Última actualización: 23 de mayo de 2018
Hay muchos mitos sobre la infidelidad. La traición es sin duda un asunto serio, que en muchas parejas representa un punto de inflexión. Sin embargo, la cultura ha albergado ideas falsas al respecto. Le ha dado a la infidelidad una importancia que muchas veces no se merece.
Es verdad la infidelidad causa lesiones graves. La pareja nunca vuelve a ser la misma después de un episodio así. Esto, sin embargo, no significa que se trate de una masacre sin solución, que debe causar trauma personal y tragedia.
Muchos de los mitos sobre la infidelidad nacieron y se mantienen porque quienes los admiten o predican parten de un concepto idealizado deamor y la pareja Pero debemos pensar que en el ser humano nada es perfecto y mucho menos un sentimiento. Todos somos imperfectos y propensos a cometer errores, a ser inconsistentes. Lo importante es saber evaluar estos errores y volver a encarrilarse a tiempo.
"La infidelidad no es un acto para encontrar la pasión en otro cuerpo, es un pretexto para redescubrir la pasión en uno mismo".
mitos sobre la infidelidad
1. Ya no estás enamorado
Uno de los mitos sobre la infidelidad afirma que sólo se engaña cuando el amor termina en el par. En cambio, no es cierto. En este caso, como en todos los demás, no podemos partir de un prejuicio en un intento de comprender lo sucedido. Es necesario evaluar detenidamente la situación e interpretarla con calma, sobre todo si queremos salvar la relación.
Las circunstancias y cómo se produce la infidelidad nos dice mucho. Puede haber sido un episodio accidental e irrelevante. También podría ser señal de un conflicto no resuelto en la pareja o de que es hora de hacer un cambio. El sentimiento entre los dos socios no necesariamente ha desaparecido.
La consecuencia nefasta de estos mitos sobre la infidelidad es que en ocasiones generan una sufrimiento innecesario. Obviamente, a nadie le gusta que su pareja le sea infiel. Sin embargo, antes de enfrentar una tormenta interna, debes comprender lo que sucedió.
2. Falta de satisfacción sexual en la pareja
Una traición es un golpe bajo a la autoestima. Junto con la ira y la impotencia que produce algo que ya no se puede cambiar, uno comienza a dudar de su propio valor y habilidades sexuales. “¿Quizás no soy suficiente para él/ella?”.
Uno de los mitos sobre la infidelidad nos lleva a creer que sólo se busca una nueva pareja cuando no hay satisfacción sexual con la actual. Esto puede ser cierto, pero la mayoría de las veces no lo es. En muchos casos las infidelidades son circunstanciales, es decir, no afectan los aspectos de fondo de la pareja.
Es posible que estés buscando novedad o simplemente te sientas halagado por ser atractivo para otra persona y quieras reforzar ese sentimiento. También es posible que te dejes llevar por las ganas de seducir. Al mismo tiempo, sin embargo, la persona no tiene dudas sobre el amor que siente por su pareja. Es solo cuestion de inmadurez y egoismo, que a veces no se pesan a tiempo.
3. Nunca debes perdonar
Otro de los mitos sobre la infidelidad es que la traición nunca debe perdonarse, bajo ningún concepto. Hacerlo supondría perder el respeto en la pareja y sólo llevaría a que se repita este comportamiento, miles de veces. Esto tampoco es cierto, o al menos no es cierto para muchas parejas.
Ciertamente, una infidelidad no debe tomarse a la ligera, pero tampoco debe elevarse a la categoría de tragedia griega sin solución. En cambio, hay que evaluar las circunstancias en las que se produjo y, sobre todo, la calidad de la relación que se mantiene..
Una cosa es cierta: una infidelidad tendrá el peso que le demos y las consecuencias dependerán de muchas variables, incluido el manejo personal de la traición. Puede ser un hecho que requiera atención, reflexión y diálogo, provocando profundas heridas que tardarán en cicatrizar. De nosotros dependerá esta duración y la creación de la nueva piel.
Lo verdaderamente relevante en una pareja es el sentimiento que los une y la calidad del vínculo. Incluso en las parejas más felices puede haber momentos de crisis. Los seres humanos somos ambiguos y contradictorios. Solo si entendemos y aceptamos este hecho podemos entender que la realidad no es en blanco y negro. Y que hay que derribar los mitos sobre la infidelidad.