Última actualización: 14 de marzo de 2016
Es bueno para la vida saber que sabemos disfrutarla y que tenemos el coraje de aprovecharla al máximo, superando todos los límites que se presentan en nuestro camino. Es realmente bueno para la vida sentir que las personas pueden sonreír, con confianza y mal humor, inconscientemente y hasta que duelen los músculos.
Sonreír es un acto irracional e íntimamente humano. Sonreír es el verbo que establece la herramienta más sincera y económica que tenemos para afrontar los problemas, para celebrar los buenos momentos y ofrecer a los demás un momento de alivio.
“La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de conmover lo impasible”.
-Orison M. Marden-
Cuando sonreímos creemos que somos invencibles, parecemos ser un poco más libres y tener la fuerza para seguir adelante. Por esto y por muchos otros motivos, ¡qué buenas son las personas que saben sonreír a la vida! ¡Qué hermosa es nuestra vida cuando lo hacemos!
Esas personas que sacan el sol cada vez que sonríen
Las personas que saben sonreír van acompañadas, vayan donde vayan, de un haz de luz brillante: iluminan a quienes les rodean y, en consecuencia, los lugares a los que llegan. Es por eso que estos individuos pueden traer un rayo de sol en los días más oscuros y enviarnos alegría cuando estamos en el suelo. Son personas capaces de hacernos reír incluso cuando no tenemos las más mínimas ganas.
En otras palabras, seguro que tú también sabrás la sensación que tienes cuando estás seguro de que, pase lo que pase, siempre habrá alguien con nosotros que nos sacará una sonrisa. No importa la distancia temporal o el espacio físico que nos separe: ya sea cerca o lejos, esa persona siempre estará a nuestro lado.
“Alondra de mi casa, te ríes mucho. Tu risa en tus ojos es la luz del mundo. Ríete tanto que mi alma, al oírte, se adentra en el espacio. Tu risa me libera, me da alas. Me quita la soledad, me saca de la cárcel. Boca que vuela, corazón que relampaguea en tus labios.”
-Miguel Hernández-
Estar cerca de aquellos que pueden hacernos sonreír es adictivo
Esta categoría de personas tan beneficiosas para la vida crea, metafóricamente hablando, adicción. Algunas personas son parte de nuestra vida principalmente porque saben cómo hacernos reír.
Tienen esa habilidad especial de entender cuándo y cómo hacerlo. Cuando sonríen, estos individuos nos brindan cuidado, calma, coraje y mucha confianza. Recibir una sonrisa como regalo, de hecho, casi siempre es positivo, ya que con ella también llegará una ola de energía vital. que moverá nuestras emociones dejándolas en las mejores condiciones.
Quienes son conscientes de que sonreír nos hará sonreír a nosotros también merecen todo nuestro agradecimiento: se ofrecen gratuitamente a nosotros. Nunca olvidaremos esas sonrisas que nos hicieron o nos hacen sentir vivos.
Sonríele a la vida y te devolverá la sonrisa
La mejor manera de agradecer a las personas que nos ayudan a sonreír es tomarlas como ejemplo: nosotros también podemos hacer el bien a la vida. En este sentido, será durante el peor de nuestros días cuando tendremos la obligación de levantar el ánimo y afrontar las circunstancias de la mejor manera posible.
Será en los días más oscuros cuando tendremos que aprender a convertirnos en el sol: sonreír para borrar y olvidar lo que nos duele es la mejor manera de seguir adelante. La vida no espera, el tiempo se agota: la única clave para resolver las situaciones más delicadas es adoptar una actitud positiva, para sacar lecciones que queden grabadas en nuestra memoria. Y sonreiremos por hacerlo.
"[..] niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu sonrisa nunca,
porque me moriría de eso".
-Pablo Neruda-