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Última actualización: 19 de febrero de 2022
Las glándulas pituitaria y pineal regulan gran parte de nuestros procesos hormonales. Constituyen ese pequeño centro de poder en el cerebro que Descartes llamó el asiento del alma. Asimismo, este sofisticado laboratorio químico media en procesos básicos como el descanso y la relajación, el envejecimiento, el equilibrio tiroideo, etc.
Siempre que buscamos información sobre estas pequeñas glándulas es fácil encontrar múltiples referencias que provienen del mundo espiritual. Esto no es sorprendente. Este "tercer ojo" es relacionado por muchos con la esfera más mágica e intuitiva. Además de este universo energético y espiritual, estas estructuras están conectadas por ciclos de luz y oscuridad.
Las llaman las glándulas maestras o incluso el tercer ojo. Las glándulas pituitaria y pineal constituyen esa fábrica que regula las hormonas para asegurar el equilibrio y el bienestar.
El ser humano mantiene sus propios ritmos biológicos en sintonía con la naturaleza. La luz del sol configura ese canal que estimula los pequeños núcleos del cerebro. Las glándulas pituitaria y pineal son como conductores. Dan el ritmo perfecto a nuestro crecimiento, madurez sexual, temperatura e incluso a nuestras emociones.
Cualquier pequeño desequilibrio repercute directamente en nuestro bienestar.
Las glándulas pituitaria y pineal: funciones
A pesar de ser muy pequeñas (poco menos de 8 cm) reciben un gran aporte de sangre. Esto nos hace entender que su relevancia es crucial. No podemos pasar por alto otro detalle: son muy sensibles a nuestro estilo de vida.
Veamos en detalle la función de ambos.
Glándula pituitaria o glándula pituitaria
Un aspecto fascinante de esta glándula es la forma en que se conecta con su entorno. En función de la información que recibe de los sentidos y del tálamo, produce una serie de hormonas que le permiten adaptarse y reaccionar mucho mejor a los estímulos externos.
- La hipófisis o glándula pituitaria facilita la conexión social y ayuda a reaccionar ante los peligros.
- Promueve la liberación de oxitocina para fortalecer los lazos.
- Estimula la producción de hormonas suprarrenales gracias a las cuales es mejor soportar el estrés.
- Trabaja en conjunto con el hipotálamo que regula las emociones y la memoria. A su vez está influenciado por la glándula pituitaria. Gracias a esta unión, lo que pensamos y percibimos a través de los sentidos se traduce en un estado emocional.
Por otro lado, es importante destacar la implicación de esta glándula con determinados procesos biológicos:
- Regula el metabolismo.
- Secreta la hormona estimulante del folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH) que liberan estrógeno, testosterona y progesterona.
- Estimula la producción de prolactina, necesaria para la producción de leche.
- Media entre la producción de melanocitos para el cuidado de la pigmentación de la piel.
- Estimula la liberación de la hormona del crecimiento y desarrollo humano.
La glándula pineal
Las glándulas pituitaria y pineal comparten algunas funciones, además de estar muy juntas. Sin embargo, siempre ha sido esta última la que mayor interés despertó desde un punto de vista místico y espiritual. Será por la forma que parece un árbol, por su fragilidad o porque necesita oscuridad para funcionar al máximo.
Por fragilidad de la glándula pineal nos referimos al hecho de que una vez que llega a la adolescencia, comienza a reducir su actividad. A menudo, cuando llega, ya comienza a mostrar signos de calcificación. Su sensibilidad al medio ambiente, la nutrición, los agentes ambientales tóxicos y nuestro estilo de vida pueden alterar su correcto funcionamiento. Veamos a continuación cuáles son los procesos regulados por la glándula pineal:
- Regula el ritmo circadiano e induce el sueño.
- Necesita oscuridad para secretar melatonina.
- Es clave en la madurez sexual.
- Una alteración en la glándula pineal puede causar trastorno afectivo estacional y depresión.
¿Cómo podemos cuidar mejor las glándulas pituitaria y pineal?
Actualmente, el interés por estas dos glándulas va en aumento. Además del campo místico y espiritual, existen numerosos estudios al respecto, dirigidos al público en general. Por ejemplo, en el Journal of Pineal Research se han publicado estudios muy interesantes, además de útiles, sobre este “tercer ojo” con funciones endocrinas.
Estas estructuras son un claro ejemplo de cómo el sistema endocrino está en el centro del comportamiento y el carácter de una persona.. De hecho, es bien conocido el impacto de enfermedades del sistema endocrino como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo: no solo alteran el metabolismo y, por tanto, el peso, sino también el estado de ánimo y el descanso nocturno.
Aquí entonces es que nunca está de más saber cuidar estas estructuras. Las glándulas pituitaria y pineal nos lo agradecerán.
- Seguir una dieta lo más natural posible, libre de pesticidas, colorantes, conservantes…
- Los alimentos orgánicos consumidos crudos reducen la calcificación de la glándula pineal.
- Es necesario aumentar la ingesta de vitamina D, A y del complejo vitamínico B y minerales como el magnesio o el manganeso.
- Es ideal para seguir los ciclos de la naturaleza tanto como sea posible. Si viviéramos en sintonía con las horas del día y descansáramos con la oscuridad, estas glándulas nos lo agradecerían.
- Se recomienda que reduzca o tenga cuidado con la exposición a la luz de los dispositivos electrónicos.
Para concluir señalamos que entre estas dos glándulas, la más importante es sin duda la hipófisis o hipófisis. Es la estructura endocrina más importante porque regula prácticamente todos los procesos del organismo. Vale la pena cuidarlo y para ello basta con adaptar su estilo de vida al desarrollo natural del día.