Última actualización: 09 octubre, 2016
La felicidad es eso que, quizás, no sabemos definir bien, pero que todos anhelamos. A veces lo perseguimos hasta el punto de sufrir un tremendo malestar por las imposiciones que nos dictamos. Porque queremos ser felices, pase lo que pase.
Si le preguntas a alguien dónde está la felicidad, por lo general te hablará de objetos externos a nosotros., a elementos que se desvanecen, que están fuera de nuestro control.
A menudo se dice que la salud, el dinero y el amor traen felicidad. Sin embargo, no es así: ninguno de estos tres factores nos hace felices y creer que nuestro estado de ánimo depende de ellos es un gran error, que acabará por llevarnos a ser aún más infelices.
¿Dónde solemos buscar la felicidad?
Desgraciadamente, la especie humana ha generado multitud de creencias irracionales. Estas son necesidades y requisitos que se encuentran solo en nuestra mente, pero que sostenemos como verdades absolutas. Frases inquebrantables que deben marcar nuestro camino. De hecho, cuestionarlas puede provocarnos el mismo mareo que nos produce cuando nos encontramos en un precipicio escarpado.
Creemos erróneamente que si satisfacemos estas necesidades y demandas, encontraremos la felicidad.; por el contrario, si no cumplimos con nuestras expectativas, nos sentiremos desafortunados. Cargas que nadie puede soportar, ni siquiera nosotros.
