Última actualización: 14 septiembre, 2022
Hay momentos en nuestra vida en los que parece que algunas personas solo están tratando de crear conflicto.. Cuando nos encontremos en estas situaciones molestas, lo mejor es hacer uso del silencio, alejarnos de la molestia y relajarnos.
Muy a menudo, aquellos que nos molestan solo quieren hacernos enojar y frustrarnos. A pesar de ello, lo mejor es no echar leña al fuego y crear una gran burbuja de calma a nuestro alrededor. Acertar no es fácil, pero es posible y, sobre todo, muy ventajoso.
Cada uno tiene sus propias estrategias, más o menos efectivas, para utilizar en estos casos. A pesar de ello, siempre es importante llevar un gran equipaje antiestrés que, en situaciones complicadas, nos permita convertirnos en un hermoso templo hecho de silencio y tranquilidad.
Aprender a alejarse y relajarse en momentos de tensión
Se habla mucho sobre cómo enseñar a sus hijos a relajarse, pero por lo general hay muy pocos consejos para los adultos. Por eso, se da por sentado que “los grandes” somos hábiles en esta tarea y que, si no logramos controlarnos ante alguien que quiere crear conflicto, es porque no queremos.
Nada más lejos de la realidad. Necesitamos reeducarnos para poder controlar nuestras emociones y gestionar estas situaciones y sus consecuencias.. Aquí, pues, algunos pequeños consejos a seguir si quieres trabajar tus emociones:
- Siempre es bueno contar hasta diez, veinte o el tiempo que lo necesite.
- Puedes hacer un esfuerzo e intentar distraerte con lo que tengas entre manos.
- Es muy bueno concentrarse en uno mismo y observar cómo se manifiestan las emociones desencadenadas por quienes quieren sembrar discordia.
- Es muy importante alejarse del mal momento y reevaluar la situación.
- Mantenerse activo y practicar deportes de forma regular es clave para mantener la calma.
- Aprender algunas técnicas de relajación y respiración gracias a disciplinas como el yoga, el pilates o el mindfulness muchas veces puede salvarte de perder el control.
Asertividad: el secreto para luchar contra las intenciones mezquinas
Cuando hablamos de usar el silencio, no significa ser pasivos frente a cualquiera que nos moleste. En realidad, el secreto es ser asertivo para poder manejar la situación. Por ello, es fundamental comenzar por la relajación, pues con un estado de ánimo alterado es normal no poder expresar nuestros sentimientos con certeza y templanza, pues nos domina el enfado y la ira.
Solo nosotros somos responsables de nuestro comportamiento y de cómo nos sentimos después.. Veamos una breve historia para entender que algo o alguien solo puede hacernos daño si se lo permitimos:
Giovanni caminó por la calle con su padre para ir al quiosco donde, todos los días, compraba el periódico. Una vez que llegaron, saludaron cortésmente al dueño, quien, como todos los días, parecía estar de mal humor.
El dueño les respondió con brusquedad y temeridad. El padre de Giovanni, por su parte, sonrió mientras tomaba el periódico que el otro le había tirado mal y le deseó un buen fin de semana. Cuando el padre y el hijo se fueron, el niño le preguntó:
- ¿Siempre te trata tan grosero?
- Sí, por desgracia.
- Y tú, en cambio, ¿siempre eres tan amable?
- Sí, así.
- ¿Y por qué eres tan amable con él si él es tan malo contigo?
- Porque no quiero que él decida cómo debo comportarme.
Las personas verdaderamente humanas son aquellas que consiguen ser ellas mismas. En su vida actúan, no reaccionan a lo que otros dicen o hacen. Actúan por iniciativa propia, no reaccionan a las acciones de los demás ni cómo esperan que actúen”.
Texto adaptado por Sydney Harris
Cultivar la capacidad de expresar nuestra voluntad sin remordimientos es muy importante si queremos establecer una relación pacífica y tomar una posición que nos permita evaluar las intenciones de quienes quieren provocar el conflicto.
Ser capaces de plantarnos y anunciar construir un muro de silencio entre nosotros y las malas acciones de los demás es un aprendizaje difícil, pero que, sin duda, a la larga dará los frutos que necesitamos: usar nuestra voluntad para fortalecer nuestra autoestima, nuestra determinación y nuestro amor propio.
Porque, como solemos escuchar, alejarse de los conflictos mejora la salud y el alma...