Si nos preguntáramos qué es mejor en una relación de pareja, si ser parecidos o complementarios, la respuesta sería que una relación requiere flexibilidad y apertura mental. Necesitamos ser similares en algunos aspectos y complementarios en otros.
Última actualización: 07 de mayo de 2022
¿Semejantes o complementarios? Esta es la pregunta que muchos se hacen a la hora de elegir pareja. Algunos piensan que “los polos opuestos se atraen”, otros quieren evitar a toda costa las diferencias para prevenir posibles conflictos.
Lo cierto es que ambas posiciones tienen sus razones. Quien piensa que es mejor tener una relación con alguien que tiene características diferentes a las propias (complementarias) cree, por ejemplo, que dos personas con un temperamento irritable seguramente acabarán peleando. Quienes se inclinan por buscar una pareja afín a ellos argumentan que las diferencias, tarde o temprano, crearán grietas en la pareja.
También están los que adoptan una posición intermedia. Según esta categoría de personas, no es importante ser solo similares o solo complementarios. Necesitamos equilibrar los dos aspectos: similares en algunas cosas y complementarios en otras. ¿Qué dice la psicología sobre el tema?
"Leí en alguna parte que para amarse las personas deben tener los mismos principios y gustos opuestos"
-George Sand-
La fascinación de lo contrario
Cuando una persona no tiene una opinión positiva sobre sí misma, muchas veces se siente atraída por aquellos que son diferentes a él. Ve en el otro la oportunidad de proyectar y materializar quien le gustaría ser, sin embargo, sin lograrlo. Por ejemplo, los que pasan desapercibidos tienden a buscar una pareja muy popular.
También se da el caso de quienes para salir adelante, más que buscar una relación de pareja, buscan una verdadera simbiosis con su pareja. Típicamente, se trata de personas inseguras y temerosas que necesitan la fuerza del otro para recibir protección y apoyo. En principio, si fomentas el crecimiento personal, esto no está mal. Sin embargo, si existe una adicción entre los socios, la situación es diferente.
Luego están los que, entre afines y complementarios, eligen la segunda opción porque ven a la pareja como un equipo o como una empresa para seguir adelante. Estas personas piensan (y enfatizamos el verbo "pensar") que es mejor combinar fortalezas y debilidades para lograr resultados comunes.
¿Semejantes o complementarios?
La ciencia también se ha preguntado si es mejor ser similares o complementarios dentro de una pareja. La Universidad de Kansas realizó un estudio en el que se examinaron 1.523 parejas. Los resultados mostraron que en el 86% de los casos las parejas cuyos miembros eran similares duraban más.
Otro estudio, realizado por la Universidad de Michigan, también llegó a la misma conclusión. Aparentemente, lo que más importa son las similitudes encontradas en aspectos relacionados con la personalidad, los valores, la forma de ser, las actividades recreativas, el consumo de alcohol y el uso de tecnologías.
Generalmente, se piensa que las personas se sienten atraídas por lo que es diferente a ellas. La diversidad genera curiosidad y se ve como una oportunidad para explorar nuevos "territorios" emocionales. Sin embargo, con el tiempo, lo nuevo comienza a convertirse en una barrera y las diferencias adquieren una connotación negativa.
Apertura mental y flexibilidad.
El dilema que surge de la pregunta "¿similares o complementarios?" es un poco artificial. Dentro de una pareja, uno no es ni totalmente similar ni totalmente complementario. Es difícil encontrar quien pueda responder perfectamente a nuestras necesidades ya las necesidades de nuestro mundo interior. La verdad es que cada pareja es similar y diferente al mismo tiempo. Por eso las dos alternativas son ilusorias.
Dicho esto, hay que destacar que todos los estudios sobre el tema coinciden en un punto: tener los mismos gustos y comportamientos es muy importante. Incluso en esta situación, sin embargo, siempre habrá momentos en los que un miembro de la pareja tendrá que ceder. Las parejas más estables son las más flexibles.
Las diferencias entre los miembros de la pareja son importantes y les va bien. Contribuyen al crecimiento mutuo. Gran parte de la vida amorosa tiene que ver con comprender estas diferencias. Cuando las divergencias son de poca influencia, existe una alta probabilidad de que el par dure mucho tiempo. Por el contrario, si las diferencias son profundas, hay más posibilidades de que la vida de la pareja se complique.
Finalmente, la respuesta a la pregunta es “¡Ambos! Parecidos y complementarios”. Debemos ser similares en sustancia y complementarios sobre la base de acuerdos voluntarios y conscientes. Por otro lado, esto es amor: encontrar un equilibrio entre la afirmación personal y la afirmación de la pareja.