Cinco ideas para comunicar más usando menos palabras
1. Dar más abrazos. Un abrazo puede decir mucho sin palabras. De hecho, hay situaciones en las que cada palabra puede resultar trivial e incluso incómoda. En estos casos, nada mejor que un abrazo, esos que rompen la tristeza y acercan a las personas permitiéndoles conectar desde lo más profundo de su "yo". Y si necesitas una excusa más para dar un abrazo, un estudio de la Universidad Carnegie Mellon reveló que los abrazos ayudan a lidiar con el estrés y fortalecen el sistema inmunológico al generar sentimientos positivos que promueven la liberación de hormonas como la oxitocina.2. No le temas al silencio. Mark Twain dijo: "Un discurso adecuado puede ser eficaz, pero ninguna palabra ha sido tan eficaz como el silencio adecuado". La capacidad de guardar silencio con otra persona crea una sensación de intimidad completamente nueva. De hecho, permanecer en silencio sin sentirse incómodo con otra persona indica que hemos llegado a un punto en la relación en el que no hay necesidad de llenar los vacíos. Hay situaciones en la vida en las que, en lugar de molestar con un discurso vacío, una persona solo necesita tenernos a su lado, en silencio, apoyándolo emocionalmente.
3. Resuma sus ideas. Una conversación necesita al menos dos partes, lo que significa que debemos ser lo suficientemente asertivos para permitir que otros expresen sus sentimientos e ideas. Si acaparamos la conversación, se convertirá en un monólogo que acabará aburriendo a los demás. Por eso, cuando expreses una idea o cuentes una historia, ve al grano, no te pierdas en detalles insignificantes, para dejar espacio para que otros hablen de sus experiencias.
4. Preste atención a las reacciones de los demás. Una conversación es como un baile, en el que todos deben prestar atención a las reacciones de los demás y actuar en consecuencia. De hecho, el filósofo francés Montaigne dijo que: "la palabra es la mitad de quien la pronuncia y la mitad de quien la escucha". Desafortunadamente, muchas veces estamos tan atrapados en nuestro tema que nos olvidamos del otro. Pero la clave de la asertividad radica en captar y descifrar las reacciones de nuestro interlocutor, para ver si se aburre o ya no nos sigue. En este caso, bastará con corregir el rumbo, eligiendo una frase adecuada o simplemente permanecer en silencio.
5. Escuche, escuche, escuche ... qualcuno ha detto che abbiamo due orecchie e una bocca e dovremmo usarli in questa proporzione. Quando si pratica l’ascolto attivo non si assume un atteggiamento passivo, al contrario, si dimostra al nostro interlocutore che per noi è una persona importante e siamo interessati al suo messaggio. L’atto di ascoltare trasmette rispetto e interesse, è un modo per dire che il nostro interlocutore si può fidare di noi e siamo interessati alle sue opinioni e necessità. Quindi, non interrompere continuamente, ascolta gli altri. Ricorda che ci sono momenti in cui un discorso perfetto e le ragioni più logiche non servono a nulla, quando l’anima ha bisogno di piangere il meglio che possiamo fare è diventare buoni ascoltatori. Perché, come disse Julio Cortázar: “le parole non sono sufficienti quando quello che devi dire trabocca l’anima”.