, nunca irán en direcciones diferentes, porque las mismas almas están predestinadas a estar juntas para siempre. Ten cuidado de no equivocarte, no saltes al vacío sin paracaídas.
Los amores perfectos, sin embargo, no existen, hay que cultivarlas día a día, afrontando sacrificios e invirtiendo tiempo y esfuerzo. Además, el amor no es la única solución a todos los problemas, no es la única respuesta a todas las dudas, ni el único puente sobre todos los vacíos emocionales. Hay grandes amores condenados a experimentar inmensos sufrimientos, por muchas razones: incomprensión, egoísmo, inmadurez, intereses diferentes, etc.
El destino crea maravillosas oportunidades para conocer personas que parecen perfectas; sin embargo, este amor lleva fecha de caducidad desde el principio: lo que encontramos es un alma gemela con la que compartir un tiempo determinado y así disfrutar cada minuto, cada segundo. Sin embargo, recuerda siempre que tú mismo debes ser tu alma gemela; tienes que cultivar tu amor propio todos los días para seguir equilibrándote paso a paso.
La importancia de arriesgarse en el amor
Hay veces que lo sabemos perfectamente. Algo dentro de nosotros nos dice que esa relación no durará, que nos hará sufrir, que será corta y dolorosa. Entonces, ¿cometemos un error si nos arriesgamos? Absolutamente no, si conocemos los límites y tenemos cuidado de proteger nuestra autoestima.
El amor es una aventura que merece ser vivida; si decidimos descartar esta oportunidad, es muy probable que nos arrepintamos por el resto de nuestra vida de no haber arriesgado, de no haber recorrido ese camino corriendo hasta perder el aliento, para abrazar a esa persona.
Nadie sabe qué pasará después; ya sea un amor que dure toda la vida, si el final causa más sufrimiento que felicidad, valdrá la pena.
El tiempo vivido es aprendizaje, es el tiempo en que te apasionas, ríes y lloras. Las heridas que se crearán entonces serán curadas por la vida cotidiana; no hay duda, es mas doloroso arrepentirse de no haber arriesgado que recordar un amor que termino mal.
Este es el libro de la vida y como tal debemos escribirlo día a día. No hay amor sin riesgo, el que no se aventura no vive, el que no se esfuerza no obtiene recompensa. Incluso si la relación con el alma gemela aparente no durará, puedes estar seguro de que ese amor permanecerá en tus recuerdos por el resto de tu vida.
Imagen principal cortesía de Tomine
