La insatisfacción con el propio cuerpo a menudo se debe a la presión social, junto con creencias disfuncionales específicas que tendemos a mantener. ¿Cómo podemos cambiar esta realidad?
Última actualización: 07 octubre, 2020
Prácticamente cualquier ser humano, al menos una vez en su vida, se ha mirado al espejo y pensado: “no me gusta lo que veo”. Se probó ropa en una tienda y empezó a sentirse incómodo con su cuerpo.. Esto se debe a que muchas veces queremos agregar, reducir, modificar o mejorar algunas partes de nuestro cuerpo.
Sin embargo, este rechazo de nuestra imagen corporal va mucho más allá de la dimensión puramente física; hay muchas personas que piensan que la apreciación y el éxito dependen de la apariencia. Entonces, cuando no reflejan los estándares de belleza, comienzan a sentirse como un fracaso, incapaz y sin importancia.
¿Por qué es común sentirse incómodo con su cuerpo?
Teniendo esto en cuenta, es interesante preguntándose de dónde viene esta tendencia a despreciarse a uno mismo, sentirse incómodo en su propia piel y qué se puede hacer al respecto.
Causas externas
No se puede negar el tremendo impacto de la cultura y la sociedad en la profunda insatisfacción que muchas personas tienen con sus cuerpos. El canon de belleza ha cambiado a lo largo de los años, estableciendo estándares casi completamente flexibles sobre lo que es apropiado y correcto usar en cada época y en cada lugar.
Hoy en día se ha impuesto un ideal inalcanzable e irreal, que valora medidas verdaderamente antinaturales, Para ambos, hombres y mujeres.
Estas son características únicas e impuestas desde el exterior, que no dejan lugar a la diversidad lógica de los cuerpos humanos. Exaltar estos modelos como los únicos aceptables tiene fuertes repercusiones psicológicas en quienes se desvían de ellos. Basta con acudir a cualquier tienda de ropa para ser testigo de la escasa variedad de tallas.
Crecemos, por tanto, aprendiendo a rechazar nuestro cuerpo, a sentirnos inadecuados y aplastados oa obsesionarnos porque no cumplimos con los estándares. Por otra parte, también presión social puede ser devastador, dado que el rechazo a la diversidad entra en juego desde los primeros años escolares.
causa interna
Todo lo anterior se nos impone. Aún así, existen otros aspectos directamente asociados con la personalidad y la actitud que conducen a sentirse incómodo con su cuerpo:
- comparaciones injustas. Por supuesto, los estándares siempre existirán, pero depende de nosotros entender si son modelos irreales e inalcanzables, y nuevamente si hay una razón para adaptarse a ellos. Enfrentarnos constantemente con celebridades o con personas reales que reflejan este ideal nos lleva inevitablemente a madurar emociones negativas hacia nuestra apariencia, sin entender que la diversidad es belleza.
- Pensamiento rígido y dicotómico. Estas creencias presuponen la existencia de dos extremos y la presencia en nosotros de algunas características negativas, ya que somos automáticamente poco atractivos e indeseables. Centrar la atención en ese aspecto de nuestro cuerpo que no nos gusta, magnificándolo y generalizándolo, nos llevará a sentirnos sumamente incómodos con nosotros mismos.
- Inferencias incorrectas. Es decir, como me siento incómoda con mi cuerpo, asumo que los demás me perciben de la misma manera. Pero eso no es todo: estoy segura que como no reflejo estándares de belleza, no valgo nada, no tengo derecho a usar ciertas ropas ni a realizar ciertas actividades; Nunca podré tener éxito en el mundo laboral, social o emocional.
¿Qué hacer si te sientes incómodo con tu cuerpo?
Hay dos aspectos principales en los que debe centrarse. Primero, trabaja en los comportamientos y creencias que puedes cambiar y que te llevan a sentirte insatisfecho con tu apariencia.
Entrena alelasticidad mental, comienzas a tomar conciencia de tus pensamientos, a notar tus cualidades y aprende a distinguir tu valor personal de tu apariencia.
Segundo punto: comprometerse y perseverar en el amor y entrenarse para aceptar su cuerpo tal como es. Sé agradecido, porque representa tu vínculo con este mundo, te permite respirar, reír, correr o abrazar a las personas que amas. Reconcíliate con tu imagen en el espejo y trátate con amor y respeto, independientemente de tu cuerpo.
Solo gracias a esta aceptación incondicional podrás realizar los cambios necesarios para cuidar tu cuerpo y tu imagen de forma saludable. Haz ejercicio y come sano; dale el cuidado adecuado, sí, pero hazlo porque lo amas y no porque lo odias.