Última actualización: 10 de marzo de 2015
Maharat había cumplido 22 años y soñaba con viajar y aventurarse a tierras lejanas. Su madre, deseando protegerlo, trató de borrar todos sus deseos con cualquier tipo de argumento y manipulación, logrando paralizar su entusiasmo. El joven vivía en constante frustración, pues amaba a su madre y estaba atado a su juicio y costumbres. Un día, lleno de dudas, decidió subir a la montaña para reflexionar sobre las cadenas familiares que lo torturaban. Allí se durmió, cerró los ojos y una extraña escena comenzó a desarrollarse en su mente:
Una especie de ave, que aparentemente no poseía el don de volar, estaba incubando el huevo de otra ave que había encontrado en su nido. El huevo eclosionó y, después de un tiempo, el pollito le preguntó a la madre:
- ¿Cuándo volaré? Y ella respondió:
- ¿Por qué quieres volar? ¿No ves lo bien que vivimos como somos? Además, si vuelas, no podré cuidarte y más allá de esta tierra hay peligros desconocidos..
Cuando Maharat despertó, se sintió confundido y extrañamente aliviado. Mientras descendía de la montaña, escuchó las notas de un laúd y una alegre canción que decía:
“Si quieres vivir como las águilas, no te quedes entre los gorriones”.
(Vuelo de las Águilas)
No renuncies a tus sueños por temor a los demás, incluida tu familia. Los únicos frustrados sois vosotros. Acepta los consejos, pero síguelos como si fueran indicaciones de vida, no como imposiciones. Quien quiera rosas tendrá que aprender a caminar entre las espinas, dice un viejo proverbio.
Tienes que aspirar a volar alto y nunca podrás encontrar todas las condiciones de vida a tu favor. Siempre habrá muchos "peros". Sin embargo, parte del juego de la vida es tener claras las metas que quieres alcanzar.
Miedo a uno mismo y a los demás.
Para nadie es un secreto que la vida no es fácil y que son muchas las ocasiones en las que tenemos que tomar decisiones que implican riesgos o sacrificios, en aras de la felicidad individual o del bienestar colectivo.
La vida nunca avisa cuando es el momento o ha llegado el momento. Las mejores oportunidades a veces llegan cuando menos las esperamos.
Es de vital importancia saber identificarlos y aprovecharlos al máximo porque nadie sabe si se repetirán y de qué manera.
Como dice el poema "Instants" de Jorge Luis Borges, "iría a lugares donde nunca he ido, comería más helado y menos frijoles". Tienes que ser más "estúpido" que nunca, en el buen sentido de la palabra.
Sin duda, la oportunidad que perdiste hoy puede ser tu mayor arrepentimiento mañana. Y el tiempo es implacable. Por eso, tarde o temprano, nos demostrará si hicimos bien en quedarnos quietos o debimos haber hecho algo para mejorar nuestra vida..
El carácter y el criterio.
Aquí se pone a prueba tu carácter y tu criterio, en el sentido de que es tu trabajo escuchar atentamente los consejos que te ofrecen otras personas. Pero también es tu trabajo decidir, siguiendo la razón más que el corazón..
Hay un tiempo para todo: un tiempo para reír, un tiempo para llorar, un tiempo para ser cauteloso y un tiempo para volar.
Nadie progresaría en la vida sin correr el riesgo. Casi siempre hay que perder algo para conseguir otro. Y lo mejor en estos casos es considerar el esfuerzo y los momentos de duda como una inversión, no como un gasto o una pérdida.. Tu sentido común y tu juicio respecto a las variables de la vida son los mismos en los que se basará tu felicidad.
El consejo que te damos es: arriesga siempre, con sentido común y prudencia. No se trata de perderlo todo de golpe, ni de recuperarlo de la noche a la mañana. Se trata de crecer, poco a poco, como personas y como seres humanos..
El desapego es difícil, pero necesario. Si desea lograr el éxito en la vida, tenga en cuenta la enseñanza del cuento "Vuelo de las águilas" y lo que la vida misma le está dando. Nunca se deja de aprender y nadie puede saberlo todo..
Imágenes cortesía de Volando alto.