Los ingredientes de la felicidad

Los ingredientes de la felicidad

Los ingredientes de la felicidad

Última actualización: 01 marzo, 2018

Los ingredientes de la felicidad no se encuentran en una receta mágica, sino que son el resultado de un sentimiento común. Lo que llamamos felicidad no es un estado de euforia constante, sino una actitud de armonía y equilibrio frente a la realidad que nos aporta paz interior y buenas intenciones vitales.

Todos queremos ser felices, pero no siempre somos capaces de definir qué es exactamente la felicidad. A veces pensamos que depende de conseguir algo: una relación, un bien material, un trabajo, etc. Pero la verdad es que los ingredientes de la felicidad están al alcance de todos porque crecen dentro de nosotros.



“La felicidad humana, por lo general, no es tanto el resultado de grandes golpes de suerte, que rara vez suceden, como de pequeñas satisfacciones cotidianas”.

-Benjamin Franklin-

Luego, la felicidad no se obtiene ni se pierde ya que es una actitud que se construye. Para ello, lo importante es aprender a ver qué nos ofrece. Aquí hay siete ingredientes de la felicidad al alcance de todos.

Los ingredientes de la felicidad

1. Perdónate a ti mismo

A menudo nos culpamos a nosotros mismos por nuestros errores y fracasos. También nos culpamos a nosotros mismos por ser de cierta manera o no. En realidad, la culpa es inútil. Su función es únicamente transformarnos en seres infelices e inseguros.

El primer ingrediente de la felicidad es abandonar la culpa. Aprende a ser nuestros mejores amigos. Hacer esto es imposible si no nos perdonamos a nosotros mismos y aceptamos que el error y la equivocación son bienes preciosos. Son la principal fuente de aprendizaje y crecimiento.


2. Explora, experimenta lo nuevo

Es común tener una tendencia a construir estilos de vida repetitivos, que nos impiden tratar siempre con algo nuevo. Esto nos ayuda a sentirnos estables y nos salva de una gran pérdida de energía emocional.


El problema es que si eliminamos la novedad de nuestra vida, pronto nos sentiremos aburridos y desmotivados. Además, terminaremos atascados. Es importante dejar siempre un lugar por explorar, para poder compararnos con lo nuevo. Este es sin duda uno de los ingredientes de la felicidad.

3. Actividad física y creativa

La actividad física es mucho más que una herramienta para mantenerse saludable. El impacto del ejercicio sobre la mente y el estado de ánimo es bien conocido. La felicidad también es un fenómeno neuroquímico y es importante ser consciente de ello. El ejercicio regular previene en gran medida los estados de ánimo negativos.

Algo similar sucede con las actividades creativas y recreativas. El ser humano necesita dar espacio a la expresión, a la imaginación, a la creatividad. Si nos privamos de estas dimensiones, difícilmente nos sentiremos felices.

4. Haz tu vida más fácil

Otro ingrediente importante de la felicidad es aprender a hacer tu vida más fácil. Esto significa entender lo que es realmente importante y lo que no lo es. Saber dedicar el tiempo a lo importante y evitar desperdiciarlo en situaciones neuróticas.

Hacer su vida más fácil también significa aprender a encontrar soluciones efectivas. No nos llenes de problemas innecesarios. Despejar el camino de pequeños obstáculos para obtener la vitalidad que nos exigen los grandes desafíos.


5. Modera los impulsos

Uno de los ingredientes de la felicidad es ser espontáneo. Sin embargo, no debe confundirse con dejarse llevar por cualquier impulso que sintamos. El dominio propio requiere esfuerzo, pero los frutos cosechados serán muy dulces.


Hoy en día, cualquier persona puede acceder a las técnicas de meditación. Son una herramienta maravillosa para aprender a manejar nuestras emociones, para evitar que se conviertan en una fuerza paralizante. Sin duda, somos más felices cuando somos capaces de actuar desde la razón y no desde el impulso.


6. Amistades constructivas

La amistad es uno de los lazos más hermosos de la vida. Es porque tiene mucho espontáneo y libre. Las amistades genuinas surgen de la afinidad. Se dan y se reciben por decisión propia. No hay compromisos y si perduran en el tiempo es por una elección libre y personal.

Quien encuentra a un amigo encuentra un tesoro es una frase ya célebre. Y lo es porque es verdad. Los amigos contribuyen a nuestra reafirmación, a conocernos, a valorarnos. Nos enseñan a escuchar ya ser solidarios. Son nuestra gran compañía en innumerables momentos. Sin duda, constituyen uno de los ingredientes de la felicidad.

7. Sé agradecido

Ser buenos con nosotros mismos significa aceptarnos, tolerar nuestros errores, perdonarnos, como ya se ha dicho. También implica cuidarse, protegerse, no detenerse a reconocer los resultados obtenidos y ser valiente en los malos momentos. Recordarnos sin descanso que tenemos derecho a ser felices.


La gratitud es una maravillosa virtud porque termina generando grandes beneficios a quienes la experimentan. Solo aquellos que valoran las cosas buenas de su vida pueden ser agradecidos. Quien sabe apreciarlos, es feliz. En esa acción, la felicidad aumenta.

Los ingredientes de la felicidad se construyen. No caen del cielo, ni se encuentran por casualidad en algún rincón de la vida. Es una verdad maravillosa que nos permite pensar que somos solo nosotros, y nadie más, los dueños de nuestra felicidad.

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