Última actualización: 10 septiembre, 2019
Nuestra experiencia moldea y desarrolla nuestra autoestima, tanto en términos positivos como negativos. La evaluación que hacemos de nuestra forma de ser y del conjunto de características que configuran nuestro ego repercute en nuestro bienestar. En consecuencia, es importante no pasar por alto los problemas de autoestima.
La autoestima es uno de los pilares de nuestro funcionamiento vital. El motor que nos empuja a sentirnos bien o mal. Por eso es muy importante cuidarlo. A veces, sin embargo, las experiencias, percepciones, comparaciones o mensajes que recibimos pueden jugarnos una mala broma y afectar la forma en que nos evaluamos a nosotros mismos. Veamos cuáles son los 4 problemas de autoestima más comunes y cómo afrontarlos.
Creer que no vales nada, que no eres apto o capaz para hacer algo o simplemente tener una concepción negativa de ti mismo son señales de alerta que indican una baja autoestima.
Los 4 problemas de autoestima más comunes
Tener una imagen negativa de nosotros mismos.
Nuestros ojos son el primer espejo en el que nos miramos. Una visión realista de nosotros mismos debe tener en cuenta los aspectos positivos (virtudes) y negativos (defectos).
Si usamos un par de "anteojos opacos", no dejaremos pasar la luz y nos enfocaremos solo en nuestros defectos. Por el contrario, si somos capaces de cambiar de gafas, cambiará la percepción y valoración que tendremos de nosotros mismos. No podemos ser simplemente un tonto saco lleno de defectos. Y entonces, ¿cómo podemos ver el lado positivo de la vida si no somos capaces de verlo en nosotros mismos?
Cuando el gris y el negro gobiernan nuestra vida, quizás deberíamos pensar en experimentar con otros colores, otras alternativas…
No estar seguros de nuestras actitudes y pensamientos.
Dicen que ser indeciso es de sabios pero, cuando continuamente cuestionamos nuestras ideas o acciones, la inseguridad nos puede abrumar. Si nos acostumbramos a dudar de nuestras capacidades y comportamientos, nos privaremos de valor y tendremos baja autoestima.
Amarte a ti mismo implica tener confianza en ti mismo. Creer firmemente en sus valores y principios y estar dispuesto a defenderlos. Sin embargo, también implica corregirse cuando uno se equivoca.
Esperar a que los demás aprueben lo que queremos hacer e incluso lo que estamos pensando no es el camino a seguir. A menudo no saben lo que queremos o tienen diferentes prioridades. Por qué no atrevernos y empezar a ser nosotros mismos? De esta manera, dejaremos de ser vulnerables a los demás y comenzaremos a practicar la autenticidad.
Ser incapaz de aceptarnos a nosotros mismos
Un problema importante de autoestima es la falta de autoaceptación. Cuando no nos damos la oportunidad de reconocer nuestras cualidades y aceptar nuestros errores y sentimientos, no nos aceptamos como somos..
Si no logramos encajar las distintas partes que nos componen, nuestra autoestima se quedará sin fuerzas y se desmoronará. Nuestro crecimiento será limitado y también lo serán nuestras relaciones.
¿Qué hay de malo en descubrirte tal como eres? Aceptarse implica la posibilidad de seguir creciendo, también abre las puertas a la transformación y al cambio. Carl Jung ya decía esto: “Lo que niegas, lo sometes. Lo que aceptas te transforma”.
La presencia de sentimientos negativos frecuentes.
Todos tenemos momentos en los que tenemos sentimientos negativos o no resueltos, aunque no seamos plenamente conscientes de ellos. Los sentimientos negativos que surgen constantemente indican problemas de autoestima y pueden expresarse de muchas maneras:
- Falta generalizada de apetito por la alegría de vivir,
- Incapacidad para ver el lado positivo de la vida.
- me odio a nosotros mismos,
- Ansiedad,
- Cambios repentinos o exagerados en el estado de ánimo,
- culpa neurótica,
- reacciones exageradas,
- Hipersensibilidad y/o hiperactividad,
- Impotencia,
- Autodestrucción,
- indecisión crónica,
- perfeccionismo
por lo tanto, También es importante analizar la imagen que nos formamos de nosotros mismos en función de cómo nos sentimos. Ya que si nos sentimos mal, será mucho más negativo que cuando experimentamos sentimientos positivos. Por ejemplo, la vergüenza puede inmovilizarnos, la ira puede endurecernos y la tristeza puede llevarnos al abandono y al malestar total.
La autoestima es el esqueleto de nuestro "yo"
Los problemas de autoestima pueden conducir a la derrota y al fracaso si se ignoran. Entrenar nuestra inteligencia emocional nos ayudará a gestionar y mejorar la forma en que nos evaluamos.
Valores, hábitos, valoraciones y aceptación son algunos factores que inciden en nuestra forma de ser y actuar. Igualmente crucial es lo que creemos y percibimos sobre lo que otros piensan de nosotros. Generar conciencia para entrenar nuestra autoestima de manera adecuada facilitará la realización de nuestros sueños y, sobre todo, nos permitirá alcanzar el bienestar. no olvidemos eso amarte a ti mismo es el principio de todo.
“La felicidad es interna, no externa; de hecho no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”.
-Henry van Dyke-