Tanto la vida como las personas que nos rodean tienen mucho que ofrecernos, pero debemos aprender a saber recibir para que ni el orgullo ni la ingratitud nos impidan disfrutar de estos momentos. He aquí algunos consejos para saber recibir, que es tan importante como saber dar.
Última actualización: 10 marzo, 2021
Cada relación es un mundo, un universo con sus propias reglas. Para bien o para mal, todos tienen algo que darnos. Lo importante es saber recibir lo que nos ofrecen y, cuando sea posible, corresponder. Por supuesto, para conseguir lo anterior, tan importante es saber recibir como saber dar, sobre todo si queremos disfrutar plenamente de las relaciones con los demás y de una existencia mucho más armoniosa.
No se trata de ofrecer esperando algo a cambio, sino de valorar lo que recibimos cuando llega, aunque no lo hayamos pedido, y aceptarlo con amor. Porque si dar es una muestra de generosidad, saber recibir es sin duda sinónimo de espíritu noble.
Saber recibir es un gesto que la mayoría de las veces no notamos, aunque es fundamental acoger y apreciar lo que se nos ofrece. Por eso, te invitamos a adentrarte en este maravilloso arte a través de la comprensión, la apertura y la gratitud.
Saber recibir es aceptar con amor lo que la vida nos ofrece, valorando cada detalle.
Entender, la clave para saber recibir
La comprensión es esencial para saber recibir, ya que significa percibir lo que sucede en el acto de recibir y descubrir su significado. Es decir, para qué o por qué se nos ofrece una cosa u otra. Si es algo malo, puede ser una razón para aprender y seguir adelante. Si es positivo, podemos pensar que lo merecemos, fortaleciendo así nuestra autoestima.
Muchas veces es como si tuviéramos una coraza que hace que se nos escape toda muestra de cariño. A veces pensamos que no merecemos tales muestras de cariño. En estos casos nos cuesta recibir de forma libre, abierta y despreocupada.
De lo que no somos conscientes es que cuando nos negamos la posibilidad de recibir, enviamos un mensaje equivocado: el otro puede interpretar que no necesitamos su afecto y que no valoramos su esfuerzo. Es importante entender que la presencia de los demás es vital y su ayuda es preciosa. Por lo tanto, saber recibir significa también aceptar la ayuda cuando la necesitamos.
Para llegar a una comprensión plena del gesto de dar y recibir, debemos viajar dentro de nosotros mismos para explorarnos y conocernos. Al conocernos, será más fácil entender por qué nos cuesta tanto recibir o por qué a veces fallamos.
A través del autoconocimiento, podemos obtener un mayor control sobre nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos, que nos ayudará a emprender nuestro viaje hacia el poderoso arte de saber recibir.
Abrirse a los demás
Otra clave para saber recibir es la apertura a los demás. Consiste enestar dispuesto a aceptar lo que la vida nos ofrece. Si no estamos abiertos, no podemos dar espacio a nada ni a nadie, lo que significaría cerrarnos al mundo y no dejar espacio para lo que los demás nos pueden dar o lo que la vida nos puede traer.
Sin embargo, estar abierto no significa aceptarlo todo; más bien significa no cerrarse frente a lo que viene, poner límites.
Abrirse también significa dejar de lado el pesimismo y explorar nuevos caminos. Porque si somos más positivos y nos liberamos de la vida, estaremos mejor preparados para saber recibir lo que viene sin hacernos daño en el proceso.
Muestra gratitud
La gratitud es otro factor importante para aprender a recibir. Se trata reconocer con gratitud lo que la vida nos ofrece o lo que otros hacen por nosotros. Es una forma de reconocer que lo que llega nos enseña a superar obstáculos.
Dar gracias es también recibir con humildad, encontrar satisfacción en lo que tenemos y en lo que nos dan los demás. Para ello sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor: si bien, a veces, creemos que no tenemos nada, en realidad tenemos muchas cosas. Solo hemos dejado de valorarlos.
Por otro lado, aunque es más fácil agradecer cuando todo va bien, es fundamental no olvidar que podemos estar agradecidos incluso cuando lo que nos pasa no va tan bien. Porque es en estas circunstancias que podemos aprender de las decisiones que hemos tomado.
Saber recibir dejando de lado el orgullo
Dejar de lado el orgullo es otra estrategia para saber recibir. El orgullo nos aleja de muchas cosas. Para evitarlo, podemos empezar por reconocer que no somos el centro del mundo y que es normal necesitar a otros bajo ciertas circunstancias.
No somos omnipotentes, todos cometemos errores. Y al igual que nosotros, otros también pueden hacerlo. Es normal sentirse miserable cuando alguien nos ha defraudado, pero podemos darle otra oportunidad, tal como esperamos que nos la den.
El orgullo es un mecanismo de defensa que nos aleja de los demás y surge del miedo a reconocer los propios errores. Además, estar orgulloso y luchar por la perfección puede causar estrés. De hecho, un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México demuestra que este tipo de estrés es un importante factor de riesgo para la salud.
Por todas estas razones, podemos esforzarnos en dar gracias y así evitar que el orgullo sea un obstáculo para agradecer. Porque si somos capaces de mostrar comprensión, percibiremos más fácilmente el significado de lo que aparece en nuestra vida. Así aprenderemos a recibir mejor y estaremos preparados para ello.
Como vemos, saber recibir nos hace más humanos, porque reconocemos y valoramos el acto de dar de los demás. Por eso, es importante estar atento a los detalles de las personas que nos rodean, porque observarlas con detenimiento nos ayudará a valorar verdaderamente lo que tenemos ya recibir de la mejor manera lo que se nos ofrece.
El mundo está lleno de pequeñas alegrías, saber recibirlas es un gran arte.
