Última actualización: 06 de mayo de 2016
Cada uno de nosotros puede optar por ampliar su mente y experimentar emociones de forma serena, alcanzando un estado de bienestar interior. Deja de sufrir mostrando el valor suficiente para entregarte por completo, en términos de amor incondicional, a las personas que amamos. Vivir una actitud de apertura implica en parte cambiar hábitos y creencias. Muchos están dispuestos a llamarlo un acto de madurez. Otros, en cambio, prefieren considerarlo como la simple necesidad de cambiar de perspectiva frente a su propia realidad personal, la de cada uno de nosotros.
En última instancia, lo llames como lo llames, es un intento de cambiar tus hábitos mentales positivamente. Para ello, nos gustaría mostrarte tres formas de cambiar positivamente tu actitud, moldeando positivamente tu vida y haciendo brillar la mejor versión de ti mismo.
"No pienso en toda la miseria, sino en la belleza que aún queda".
-Ana Frank-
Muestra gratitud
A veces olvidamos que las experiencias más serenas y felices derivan de las cosas más simples, aquellas que nos ayudan a dar un valor inmenso a todo lo que nos rodea.
Dejamos en el olvido muchos momentos vividos por los cuales debemos estar agradecidos, ocasiones de las que debemos considerarnos afortunados. Porque quienes las viven son afortunados y por eso tienen la tarea de bendecirlas y darles el justo valor. Dar gracias a la vida y todo lo que ella conlleva, ya que tiene el poder de hacernos vivir los mejores momentos, aprendizajes y vivencias.
Aprendizajes y experiencias que contribuyen a hacer prevalecer la mejor versión de nosotros mismos: la esencia más pura del hombre. Refiriéndonos a la ley del universo, nos daremos cuenta que somos parte de un plan mucho más grande; es algo que cada uno de nosotros puede sentir dentro de su corazón.
Ser agradecidos con las personas que nos quieren, tener la suerte de estar vivos, de poder saborear cada experiencia y de vivir al máximo, es necesario asumir una actitud positiva. Dar gracias significa reconocer y apreciar todo lo que nos rodea.
“Una persona feliz no es una persona en un determinado conjunto de circunstancias, sino una persona con un determinado conjunto de actitudes”
-Hugh Downs-
Trabajando con la conciencia del cuerpo
El cuerpo es la herramienta a través de la cual podemos conectar nuestra sabiduría interior, nuestro don divino: el que tenemos el deber de compartir con los que amamos. Siguiendo este paradigma, descubrimos que la razón, la responsable de nuestras elecciones, depende directamente del cuerpo, y viceversa.
Los pensamientos afectan nuestra postura corporal, nuestra respiración, nuestros movimientos y sobre todo nuestras reacciones normales. ante experiencias que aparecen como obstáculos y de las que podemos sacar muchos aprendizajes.
Nuestro cuerpo marca la unión entre nosotros y el todo. Sin ella, por supuesto, no podríamos vivir como seres eternos. Es cuando tomamos conciencia del potencial de nuestro cuerpo cuando aprendemos a modificar y variar positivamente la forma en que gestionamos las emociones.
Recordar: tu cerebro es una herramienta que en tan solo unos segundos puede ayudarte a cambiar tus hábitos de cara a la vida. Por eso, es bueno tomar conciencia de ello y respetarlo. Para hacer esto, considere hacer ejercicio y comer una dieta saludable.
Meditación y calma interior.
Si quieres hacer un cambio positivo modificando tus hábitos mentales, aprende a ejercer control sobre tus pensamientos; la mejor manera de hacerlo es identificándolos uno por uno. Para ello, la meditación será para ti: te dará la plenitud y la serenidad interior útiles para lograr el control de tus pensamientos.
Nosotros recomendamos yoga, Tai Chi Chuan, pilates y otros ejercicios de respiración que te darán tiempo para descansar. El descanso es fundamental para sentirnos serenos y disfrutar de una mente tranquila, capaz de ver en perspectiva cómo “sigue” nuestra experiencia.
Evita usar la falta de tiempo como excusa, porque el tiempo es uno de los principales obstáculos cuando quieres hacer ejercicios de este tipo. Recuerde, sin descanso, gradualmente se vuelve más vulnerable al estrés y la fatiga crónica. Tómate un tiempo para reflexionar sobre el "por qué" de tus pensamientos y su posible origen, factor que puede afectarte mucho.
"El mayor descubrimiento de mi generación es que los humanos pueden cambiar sus vidas cambiando sus hábitos mentales".
-William James-