Gran parte de los conflictos familiares, y humanos en general, derivan de la falta de capacidad de diálogo.
Última actualización: 12 de abril de 2022
Los conflictos familiares más frecuentes se refieren a situaciones o dinámicas de cambio que no son aceptadas. Asimismo, se enfrentan a hábitos negativos que se arraigan y se convierten en modelos a seguir que dificultan el diálogo y las relaciones interpersonales.
Más allá de las razones por las que surgen los conflictos familiares más frecuentes, es bueno no perder de vista que estos también constituyen una oportunidad de crecimiento. La familia es la unidad social básica y el aprendizaje resultante tiene un valor incalculable para otras dimensiones de la vida.
“El vínculo que nos une a la verdadera familia no es el de la sangre, sino el del respeto y la alegría que sentimos por su vida y ellos por la nuestra”.
-Riccardo Bach-
Las peleas, los desacuerdos y los malentendidos son perfectamente normales. Toda relación se caracteriza por ello y la familia no es una excepción.
Sin embargo, es importante desarrollar e implementar estrategias para manejar problemas y aprovechar de estas experiencias. En las siguientes líneas se enumeran algunos de los conflictos familiares más frecuentes, así como algunos consejos para resolverlos.
Los conflictos familiares más frecuentes
1. Contrastes generacionales
Hay edades y momentos en la vida en los que es más probable que tengas relaciones conflictivas.. Entre estas se encuentra la adolescencia, una etapa en la que los cambios ocurren a una velocidad abrumadora. Durante estos años, el conflicto va de la mano con la afirmación.
Algo similar ocurre en la fase de transición desde la mediana edad. a la vejez. Es una transición que no siempre es fácil y que implica muchos cambios en la vida de una persona. A veces reaccionamos con irascibilidad y falta de convencionalismo.
De cualquier manera, la familia debe ofrecer comprensión.. Ni los adolescentes ni los adultos mayores tendrán razón en muchos casos, pero es necesario juzgarlos o exigirles que tengan un equilibrio que no pueden lograr, al menos momentáneamente.
2. Pérdidas
Las pérdidas son una de las razones más comunes de los conflictos familiares. La muerte de un familiar o ser querido tiene un gran impacto en los familiares. Es normal que esto genere enfado y frustración.
Perder algo importante, como un trabajo importante, una actividad, una oportunidad, etc., también tiene efectos. No podemos superar lo que pasó automáticamente, pero tenemos necesita tiempo para procesar lo que pasó.
3. Problemas pasados no resueltos
Los problemas familiares no resueltos no se dejan simplemente atrás. En la mayoría de los casos se convierten en tensiones o resentimientos latentes, que acaban aflorando de una forma u otra: hostilidad, mal humor, desconfianza, etc.
Si bien a veces es imposible encontrar una solución a un problema, no es una buena idea enterrar el polvo debajo de la alfombra. Lo ideal es reflexionar sobre lo sucedido y encontrar el momento adecuado para hablar de ello y aclarar las cosas.
4. Papeles indefinidos entre las causas de los conflictos familiares más frecuentes
Los conflictos familiares a menudo ocurren porque no hay una distinción clara en cuanto al papel que cada uno debe jugar dentro del grupo social. Ocurre cuando los padres terminan pidiendo consejo a sus hijos o los menores dan órdenes, se redistribuyen responsabilidades de manera inapropiada, etc.
Como estructura social que es, lo ideal es que una familia tenga roles bien definidos, especialmente los de autoridad. De lo contrario, lo más probable es que resulte en cierta anarquía que provoque malentendidos, injusticias o confusiones.
5. La enfermedad
La enfermedad de un miembro de la familia puede desencadenar una variedad de conflictos. Este es especialmente el caso cuando se trata de una enfermedad crónica o terminal. implica la necesidad de ayuda.
Estas situaciones requieren un diálogo abierto y honesto. Es importante distribuir tareas y asignar responsabilidades de la manera más justa posible. Esto ofrecerá una atención de calidad a la persona enferma y nadie se verá abrumado.
6. Favoritismo
El favoritismo genera conflictos familiares porque en muchos casos son la base de una estructura injusta y discriminatoria. Una casa es tal porque cada miembro tiene un lugar indiscutible en el grupo humano.
Es cierto que nunca habrá equidad total, pero debe haber una voluntad firme de ser justos con todos. Algunos miembros de la familia serán brillantes y exitosos, otros no tanto.
Sin embargo, la base de los lazos familiares es el amor incondicional. Esto nunca debe ser cuestionado.
7. La agresión y la falta de respeto entre los conflictos familiares más frecuentes
La agresión no es sólo una de las causas más frecuentes de los conflictos familiares, sino de los conflictos en general. El abuso es inaceptable, al menos en la vida de una persona interesada en preservar su salud mental.
Unos pocos momentos de agresión son perfectamente normales. El problema surge cuando se convierte en un patrón y frecuente. El resultado es a menudo una cadena de heridas que a veces nunca sanan.
Para que una familia, y cualquier grupo humano, sea constructivo para las personas que la integran, el límite de la falta de respeto nunca debe cruzarse.
De lo contrario, los vínculos se deterioran significativamente y hay efectos emocionales considerables. Es poco probable que una relación vuelva a ser la misma después de un acto irrespetuoso.
Conclusiones
Los conflictos familiares más frecuentes, pero también los menos frecuentes, se pueden solucionar aumentando la capacidad de diálogo.
Esto incluye la escucha activa, la asertividad y el afecto. Resolver los problemas familiares enriquece tu vida y te prepara para mejores relaciones con el conjunto de la sociedad.