Última actualización: 13 de mayo de 2015
El tiempo con los ex debe ser una experiencia, debe ayudarnos a conocernos a nosotros mismos, a conocer nuestras virtudes, pero también nuestros defectos, a saber comportarnos en el futuro, a aprender de nuestros errores y los de los demás. Todo esto nos ayudará a encontrar el amor verdadero, que aparentemente realmente existe.
El problema surge, o más bien se manifiesta, cuando el cariño aún es fuerte y el vínculo con el ex sigue siendo intenso. Los ex pueden dejar su huella en nosotros de manera positiva o negativa. Todo depende de la intensidad de la relación más que de los días contados en el calendario. Hay muchas parejas que llevan solo un año juntas y lo han vivido con más intensidad que otras que llevan 10 años juntas. Por otro lado, los planes realizados junto con la ex pareja y las expectativas depositadas en la otra persona pueden ser responsables de nuestro comportamiento con la siguiente pareja o con nosotros mismos. Esto quiere decir que si hemos confiado mucho y nos han traicionado, probablemente nos será difícil “meter la mano en el fuego” por alguien durante algún tiempo.
Los ex: una presencia amenazante
Algunos de nuestros ex siguen estando presentes tanto emocional como físicamente incluso después de un tiempo. Otros, en cambio, se pierden, llevamos mucho tiempo sin pensar en ellos y luego vuelven a aparecer sorpresivamente, por algún recuerdo, quizás porque pasamos en un lugar donde fuimos con nuestra pareja, o porque escuchamos su nombre siendo pronunciado...
Aunque una relación haya terminado bien, los ex (y esto hay que aceptarlo) dejan su huella, a veces profunda, otras veces más superficial, pero siempre la dejan. Sin embargo, nos permiten descubrir y ver algunos aspectos importantes de nosotros mismos. Aunque tienes 20 ex, cada uno de ellos ha dejado algo atrás. La cuestión es que cuando buscamos el amor, hay un denominador común que no habla del otro, sino de nosotros mismos. Hablar de nuestras necesidades inconscientes, nuestros traumas, nuestras expectativas, etc. Estas son las palabras de la Dra. Patricia Sepúlveda Sanhueza, psicóloga y experta en terapia de pareja.
Podemos creer que nuestros ex son exactamente lo opuesto a nosotros, pero ese no es el caso. Un compañero considera la oportunidad de aprender de nosotros, del sexo a las relaciones, de lo que podemos ofrecer a los demás. Entonces, ¿por qué algunos ex son más importantes que otros? El experto responde que esto se debe a las expectativas que depositamos en la pareja, es decir, cuantos más proyectos hayamos hecho con esa persona, mayor será la herida.
A su vez, los exnovios son diferentes a los excónyuges, ya que el compromiso emocional en este caso es mayor. En este tipo de relación se comparten más momentos y al mismo tiempo no se consiguen más metas. El compromiso, por otro lado, es un entrenamiento para el matrimonio, una parte importante de la existencia humana. La huella que queda en estos casos es aún mayor, porque muchas veces se trata de un niño común.
Ser feliz: un acuerdo inconsciente
El hecho de elegir y posteriormente establecer vínculos afectivos con una pareja para ser feliz implica un cierto grado de madurez y autoconocimiento. Puede que hayan pasado solo 2 meses desde el compromiso, pero si alguien se ha hecho cargo de nuestra felicidad incondicionalmente, cuando la relación termine, el vacío que seguirá será inmenso.
La formación y combinación de parejas, se demuestra, se da de manera inconsciente. Un claro ejemplo es el de la mujer enamorada y el hombre exitoso; uno ayuda con admiración y el otro con protección y provisión para las necesidades de la pareja. Muchas separaciones se producen precisamente porque cambia el acuerdo tácito entre las dos partes, por parte de una o de ambas. Si la pareja no resiste y es incapaz de hacer un nuevo “contrato”, lo más probable es que se vuelvan infelices y posteriormente rompan. Muchas parejas intentan recuperar la situación cuando ya está demasiado dañada para recuperarse.
Aunque muchas veces se crea lo contrario, la separación produce una sensación de ligereza y felicidad cuando la relación se consume. Es fundamental aprovechar este momento para aprender mucho sobre nosotros mismos, sobre nuestros puntos fuertes y débiles, sobre la madurez, etc. Es vital analizar claramente el por qué de la situación, de lo contrario el dolor permanecerá fuerte por algún tiempo. Hasta que algunas heridas no sanen, no habrá lugar para un nuevo amor. Esto no quiere decir que no habrá señales en nuestra mente o en nuestro corazón, pero el secreto está en volver a empezar gracias a estas y cambiar, mejorar. Las marcas que dejan los ex no deben usarse para devanarse los sesos y pensar constantemente en lo que hicimos mal, llorar y quejarnos por el final de una relación y haber perdido a una persona. El proceso de elección de la próxima pareja y el desenlace o fracaso de la pareja dependerá de lo bien que estemos tras superar la relación anterior.
No hay una regla que diga cuánto se tarda en olvidar a un ex y cuánto nos debe marcar esto. Todo dependerá del compromiso y constancia de cada uno para intentar mejorar día tras día. Una buena idea es recordar las cosas que nos hacían felices en cualquier relación. Por ejemplo, un paseo, pasión, romance, saber que alguien nos cuida, seguridad, comunicación. Estos son los signos positivos que deben quedar como "legado" de nuestros antiguos socios. Las cosas negativas deben eliminarse con el tiempo, que es la mejor medicina en la mayoría de los casos.