Última actualización: 10 de marzo de 2016
Me considero una persona que está satisfecha con su vida, sobre todo porque incluye un gran grupo de personas que me cuidan con su empatía diaria y su cariño sin límites. Son ellos, con sus pequeños pensamientos cotidianos, los que marcan la diferencia, con esos detalles invisibles a la vista, pero que brillan con luz propia.
"Los grandes corazones se satisfacen con los pequeños detalles"
-Hernan Sabio-
Desde que supe que las cosas que parecen extraordinarias no tienen el mismo valor que los gestos que, como pequeños granos de arena, me regalan personas que son especiales para mí, Vivo la vida desde una nueva perspectiva y tengo mejores recuerdos para el futuro.
Porque ya sabes, a la hora de recordar, los pequeños detalles que nacen del corazón generoso de quienes nos rodean saltan inmediatamente a la mente: su esencia y su virtud radica en la capacidad de crear emociones que permanecerán en nuestro corazón, para siempre.
El poder de los detalles
El más mínimo detalle es capaz de transportarnos hacia el mayor éxito o el más sensacional fracaso, ya que cada uno de ellos está determinado por muchas variables diferentes. Un ejemplo es cuando, tras meses de trabajo en un proyecto, un pequeño contratiempo lo arruina todo o cuando dos excelentes candidatos compiten por un puesto y al final solo uno logra ganarlo, por una sutileza.
Lo que parecen ser detalles insignificantes son en realidad muy importantes a la hora de trazar tus objetivos diarios, así como en la forma en que nos relacionamos con quienes nos rodean. Tal es el caso de un gesto muy sencillo de agradecimiento o un abrazo que llega en el momento adecuado, que nos hará sentir queridos y cercanos.
Por eso los pequeños detalles son tan poderosos, porque su peculiaridad les permite poner patas arriba las situaciones, abrumar las almas con energía positiva o negativa, arrancar sonrisas a los rostros más tristes o provocar un llanto. Lo que está claro es que para bien o para mal, los detalles marcan la diferencia. Es más, la espontaneidad y naturalidad con que se suceden las hacen especialmente interesantes, mostrándonos el aspecto más honesto de la vida.
Algunos detalles son mágicos.
Cuando los detalles llegan como una ola de positivismo para nuestras emociones, solo podemos esperarlos con los brazos abiertos para que nos inunden de alegría. Pensemos en aquellas acciones que pueden parecer muy sencillas, pero que a los ojos de quien las recibe se convierten en gestos que jamás serán olvidados. ¿Quién no ha experimentado nunca una sensación así? Esos detalles son mágicos porque llenan el corazón de dos personas: quien los provoca y quien los recibe.
"He aprendido que la gente puede olvidar lo que dijiste,
la gente puede olvidar lo que hiciste,
pero la gente nunca olvidará como los hiciste sentir"
-Maya Angelou-
Dicen que los mayores regalos que nos pueden dar son los que vienen del cariño, el cuidado y el amor. Normalmente estos detalles mágicos surgen de personas que pueden considerarse mágicas ellas mismas: porque sienten empatía, piensan en los demás, son solidarias… Por eso, es bueno no perder la oportunidad de conocer a este tipo de personas y sus acciones
- Acontecimientos decisivos en la vida: organizar una boda, sacar el carné de conducir, ir a una entrevista de trabajo… El éxito de estos eventos será proporcional a nuestra capacidad para cuidar el proceso., poco a poco, centrándose en los aspectos más pequeños.
- Trabajo o estudio: como en el caso anterior, la preparación para el trabajo o los exámenes no es suficiente para determinar el éxito, sino los pequeños detalles que guiarán todo el camino. Por ejemplo, aunque hayas estudiado mucho, una mala noticia justo antes de un examen puede desmoralizar a la persona e impedir que dé el 100%.
“Hay que mirar los detalles.
Esparcen nuestra vida con guijarros que nos guían”
-Katherine Pancol-