Última actualización: 09 de abril de 2016
Lo que me gustaría que la gente entendiera sobre la tristeza es que tengo derecho a experimentarla, vivirla y abrazarla sin que me etiqueten como "débil".. Mi mundo será reconstruido de nuevo, pieza por pieza, después de que comprenda todos sus matices y enfrente mis demonios.
Estar triste no significa estar enfermo o deprimido o abrumado por las inclemencias de la vida como un alma derrotada. La tristeza es una emoción, un estado mental preciso. lo que nos lleva a quedarnos inmovilizados para comprendernos un poco mejor, para comprender plenamente nuestros vacíos.
A veces la tristeza se esconde detrás de una sonrisa. Es como un eterno viajero que nos visita a su antojo, recordándonos que somos humanos y que a veces de nuestras debilidades pueden surgir grandes fortalezas.
Si bien es cierto que tener un estado emocional negativo, como la tristeza, por un período prolongado, puede conducir a la depresión o la vulnerabilidad, que no siempre es el caso.
La tristeza viene y va. A veces, en efecto, a pesar de estar en busca de sus orígenes, estamos subyugados por una tristeza que no tiene explicación: aparece sin razón. Es un estado de ánimo de abatimiento que desaparece en poco tiempo, cuando el murmullo de la vida nos vuelve a abrumar con su esperanza, sus días soleados y su risa igualmente inexplicable. Por eso, es fundamental profundizar mejor en esta emoción, sin tenerle miedo. Sin etiquetarlo nunca como sinónimo de debilidad personal.
Buenos días tristeza, hoy me acordé de ti
Abrimos los ojos una mañana y, sin saber cómo, nos embarga esa sensación incesante que nos quita el aliento y nos trae todos los recuerdos del pasado. La tristeza nos envuelve con su manto frío y nos quedamos paralizados.
Hay personas que optan por guardar un amargo silencio, pues saben que una palabra bastaría para hacer brotar las lágrimas; y hay quien dice "no es nada", cuando en realidad la tristeza lo es todo...
La tristeza es parte de nuestras vidas, y puede considerarse con seguridad una de las emociones más comunes y menos entendidas al mismo tiempo. Nadie se atreve a decir en voz alta “estoy triste”, siempre preferimos optar por la ficción, la máscara.
A veces, cuando nos atrevemos a comunicar nuestro estado de ánimo a alguien, incluso nos escuchamos decir “Alégrate, la vida es corta, sonríe”. Esta no es la frase más apropiada. La tristeza hay que entenderla, y pocas veces encuentra remedio en una sonrisa pintada en el rostro. Sin embargo, a menudo hacemos precisamente eso.
Averigüemos juntos cuáles son los aspectos esenciales que todos deberían comprender.
Las mil facetas de la tristeza
Consideramos la tristeza sólo como una emoción negativa. Pues aunque la mayoría de las veces se asocia a hechos dramáticos como una separación, una pérdida, un fracaso o una decepción, originalmente no siempre hay un elemento “negativo” como tal.
- A veces la tristeza consiste en una simple fase de abatimiento, de apatía, de necesidad de estar a solas con uno mismo y con los propios pensamientos.
- Estar triste no está relacionado con tener miedo, con querer escapar de algo. Sin embargo hay quienes tienden a confundir la ira con la tristeza. Me abandonan y reacciono con ira, pero aprenderé a aceptar la realidad pasando por un período con mi tristeza, con el dolor emocional, en este caso.
- La tristeza puede aparecer como resultado de un proceso cognitivo. Son esos momentos en los que analizas un aspecto pasado o presente de tu vida, y de repente surge una serie de emociones negativas.
- A su vez, la tristeza puede actuar como un acto de presencia sin una razón específica. A veces se trata de una simple falta de energía temporal, una visita del pesimismo, una fase relacionada con factores meteorológicos o incluso un problema de salud.
Déjame llorar, déjame experimentar mi tristeza, pero aprende a entender mi proceso.
El que está triste siempre estará agradecido por tu presencia, tu apoyo y tu interés, pero no cometas el error de decir frases como “es una tontería sentirse así”: nunca acentúes con ironía un estado como la tristeza.
- Para entender ese momento y ahondar en sus orígenes, es imprescindible vivirlo. Para ello, si es necesario, podemos recurrir al llanto, al inevitable estallido.
- Comprender la tristeza implica hacer un viaje a lo más profundo de uno mismo, por lo que es fundamental un tiempo para estar con uno mismo. Necesitamos entender y reconstruir. Necesitaremos comprensión y respeto.
- El primer paso para la recuperación es tomar conciencia y comprender las emociones, y por eso conviene saber afrontar cada tristeza diaria. Así que no te escondas detrás de una máscara, enfrenta la tristeza antes de llenar tu vacío con una cálida sonrisa.
Adiós tristeza, hoy he decidido enfrentarte, abrir la ventana y dejarte ir, porque he aprendido a ser fuerte, porque hoy me vestiré con confianza y nuevas esperanzas.