La aparición del fenómeno del abuelo esclavo se debe, en gran medida, a los cambios que ha sufrido la estructura familiar en las últimas décadas
escrito por Elena García
Última actualización: 14 de diciembre de 2022
Es posible que nunca hayas oído hablar de él. Sin embargo, la aparición del fenómeno del abuelo esclavo se debe, en gran medida, a los cambios que ha sufrido la estructura familiar en las últimas décadas. Con la integración de la mujer en el mundo laboral y el aumento de la esperanza de vida, cada vez son más las personas mayores que se ocupan de sus nietos. A menudo lo hacen a tiempo completo, como una especie de "profesión". Esto, en parte, facilita mucho la famosa conciliación entre la vida laboral y familiar.
Pero, ¿dónde están los límites? Las parejas deben cuestionar el verdadero papel de sus padres ancianos y esforzarse por respetar su espacio. Los abuelos ya han llevado sobre sus hombros el peso de las experiencias de vida, matrimonios, hogares, trabajo, hijos. Para ellos, la tercera edad debe ser sinónimo de tranquilidad, paz y relajación. ¿Qué es, entonces, el síndrome del abuelo esclavo?
La jubilación es un momento vivido como una liberación. Un momento de descanso y diversión. Así, tras una vida dedicada al trabajo, llega por fin el ansiado período de despreocupación. El del tiempo libre para dedicarlo a las pasiones y aficiones reservado para dar prioridad a las obligaciones y responsabilidades. Sin embargo, pueden presentarse situaciones de estrés, ansiedad, dolor físico y mental.
Según Colubi y Sancho (2016), el síndrome del abuelo esclavo provoca una serie de síntomas psicológicos y físicos que sufren los adultos mayores debido a los fuertes cambios sociales. Este conjunto de síntomas inevitablemente produce consecuencias tanto físicas como mentales.
Conciliación familiar a hombros de los abuelos
¿Qué importancia tiene el papel de los abuelos en las familias de hoy? Teniendo en cuenta los tiempos convulsos y de crisis que han marcado los últimos años, el apoyo de las personas mayores ha sido y es un pilar fundamental para que las parejas jóvenes sobrevivan y salgan adelante.
Este apoyo se brindó de varias maneras:
- Soporte financiero: muchos de los abuelos fueron "obligados" a mantener a sus hijos y nietos. Con la llegada de la crisis, muchos han asumido los gastos y necesidades de la familia extensa con su jubilación y algunos ahorros.
- Apoyo para el cuidado de los nietos: eran los abuelos quienes cuidaban a los nietos, ya que los niños trabajan muchas horas fuera de casa. Actividades extraescolares, visitas al médico, deporte, tiempo libre… Sin el apoyo de los abuelos, muchas veces no sería posible hacerlo todo. Esto permitió a los niños formar sus propias familias sin renunciar a la vida laboral.
- Ayuda con las tareas del hogar: limpieza, compras, cocina... Antes del estallido de la crisis, lo normal era buscar ayuda para el cuidado de la casa, quizás contratando a una empleada doméstica por unas horas al mes. Cuando la crisis empezó a pesar sobre la economía familiar, este “lujo” ya no se permitía. Muchas abuelas se encontraron haciendo tareas domésticas pesadas, terminando pasando los fines de semana cocinando, llenando las loncheras con nietos e hijos.
“La vejez existe cuando empiezas a decir: nunca me he sentido tan joven”.
-Jules Renard-
Todo ello, en muchas ocasiones, ha desencadenado una dinámica que ha puesto a prueba severamente la salud y la resistencia de estas personas mayores. Esto resulta en el síndrome del abuelo esclavo. Por tanto, es necesario saber decir "basta" y poner límites para evitar abusos.
Síntomas del abuelo esclavo
“Lo que, a priori, podría representar una fórmula eficaz y de enriquecimiento terapéutico para los ancianos y los padres, en muchos casos toma las formas de la esclavitud moderna. Donde, en lugar de cadenas, se utilizan fuertes lazos afectivos” (Soldevilla, 2008).
Por otro lado, El Síndrome del Abuelo Esclavo no aborda la idea de que el cuidado de los nietos y la vinculación tienen efectos positivos. En general, una persona mayor que comienza a ofrecer este trabajo de apoyo puede obtener varios beneficios:
- Se siente útil y menos sola.
- Intensifica las relaciones.
- Siente felicidad.
- Realiza actividades dinámicas y novedosas.
- Recibe cariño de sus nietos.
Sin embargo, si esta relación se desvía y se convierte más en el fruto de una obligación tácita, inevitablemente también permitirá que surjan consecuencias decididamente negativas. Como en el caso de:
- Cansancio y agotamiento.
- Deterioro de la salud.
- Estrés.
- Excesivo sentimiento de apego.
- Reducción de la vida social.
- poco tiempo libre.
- Más oportunidades para discusiones familiares.
¡No esclavicen a los abuelos!
Hay que tener en cuenta que los abuelos no tienen la misma energía y capacidad que cuando eran solo padres. En la vejez pueden surgir limitaciones físicas y cognitivas. Por tanto, es necesario establecer límites y organizar una rutina en la que haya un espacio que los mayores puedan manejar independientemente de sus nietos.
Los abuelos tienen sus propios intereses y necesidades. De ninguna manera pueden ser relegados al papel de "esclavos", aprovechando la excusa del tiempo libre y el profundo sentimiento de pertenencia a la familia. Es un juego egoísta que muestra todos los elementos de explotación.
Sus aspiraciones, sus expectativas, sus deseos deben ser respetados y tomados en consideración: ¡no pueden anularse! Su opinión, aunque no parezca actual, siempre estará respaldada por el valor de la experiencia. Sobre todo en lo que se refiere a los valores humanos, donde quizás el ser humano no ha cambiado tanto.
En todo caso, lo reiteramos, ayudar a la familia no debe implicar renuncia alguna por parte de los abuelos. Toma tus decisiones con sensibilidad y la justa medida.
Para no caer en el síndrome del abuelo esclavo, dos elementos son fundamentales: una buena organización y una adecuada distribución de tareas. En definitiva, una planificación que permita a los padres organizarse apoyándose en los abuelos sólo cuando sea estrictamente necesario o cuando ellos lo deseen.
SSolo ellos tienen derecho a decidir cómo quieren desempeñar el papel de abuelos..