Última actualización: 11 de mayo de 2015
En las relaciones de pareja existen muchos factores que determinan el buen funcionamiento o el fracaso de las mismas.
Para que una relación se establezca sólidamente, debe tener una buena base, pilares fuertes a los que acudir cuando surjan problemas de diferencias. Y por supuesto, todas las personas son diferentes; por eso, la forma en que resolvemos los problemas marca la diferencia, es el factor fundamental que distingue a una pareja exitosa de una destinada a extinguirse.
Venga Ben dice Gottman, el problema no son los conflictos, ya que son comunes e inevitables, sino los mecanismos que se activan cuando surgen.
Asegura que las parejas que terminan separándose son aquellas que se aferran a las emociones negativas, lo que las lleva a una espiral autodestructiva, que consiste en el uso de mecanismos de comunicación nocivos e ineficaces para resolver o aceptar las situaciones que viven.
Estos mecanismos son denominados por Gottman como los “4 caballeros predictivos de la separación” y son de los que vamos a hablar a continuación.
1. Defensivo
Es una actitud defensiva que adoptamos cuando nos sentimos atacados. Esta actitud niega la responsabilidad de la lucha y, por lo tanto, no trae cambios positivos ni lecciones para cambiar la situación.
Además, la actitud defensiva provoca un ataque como respuesta a lo que se percibe, que puede ser una amenaza, un juicio, un reproche…
Con esto queremos decir que estar a la defensiva implica muchas veces una actitud irrespetuosa hacia el otro, ya que se considera que el otro es el responsable que inició la ofensiva.
Con la famosa frase “la mejor defensa es atacar”, iniciamos una batalla en la que la solución del conflicto está muy lejos, ya que nos enfocamos más en defender y atacar que en responsabilizarnos y buscar una solución.
2. Indiferencia
Ser indiferente es una actitud negativa para resolver las disputas, ya que hace que nos alejemos y nos alejemos de los argumentos del otro, como si el problema o la solución a este no nos interesara.
Es una estrategia negativa porque te estás alejando de nuevo de la solución, ya que ser indiferente y “lavarse las manos” no soluciona el problema.
Es una actitud silenciosa, una expresión corporal pasiva, inexpresividad, evasión, respuesta lacónica, que nos hacen cerrarnos en nosotros mismos, colocándonos en una posición por encima del problema y de la pareja, como si la riña no nos involucrara a nosotros.
Somos indiferentes cuando ignoramos el problema y el otro, como si no nos importara.
3. Crítica destructiva
La crítica es destructiva cuando se convierte en un juicio contra la otra persona y no hacia las propias acciones.
Esta crítica se desmorona y ataca al otro, sin respetar su persona. Es una forma irrespetuosa de expresar disconformidad o enfado por algo que hace el otro, juzgando sus actos y a la persona misma.
Se confunden y usan términos como “si actúas así eres”, y este juicio emocional es muy destructivo, porque acusa, reprocha y condena.
4. Desprecio
Es una actitud agresiva y de falta de respeto, que se expresa directamente hacia la pareja.
Presupone gestos, palabras, insultos, amenazas, insultos, burlas y humillaciones que implican una actitud de superioridad por parte de quien desprecia.
La persona despreciada se siente inferior y aniquilada como persona. Es como si alguien pasara por encima de él, para aplastar y dañar permanentemente ese pedacito de ego que había quedado intacto.