Última actualización: 18 de febrero de 2017
Últimamente me he sentido un poco sola, a pesar de que tengo gente a mi alrededor que a todos les gustaría tener a su lado. Me siento solo y no puedo entender completamente por qué. En cambio, cuando estoy en mi habitación y no hay nadie que cubra mi propio ruido, es cuando más solo me siento.
Sé que esto me lleva a estar en malas compañías. Me siento solo estando solo y es terrible: no quiero escuchar lo que tengo que decir y tengo la sensación de ser la persona más triste del mundo. Además, es El miedo que siento hacia el silencio es tan profundo que lo evito constantemente porque me veo indefenso y vulnerable en él.
Muchas personas han experimentado esto en algún momento y, quizás, tú también estés experimentando ese momento. Es normal y no hay de qué avergonzarse: es tan fácil llenarse de vacío y todos tememos que llegue a nuestra vida.
La soledad no siempre es mala
A menudo, cuando ves aparecer la sombra de la soledad, la observas enmascarándola, para que no afloren los vacíos o te aísles en su melancolía. En este estado solo recibes dolor y te olvidas, poco o mucho, de quién eres realmente.
El primer paso imprescindible para combatir este malestar aterrador, de cara tan fea y que te impide regocijarte en tus sentimientos, es afrontarlo y aceptarlo.. Sí, debemos dar un nombre a las cosas que nos suceden, para darles un lugar y actuar cuando representan una carga y no una ayuda.
"Sentirse solo no es sinónimo de estar solo:
estar solo puede ser una experiencia placentera,
que necesitas de vez en cuando para recuperar fuerzas o hacer algo creativo...
Pero sentirse solo y aislado es malo para las personas;
te vuelves menos creativo, menos inteligente, y tu salud se resiente”
-Elsa Punset-
La soledad no siempre es mala. Convencerse de esta afirmación es el siguiente paso: se trata de reconocer que la vulnerabilidad es sólo el espejismo de un corazón que necesita voluntad. Esto quiere decir que estar solo puede representar una gran oportunidad: caminar, viajar, leer, meditar… Quizás sea la forma más valiente de redescubrirte y empezar a quererte.; No se puede esperar que los demás nos protejan si no podemos protegernos a nosotros mismos.
En la soledad, descubrimos que no estamos solos
La soledad puede ser el abrazo más deseado y está al alcance de todos. Los momentos de silencio pueden dar miedo, pero también pueden purificar, calmar y consolar.. La soledad que da felicidad es la que encuentra y acoge para hacer de nosotros nuestra mejor compañía.
Nunca estás solo si no lo permites. Nacemos para relacionarnos con los demás y, por tanto, para compartir nuestra vida con aquellos que nos son más cercanos emocionalmente. Sin embargo, ¿no es cierto que la persona más cercana a nosotros somos nosotros mismos? ¿Por qué queremos rechazarlo?
quiero estar solo con alguien que tambien quiera estar solo
No estamos solos mientras podamos gritar al viento que todavía hay algo que nos identifica, que nos demuestra que vale la pena luchar.
