La propagación del teléfono móvil es una realidad que ha afectado a todos, a unos más que a otros y se ha hablado mucho de los efectos nocivos que podría tener sobre la salud física; sin embargo, ¿qué opinas de las conexiones entre la telefonía móvil y los problemas psicológicos? ¿Cómo nos afecta el uso del teléfono inteligente a cada uno de nosotros? Echemos un vistazo a algunos estudios.
En la Universidad de Cornell, los investigadores aseguran que las personas mienten más cuando se comunican con teléfonos móviles que cuando lo hacen a través del correo electrónico. ¿Cuánto más? Dos veces. La comunicación no verbal facilita naturalmente la mentira y la comunicación a través de teléfonos móviles hace que todo sea más volátil.
¿Porque? En primer lugar, porque los correos electrónicos se pueden conservar, lo que dificulta deshacerse de ellos o denegarlos. En segundo lugar, porque el teléfono te permite recibir retroalimentación constante sobre lo que la otra persona cree o piensa, y esto te permitirá variar o mitigar la mentira.
¿Las estadísticas? El 14% de las mentiras viajan por correo electrónico, el 21% a través de mensajes de texto, el 27% directamente hablando con la persona y el 37% a través de llamadas telefónicas.
Posteriormente, otro estudio que analizó la mensajería instantánea muestra que el 30% de los mensajes enviados son engañosos, normalmente se envían para evitar citas no deseadas. ¿Porque? Quizás porque a las personas les resulta más cómodo negarse a sí mismas sin tener que escuchar la respuesta de la otra persona. O tal vez porque esta pequeña mentira escrita en un mensaje de texto hace que todos se sientan más cómodos. Lo cierto es que a partir de ahora escucharemos las palabras que nos digan por teléfono con diferentes oídos.
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