Muchas veces es difícil cuantificar lo que nos atrae de una persona; a veces incluso caemos en una atribución errónea. Para comprender mejor este fenómeno, HT Reis ha identificado cuatro principios de atracción que explican el misterioso magnetismo que actúa entre dos seres humanos.
Última actualización: 07 de junio de 2022
Según el psicólogo HT Reis, profesor de la Universidad de Psicología de Rochester, la literatura e investigaciones disponibles nos permiten identificar los principios de atracción. Hay cuatro, a saber, similitud, proximidad, reciprocidad y estrés.
Los principios de la atracción parten específicamente de las relaciones de pareja. El psicólogo, sin embargo, asegura que son aplicables a cualquier tipo de relación interpersonal que no implique lazos de sangre.
Cada una de estas leyes arroja luz sobre un factor que es determinante a la hora de decidir si la persona que tenemos delante es atractiva o desagradable.. Los cuatro muestran que la mente del evaluador contribuye más a este trabajo de etiquetar que las características reales del otro. Veámoslos en detalle.
"Supongo que tener cierto interés en una persona genera necesariamente la creencia obvia de que es hermosa".
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Los principios de la atracción de HT Reis
1. Principio de similitud
Tendemos a sentirnos atraídos por aquellos que se parecen a nosotros.. De alguna manera esta ley parece contradecir el dicho "los opuestos se atraen". De hecho, parece que nos gustan más las personas que tienen intereses, preocupaciones o motivos similares.
Este principio se basa en el trabajo de Donn-Byrne, el padre de la llamada ley de la atracción, de 1971. Según esta ley, cuanto mayor sea el número de elementos similares, mayor será la atracción entre dos personas.
La similitud es un principio de atracción por tres razones:
- Las personas que se parecen a nosotros están en una posición privilegiada para validar lo que pensamos y creemos que somos, lo cual es gratificante.
- La similitud confirma nuestros intereses y gustos: cuando vemos que son compartidos por otras personas, inferimos que son válidos.
- La similitud nos permite compartir los mismos ambientes o situaciones sin hacer sacrificios ni entrar en conflicto. Si a mí me gusta ir al teatro y la otra persona da largos paseos, terminaremos persiguiendo nuestros intereses por separado; o a su vez nos veremos obligados a sacrificarnos y participar en actividades de poco interés. Cuando los gustos son similares, sin embargo, este sacrificio no ocurre y las actividades en la empresa son más frecuentes y de mejor calidad.
2. Proximidad
El principio de proximidad establece que es más fácil entablar una amistad o una relación de pareja con aquellos que nos sentimos más cercanos, en un sentido físico y no sólo.. Compartir los mismos lugares, reales o virtuales, no solo facilita las oportunidades de interacción, sino que también aumenta la simpatía mutua.
Durante un experimento, a un grupo de voluntarios se les mostró una serie de fotografías que mostraban los rostros de personas desconocidas. Lo mismo se repitió por segunda vez, con nuevas imágenes. En este caso, sin embargo, se incluyeron algunas de las caras ya presentadas en la primera vuelta. Los voluntarios clasificaron las caras vistas dos veces como "más bonitas".
Hay que decir que si el contacto es continuo o muy prolongado, la atracción podría convertirse en aversión.. Lo mismo sucede cuando uno siente aversión instintiva y se ve obligado a mantener la proximidad.
3. Principio de reciprocidad
La reciprocidad indica que tendemos a sentirnos atraídos por aquellas personas en las que percibimos mayor aprobación o simpatía. En otras palabras, somos más comprensivos con aquellos que nos muestran simpatía.
Sentirse aceptado o aprobado por los demás genera en nosotros un sentimiento de seguridad, confianza y gratificación.. Es una situación que da lugar a una reacción en cadena de emociones positivas. Por lo tanto, es normal sentirse atraído por la fuente de estas emociones.
Según HT Reis, el principio de reciprocidad ejerce una influencia más fuerte que el principio de similitud. Podemos sentirnos muy atraídos por aquellos que, aunque no sean muy parecidos a nosotros, muestran aceptación y hacen algo por nosotros.
4. Estrés y ansiedad, el más ilógico de los principios de la atracción
Este es el principio de atracción aparentemente más paradójico. Los humanos tienden a gustarse más y atraerse cuando se encuentran en circunstancias que les generan ansiedad o estrés. Así, si estamos navegando en un velero y de repente aparece un tiburón, nuestro vecino enseguida nos parecerá más atractivo. O aquellos que comparten un salto en paracaídas con nosotros serán más comprensivos con nosotros.
Esto también explica por qué en situaciones en las que sentimos miedo o amenaza, tendemos a buscar en mayor medida el contacto social. La compañía de los demás nos brinda seguridad y confianza, creando un vínculo que deseamos que sea positivo.
Estos cuatro principios nos hablan de atracción, no realmente de amor o afecto.. Es decir, son factores que intervienen en la armonía inicial, pero que posteriormente no determinan la calidad ni la intensidad de una relación.