Las personas con buena autoestima saben que sin esta dimensión la vida se atrofia y se pierde visibilidad, dignidad e incluso salud. Por eso cuidan este músculo psicológico todos los días, y lo hacen con conciencia, valentía, respeto y constancia.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
Las personas con buena autoestima se distinguen por algunos rasgos de comportamiento que les permitan tener una vida más sana. No están hechos de un material especial, no son diferentes de los demás. Son hombres y mujeres que han decidido potenciar sus valores, conscientemente o no, y tratarse a sí mismos de forma más saludable para alcanzar un estado de bienestar.
Si decimos que la autoestima es el secreto de nuestra supervivencia, algunos podrían pensar que es una exageración. Pero no lo es. Carl Rogers definió esta dimensión como el núcleo de la personalidad.
Psicoterapeutas y expertos en la materia, como Nathaniel Branden, la entienden como aquella necesidad humana que contribuye al sano proceso de la vida en cada una de sus fases.
La autoestima positiva nos devuelve el control de la realidad. Por el contrario, con una autoestima deteriorada, nuestro espíritu y confianza en nosotros mismos se embotan, nuestra identidad se desgasta y estamos sujetos a ataques externos.
Todos, de alguna manera, sabemos lo que significa desatender este tendón psicológico. La buena noticia es que es una dimensión que se puede entrenar, sanar y fortalecer. No importa la edad ni el contexto. Siempre es el momento adecuado para reparar este músculo interno que impulsa la vida..
Lo mejor del mundo es saber pertenecer a uno mismo.
-Michel de Montaigne-
¿Cómo son las personas con buena autoestima?
El plan de estudios de psicología de la Universidad de Michigan realizó un interesante estudio sobre la autoestima. El primer autor de este trabajo, el Dr. Brent Dollentan, descubrió que las personas con buena autoestima llegan a edades avanzadas con una calidad de vida notable.
Tienen relaciones más felices, son más sanas y respetuosas, además de aprovechar al máximo el trabajo y el tiempo libre. Otro hallazgo interesante revelado por el estudio es que, en promedio, las personas de 60 años tienen una mejor autoestima que la población más joven.
Parte de la comunidad de expertos pone el foco en este aspecto: los adolescentes y adultos jóvenes no explotan este recurso psicológico. Veamos juntos cuáles son los enfoques útiles para mejorar este aspecto.
Las personas con buena autoestima son más humildes
Este dato es importante. Muchas personas tienen una visión distorsionada de la autoestima. De hecho, no se trata de desarrollar una fuerte autoestima porque una autoestima excesiva conduce a un comportamiento narcisista.
Una autoestima sana es aquella que sabe ser humilde. Utiliza una actitud cercana, flexible, capaz de comportarse de forma sencilla, apreciando las cosas sencillas y prestando atención a lo que realmente importa.
se sienten competentes
Albert Bandura, destacado psicólogo social, definió un término que deberíamos aplicar en la vida cotidiana: “autoeficacia”. Sentirse no solo competente en todo lo que hacemos, sino también capaz de aprender de nuestros errores para mejorar y crecer es un ejercicio de sabiduría y crecimiento personal.
La autoeficacia apoya la autoestima, la acoge y la fortalece, ánimo e impulsos. Nos da coraje para actuar e ignorar las críticas o el clásico “no puedes, no te lo mereces”.
ya no tienen miedo
Las personas con buena autoestima han vencido esa presencia que limitaba sus vidas, sus elecciones y sus deseos: el miedo. Sabemos que el miedo es una emoción que nos garantiza la supervivencia, pero a veces le damos demasiado poder a miedos que no sirven y que otros nos proyectan. Tener una buena autoestima significa, entre otras cosas, aplicar el siguiente enfoque personal:
- No tengas miedo de decir la verdad cuando sea necesario. Aunque al hacerlo podemos decepcionar a otros.
- Racionalizar los miedos que nos impiden mostrarnos al mundo tal y como somos. Gestos como vestirnos como queremos, mostrarnos cómo somos en realidad, practicar las aficiones que nos definen y construir la vida que soñamos son actos que realizamos cuando por fin nos soltamos del miedo.
Son responsables de lo que dicen y hacen.
Otra aspiración para llegar a la cima de la autorrealización, como diría Abraham Maslow, es ser constante. Coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Siendo responsables de todo lo que hacemos y de las posibles consecuencias.
Las personas que ejercitan la autoestima a diario son muy responsables. Entienden que gestionar su propio destino y realidad solo está en sus manos.. Cada error cometido depende de ellos, así como cada éxito y logro.
El pasado ya no existe, el futuro aún no ha sucedido: el presente lo es todo
Para entrenar el músculo de la autoestima necesitamos centrarnos en el momento presente. Daniel Goleman, en su libro Focus, nos insta a entrenar nuestra atención: gracias a ella, reconocemos lo que es realmente importante en cada momento.
Es el secreto para cuidar este valor psicológico, de lo contrario corremos el riesgo de quedar atrapados en las heridas del ayer, en los fracasos del pasado o en las angustias del futuro.
Ser fuertes significa ser agentes activos del presente. Alguien que se mueve en la vida sabiendo a dónde va y lo que quiere. Las personas con buena autoestima no siguen a la multitud, no se dejan influenciar o convencer por lo que no corresponde a sus valores.
Piensan y deciden por sí mismos y lo hacen sin miedo, porque saben que para ser felices tienen que tomar decisiones que a veces no agradan a todos.