¿Por qué nos hacemos daño?

¿Por qué nos hacemos daño?

¿Por qué nos hacemos daño?

Última actualización: 02 de diciembre de 2015

Muchas veces tenemos la sensación de que nuestra evolución personal no va bien, y sentimos la necesidad de cambiarlo todo o al menos la mayoría de nosotros, sin saber realmente qué.

Hoy, nos gustaría compartir nuestra experiencia personal con usted en este artículo y comenzar deshacerse juntos de ese vendaje invisible que, en ocasiones, todos llevamos en los ojos.



La vida está llena de curvas.

Las curvas son lo que más se asemeja a la trayectoria de la vida, no las líneas rectas. Estarás de acuerdo con nosotros en que la vida no se basa en reglas fijas o tareas para completar "sí o sí".

La vida se trata de aprender, y esto implica fallar, equivocarse, avanzar, abandonar, olvidar o prevalecer. Por esta razón, no hay nada de malo en dejar las cosas sin terminar (estudios, relaciones) o en no respetar normas impuestas por la sociedad como no tener hijos a cierta edad, trabajo, etc.

Nadie debe juzgarte por lo que haces o dejas de hacer. Recuérdalo los únicos dueños de tu vida eres tú.

 

Serás feliz cuando

convencerás a la fuerza

tener derecho a ser

 

Toma el giro en el que estás en tu vida y si hay algo mal, detente, piensa, retrocede, busca lo que te pueda dar una pista y tómate tu tiempo.

El tiempo es dinero, por supuesto, pero recuerda que si haces las cosas sin disfrutarlas y sin estar realmente ahí, no servirá de nada.

mal, pero adelante

Planificar tu vida está bien. Y el futuro también es positivo: nos permite crear expectativas, sueños, pasiones y, sobre todo, reflexionar sobre cuál será el siguiente paso hacia nuestro sueño y hacerlo realidad.



Sin embargo, no es aconsejable una planificación continua basada en las decisiones tomadas y el tiempo pasado. ¿Cómo? En primer lugar, porque hay que recuerda que no le debes nada a nadie, si no a ti mismo.

Actuar así nos encierra en nosotros mismos, pensando que le debemos algo a alguien mientras la plenitud de la vida está en debernos algo sólo a nosotros.

El miedo a lo que no conocemos nos encadena los pasos ya dados, las decisiones tomadas y de las que seguramente nuestros seres queridos ya forman parte. Sin embargo, no decepcionarás a nadie si decides no seguir el plan que ya estaba establecido.

Intenta y falla. Incluso por solo dar un paso hacia lo que no sabes, la vida te recompensará con la grandeza de tu alma.

Elegir a las personas equivocadas nos permite aprender a ser mejores y dejarlas ir. En esta fase de las relaciones personales en la que el amor incondicional es la base de todo, nos gustaría preguntarte: ¿alguna vez te has propuesto ser alguien, en lugar de preocuparte por estar con alguien?

Recuerda que el amor surge de la pureza de los sentimientos entre dos seres humanos, no por conveniencia o por la idea de que "el noviazgo lleva a apegarse". Primero debemos querer compartir la vida con nosotros mismos.

Utilizar una relación amorosa para satisfacer nuestro miedo a no saber cómo tratarnos a nosotros mismos por falta de conocimiento o por no estar preparados para enfrentar la vida no es correcto.


 

Antes de entregar tu corazón,

preocuparse por crecer como persona

y ser la mejor versión de ti mismo.

Cuando encuentres a la persona adecuada en ese punto, ese crecimiento personal ya no será un solo individuo, sino dos personas: el amor. Date tiempo para madurar y sentir la soledad, su grandeza y el don de ser verdaderamente tú mismo para ti y tu pareja.


Mejoramos el pasado construyendo el futuro. Construimos nuestra existencia gracias a los éxitos y las experiencias, positivas o no, pero nunca negativas.

¿Sabes por qué? Nos gusta decirnos que todo, absolutamente todo, pasa por algo inmensamente bueno. Y no somos de los que han tenido una vida fácil, créenos.

Aprende a soltar y experimentar tus emociones

Aprender a soltar es el secreto para una vida plena, sin agravios ni arrepentimientos. Porque de los errores se aprende, nunca lo olvides.


Ustedes son los amos y señores de sus emociones.. Si permites que las situaciones que te hacen sentir mal y esas emociones te dominen, siempre estarás encadenado al pasado. Y no avanzarás ni te sentirás libre.

Compárate con los demás solo para superarte a ti mismo, para nunca olvidar quién eres. Vivimos en la era de los números, o mejor aún de los "seguidores". Las redes sociales han creado un sistema en el que “o tienes mucho o vales poco”. Y esto, como todo, tiene un lado positivo y un lado “menos positivo”. Los números no representan quiénes somos.

Hacer comparaciones solo sirve para querer ser mejor que otra persona, cuando el secreto está en mejorar ambos para poder dárselo al mundo. Ayúdense unos a otros, no compitan.

Las emociones son tesoros, siéntelos y compártelos. Vivimos inmersos en una sociedad donde preferimos lo material y tangible a lo mágico e intangible.

 

Las emociones nos definen,

hacernos nosotros mismos:

único e inigualable


 

Nunca sentiremos exactamente la misma emoción que siente la persona que está a nuestro lado, pero aún así somos capaces de entenderla y ser empáticos.

Nos asusta ser honestos y descubrir nuestra alma en base a “lo que dirán los demás”. Atrévete y vive de lleno la grandeza de las emociones. Aprende a no encerrarte en ellos y compártelos con el mundo.

Abandonamos nuestros sueños porque tenemos miedo de no valer lo suficiente o de no merecerlos, cuando en realidad todos existimos para hacerlos realidad.. Estar contentos con tener menos de lo que tenemos derecho nos corrompe.

Por esta razón, debes vivir por lo que, según tu corazón, te hace feliz. Amor por aquello con lo que tu cuerpo lucha y trabaja para dar al mundo y para compartir lo mejor de ti con los demás y para los demás.

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