El amor es una de las cosas más bonitas que existe, sin embargo, una mala relación es todo lo contrario, puede convertirse en una pesadilla. De hecho, las personas involucradas en una relación conflictiva tienen un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos.
Una relación conflictiva daña el corazón
Varios estudios han demostrado que las personas casadas tienden a ser más saludables que las personas solteras y divorciadas. Pero no todas las relaciones son positivas, la calidad de la relación es un factor clave que determinará si la persona a tu lado te ayuda a resolver los problemas o, por el contrario, los provoca.
De hecho, los efectos negativos de una mala relación se encuentran mayoritariamente en mujeres, según un estudio realizado en el Instituto Nacional de Salud. Estos psicólogos siguieron a 1.200 personas de entre 50 y 80 años durante un período de cinco años.
Los investigadores se centraron principalmente en la salud cardiovascular, analizando los niveles de colesterol y los casos de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Posteriormente compararon su salud con el grado de satisfacción en su matrimonio. Investigaron su afinidad emocional con su pareja, su felicidad en el matrimonio y lo crítica y exigente que era la persona con la que compartían su vida.
Al cruzar los datos, los investigadores encontraron que la calidad del matrimonio estaba relacionada con la salud del corazón, particularmente en las mujeres. Descubrieron que una mala relación es una fuente constante de estrés, que provoca cambios en el organismo que tienen un efecto acumulativo y pueden acabar provocando problemas cardiovasculares.
En realidad, esto no significa que la discusión de una pareja resulte en un ataque cardíaco. Los investigadores explican que nuestro cuerpo recuerda, por lo que las consecuencias de una mala relación aparecen con el tiempo.
¿Por qué las mujeres son más vulnerables?
Este no es el primer estudio que encuentra una correlación entre el conflicto matrimonial y los problemas cardiovasculares en las mujeres. De hecho, una investigación realizada con 300 mujeres suecas encontró que el riesgo de sufrir un infarto se multiplica por 3 cuando existen problemas graves en la relación. Es curioso notar que el estrés que genera el estrés en el trabajo no representa un riesgo para la salud tan alto.
Los investigadores creen que las mujeres son más vulnerables porque tienden a somatizar sus sentimientos, se deprimen más fácilmente y son más sensibles a los problemas maritales. En este sentido, también se ha visto que cuando la mujer se enferma, la relación de pareja muchas veces tiende a deteriorarse, pero no ocurre lo mismo cuando el hombre se enferma. Esto puede deberse al hecho de que las mujeres asumen el papel de cuidadoras con mayor facilidad y se preocupan por no aumentar el estrés de su pareja, mientras que los hombres pueden no ser tan sensibles cuando su pareja se enferma.
