Última actualización: 15 de febrero de 2020
Contrariamente a la creencia popular, solo tener fuerza de voluntad y apretar los dientes no es suficiente para superar la depresión. Se requiere el uso de diversas herramientas que nos ayuden en este proceso. Cuando nos encontramos ante un problema cada vez más frecuente, como es la depresión, es importante acudir a un psicólogo para que nos ayude a salir del abismo en el que nos encontramos.
Las funciones de un psicólogo en este sentido son variadas. En primer lugar, se encargará de realizar un diagnóstico de depresión; en segundo lugar, incluso si no puede recetar medicamentos, puede derivar al paciente a alguien que pueda delinear un tratamiento farmacológico, lo cual es muy útil especialmente en las primeras etapas de la terapia; finalmente, podrá establecer un plan de acción o tratamiento psicológico adecuado al paciente y acompañarlo en su implementación, realizando cambios en función de los avances.
Sin embargo, todos sabemos que la depresión no es un estado en el que uno sea particularmente propenso a hacer cambios o adquirir nuevos hábitos, manteniéndolas en el tiempo y haciéndolas efectivas. La voluntad es decisiva, pero también lo son la inteligencia, el plan de acción establecido por el especialista o el tratamiento farmacológico.
La depresión desaparece cuando tomamos fuerzas de donde no las tenemos, para poder dar pequeños pasos en la dirección correcta, pero que es tan difícil de lograr.
Podemos aislarnos, pero no solucionará nada
Las personas deprimidas se sienten especialmente tentadas a adquirir nuevos hábitos que alimentan la propia depresión. Uno de ellos es aislarse de los demás. No quieren ver a nadie, están constantemente tristes y son completamente indiferentes al gimnasio, a los cursos de pintura, a la música... a todo lo que antes amaban, los motivaba, los hacía sentir plenos.
Quizás este momento de pausa y repliegue pueda ser positivo en algunos casos y durante un tiempo determinado. Sobre todo cuando la depresión aparece como consecuencia de un periodo prolongado de estrés. Sin embargo, a la larga, eliminar estos hábitos "melancólicos" es fundamental para superar la depresión.
Superar la depresión es posible cuando comenzamos a hacer lo contrario de lo que la propia depresión nos lleva a hacer.. ¿No queremos salir? Salimos con amigos. ¿No queremos hacer deporte? Levantémonos muy temprano y sin pensarlo cojamos el bolso y vayamos al gimnasio o a correr en plena naturaleza. Una vez que hayas dado el primer paso, ya no será tan agotador, al contrario se convierte en una actividad placentera. Tal vez no como antes, pero esto lo hace aún más valioso.
Lo importante es salir de ese ciclo al que nos lleva la inercia o en el que ya hemos caído. Hemos descubierto que no tiene sentido seguir así, que nada cambia, todo sigue igual si seguimos en la misma dirección.
Aprender a meditar, relativizar los problemas, gestionar las emociones, buscar fuentes de refuerzo son herramientas que nos puede proporcionar un psicólogo si queremos superar la depresión.
Una de las soluciones para superar la depresión es empezar a introducir diferentes hábitos o recuperar los que nos gustaban y habíamos abandonado.. Hay algunas que quizás sea mejor no ponerse al día, como escuchar canciones que ya no nos gustan. Pero hay muchos otros que nos siguen gustando y para los que no hacemos el esfuerzo que requerirían. Un esfuerzo que nos parece una montaña ante las pocas fuerzas que sentimos que tenemos.
Ir al gimnasio y hablar con desconocidos o conocidos, salir con esos amigos para los que siempre teníamos alguna excusa, empezar a comer más sano (practicando el llamado mindful eating) y hacer ejercicio moderado son elementos importantes con los que superar el depresión. ¿Porque? Simplemente porque facilitan la creación de momentos en los que nos sentimos mejor.
Mantenga un diario emocional para superar la depresión.
Muy bueno. Sabemos que la depresión comenzará a desaparecer cuando nos recuperemos o busquemos actividades que nos hagan sentir bien, enfrentándonos a nosotros mismos y ejercitando la fuerza de voluntad para recuperar actividades que disfrutamos o encontrar otras nuevas que podamos disfrutar. ¿Pero qué más?
Hemos visto que una de las características de la depresión es que tiende a promover la introspección. Nos dice: "¡Oye, estás en crisis!" y nos sumerge en un estado en el que parece más fácil pensar. Pues podemos aprovecharlo para intentar conocernos mejor y poner nuestras emociones en orden. Sí, nuestro orden interno no está funcionando, así que veamos cómo y busquemos uno nuevo.
En este sentido, escribir puede ser muy bueno para desahogarse y también para hacer un seguimiento de nuestros altibajos emocionales. También nos permite volver a nuestras palabras para saber en qué nos seguimos equivocando y ser más conscientes de la situación en la que nos encontramos.
Muchos profesionales argumentan que escribir es terapéutico y ciertamente no se equivocan. A veces no podemos o no queremos contarle a nadie lo que nos está pasando, pero aún así necesitamos comunicarnos de alguna manera. Llevar un diario emocional es muy importante y no solo cuando se sufre de depresión u otros problemas. Hacerlo un hábito nos hará mucho bien.
Al principio nos costará mirar esas páginas donde hemos plasmado todo nuestro dolor. Pero con el tiempo se convertirá en una necesidad para sentir, revivir y sanar. Hasta que llegue el momento en que podamos pasar las páginas como si estuviéramos leyendo un libro, recuperar los recuerdos de una situación vivida que ahora es del pasado.
"La victoria siempre es posible para la persona que se niega a dejar de luchar"
-Colina de Napoleón-
En este punto sabemos que superar la depresión es posible cuando cambiamos ciertos hábitos. El camino será difícil, largo y muchas veces dejaremos de avanzar y, de hecho, retrocederemos.. Sin embargo, si intentas y vuelves a intentarlo, nadando contra corriente, con el apoyo de un psicólogo, la depresión terminará. Porque la depresión también muere cuando eliminamos todas las fuentes que la alimentan.