Última actualización: 10 de febrero de 2015
¿Sabías que el mal humor se puede transmitir como si fuera una enfermedad contagiosa? Así lo demuestran algunos estudios recientes. El equipo dirigido por el sociólogo de la facultad de medicina de Harvard, el Dr. Nicholar Christakis, realizó un estudio de 5.124 personas. El equipo descubrió que es más fácil transmitir un estado emocional dentro de un grupo del mismo sexo.
El estudio también reveló que tener un amigo feliz aumenta la probabilidad de sentirse más feliz. Aún más sorprendente es que el estado de ánimo positivo transmitido a una segunda persona puede transmitirse a una tercera e incluso a una cuarta persona.
Inventemos algunos ejemplos para entender mejor los efectos. Si María es tu amiga y tiene una actitud positiva, tienes un 15% más de probabilidades de sentirte feliz también. Más adelante, cuando interactúes con Mónica, tendrá un 10 % más de probabilidades de ser feliz. Si Mónica a su vez es amiga de Francesca, las posibilidades de que se sienta alegre aumentan en un 6%.
Este ejemplo sirve para entender que el estado de ánimo realmente puede propagarse en cadena, como lo describió el Dr. Christakis: "se parece a las pequeñas ondas que se propagan alrededor de una piedra arrojada a un lago"..
Asimismo, el mal humor es contagioso. Según el médico Alex Lickerman, como se informó en su artículo Cómo manejar el mal humor de su pareja, a los estudiantes de medicina se les enseña que si se sienten deprimidos mientras hacen preguntas a un paciente, generalmente provocan mentiras en el hecho de que el paciente mismo está deprimido.
¿Cómo se transmite el mal humor?
En la práctica, es un proceso de tres pasos. El profesor de psicología de la Universidad de Monmouth, Gary W. Lewandowski Jr., explica esto en su artículo ¿Es contagioso el mal humor? (¿El mal humor es contagioso?).
Primero ocurre lo que se llama imitación inconsciente. En esta fase, la persona copia los gestos del otro sin darse cuenta, como bostezar, rascarse o suspirar. Por lo tanto, las personas pueden experimentar una fase de retroalimentación. Por ejemplo, si ves a alguien fruncir el ceño, quizás tú también lo hagas sin pensar en ello. Ahora comenzarás a sentirte molesto porque tienes el ceño fruncido (segunda fase). Infine, en la tercera fase se comparten las experiencias hasta sincronizar las emociones y el comportamiento.
Algunas personas están particularmente inclinadas a transmitir su estado de ánimo: Pueden cambiar el estado de ánimo de todos los compañeros de trabajo en la oficina o durante una reunión. Algunos psicólogos creen que esto se debe a que estas personas son muy expresivas y realizan gestos que llaman la atención.
¿Qué hacer si tienes que interactuar con un cascarrabias contagioso?
Cuando alguien te trata mal, está de mal humor o te arruina el día, lo más seguro es que quieras desahogarte con alguien, que quieras compartir lo que te pasó. Sin embargo, quizás sin darte cuenta te estás convirtiendo en un eslabón de la cadena del descontento.
El psicólogo Alan Godwin sugiere que en lugar de reaccionar de la misma manera cuando alguien te habla de forma grosera, es mejor responder con una oración cuidadosamente pensada de antemano. Por ejemplo, independientemente de lo que te diga el Sr. Malhumorado, puedes resolver la situación diciendo algo como "¿Ya que hace buen tiempo hoy?".
El Dr. Godwin también aconseja que hay que estar preparado para que este optimismo no se devuelva y ponerse un “impermeable emocional”. En otras palabras, para protegerte del mal humor de los demás debes hacer un esfuerzo consciente para separarte psicológicamente del mensaje negativo de esta persona y recordarte que esas son sus emociones y no las tuyas..
En conclusión, recuerda que el mal humor es contagioso. Si tienes que difundir una ola de ánimo en el resto del mundo, entonces, ¿no sería mejor que una ola de ánimo positivo?
Imagen cortesía de: Rafael Edwards