Última actualización: 02 octubre, 2015
Las emociones son capaces de influir en muchos de nuestros procesos cognitivos. ¿Aprendemos de la misma manera cuando estamos tristes y cuando estamos felices? ¿Tomamos decisiones de la misma manera cuando somos positivos y cuando somos negativos? La respuesta es no.
Es curioso saber que ser una persona positiva te hace mas inteligente. Todas las emociones afectan a nuestra forma de pensar, repercuten en nuestra capacidad de memoria y en nuestra inteligencia. Es por esto que las emociones negativas reducen la capacidad de la memoria, mientras que las emociones positivas la aumentan. ¿Cómo?
Este es el por qué ...
Mente o corazón
¿Por qué nos guiamos en la vida? ¿De la mente o de los sentimientos? ¿Quién es más fuerte, el cerebro o el corazón? Depende, hay decisiones que tomamos exclusivamente con el corazón y otras que tomamos solo con la cabeza, sin tener en cuenta los sentimientos.
Lo ideal es mantener un equilibrio entre ambos, ser capaz de unir mente y corazón de la manera más adecuada. ¿Cómo? Porque en muchas ocasiones, los sentimientos y las emociones ven cosas que la razón no puede ver. Por eso es tan importante entrenar tanto la inteligencia académica como la emocional.
¿Significa esto que debemos guiarnos únicamente por nuestros instintos? No. Tenemos que encontrar un equilibrio. Una parte de nosotros debe dejar hablar al corazón, pero también debemos dar espacio a la razón y luego tomar la mejor decisión.
Emociones negativas o positivas
Las emociones negativas reducen nuestra capacidad de razonar. Esto sucede porque el cerebro también está más atento. centrado en el estado de ánimo de tristeza o ira, lo que reduce la atención a las decisiones a tomar y a la búsqueda de ideas creativas.
El pensamiento positivo mejora la creatividad y la claridad de las ideas cuando estamos más entusiasmados. No quiere decir que tengas que estar muy feliz, sino simplemente en un estado de equilibrio, de paz interior y optimismo. Cuando nuestro cerebro no está bajo tensión, podemos ver todo más claramente.
Cuando estamos bien, estamos tranquilos y en paz, tenemos más confianza. Y cuando estamos más seguros de nosotros mismos, normalmente aprendemos mucho mejor. Nuestro cerebro no está sometido ni a la tensión ni al estrés ni a estados de miedo. Mantenernos optimistas y en un estado de paz interior nos ayuda a aprender y empoderar la mente.
cólera
La ira bloquea la capacidad de pensar en cualquier otra cosa. No podemos pensar en otra cosa que no sea estar enojado, la causa de la ira, la ira que sentimos, lo que nos han hecho, etc. Es imposible pensar en otra cosa que no sea la ira, que nos impide tomar decisiones de otro tipo e hace que aprender cosas nuevas sea difícil.
Al igual que sucede con el miedo, la ira consume mucha energía de nuestro cerebro. Y cuando el cerebro consume energía en un estado emocional negativo, ignora otras funciones cognitivas. Es por eso, al controlar tus emociones, podrás controlar tu mente.
"No tomes decisiones si estás triste, no hagas promesas si estás feliz"
Cuando nos dejamos llevar por el exceso de emociones, no pensamos con claridad. Sólo pensamos a través de las emociones.. Si estamos tristes, no podremos tomar la decisión correcta, porque estará en sintonía con la tristeza que sentimos. Si, por el contrario, estamos muy contentos, podemos pensar en hacer muchas cosas, en lograr ciertas metas, en hacer promesas que en realidad no podemos cumplir. Cuando salimos de ese estado de felicidad extrema y volvemos a un estado mental más equilibrado, tenemos que enfrentarnos la realidad de no poder cumplir lo que prometimos hacer.
Por esta razón, dejarse llevar demasiado por nuestro estado de ánimo no es bueno para nuestra mente. Es necesario encontrar un término medio para poder sentir esas emociones, pero sin dejarse llevar demasiado. Si no somos capaces de encontrar este equilibrio, porque como todos sabemos las emociones son muy fuertes, debemos adoptar el punto de vista que mejor se adapte a la situación. Como ya hemos dicho, nunca tomes decisiones si estás triste, y nunca hagas una promesa si estás feliz.
No podemos evitar sentirnos mal, de mal humor y dolor. Sin embargo, necesitamos controlar la duración de estos sentimientos. Tenemos que asegurarnos de para sacar nuestra fuerza interior para superar estos malos momentos. Estamos tristes, es cierto, pero dejaremos de estarlo cuanto antes. Esto es muy importante. Debemos ser conscientes del hecho de que este estado de ánimo no durará mucho.
¿Y si tenemos que trabajar o estudiar? ¿Deberíamos dejarnos dominar por la ira, dejar que nos desconcentre y no rendir lo suficiente? No. Obviamente tenemos que aceptar que estamos enojados, pero no podemos permitir que este sentimiento nos impida seguir adelante con nuestra vida., para tomar decisiones y, sobre todo, para ser más inteligentes.