Ya no poder confiar en los demás.

Ya no poder confiar en los demás.

¿Por qué es tan difícil para algunos confiar en otros? ¿Por qué algunas personas tienen miedo de iniciar una relación o entablar amistad? Te lo explicamos en este artículo.

Ya no poder confiar en los demás.

Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.

Última actualización: 15 2022 noviembre

Para algunas personas, no poder confiar más en los demás, por lo tanto, no poder iniciar nuevas relaciones, es un hecho.. En la soledad de su mente, vuelven sobre sus vidas y se dan cuenta de que no han construido ningún vínculo durante mucho tiempo.



Cada uno de nosotros se mueve a diferentes velocidades en términos de confianza en los demás. Los hay que desarrollan un apego casi instantáneo, los que ofrecen y depositan todo en el otro: confidencias, complicidades y esperanzas. Otros, en cambio, son más prudentes, dosifican afectos y concesiones basadas en el peso de la reciprocidad y un instinto bien meditado.

Por el contrario, también están los que necesitan mucho más tiempo, pero también los que admiten que ya no pueden confiar en los demás. Cada vez más personas en terapia dicen que son incapaces de establecer nuevas relaciones afectivas. Incluso aquellos que dicen estar mejor sin amigos son conscientes de que la ausencia de vínculos sociales sólidos genera algunas carencias, cierta tristeza.

Es un tema complejo sobre el que vale la pena reflexionar. Al fin y al cabo, somos una sociedad hiperconectada, vivimos en un mundo donde teóricamente es más fácil encontrar nuevos amigos o parejas; sin embargo, la calidad de estos lazos no siempre es satisfactoria o genera felicidad.

Ya no poder confiar en los demás: ¿por qué sucede esto?

Vivir sin poder confiar produce una mala calidad de vida. Esta frase puede parecer demasiado contundente, pero en sí misma define una trama existencial suficientemente real. La confianza es sin duda un motor en el ser humano; una dimensión que va mucho más allá del contexto relacional.



Necesitamos, por ejemplo, confiar en que al salir de casa nadie nos hará daño, que el ascensor que tomamos no fallará y que todo irá sobre ruedas al conducir nuestro coche.

Lo opuesto a la confianza es la desconfianza, y el miedo es un componente integral de esta última. Las personas que viven bajo el peso de las decepciones, las heridas del pasado y el miedo a ser traicionados de nuevo no solo albergan tristeza y frustración, sino también miedo. Y eso hace que su vida sea menos placentera, menos satisfactoria.

Comprender por qué una persona ya no puede confiar en los demás, es oportuno reflexionar sobre los aspectos que describimos a continuación.

Pisantrofobia, no poder confiar en los demás porque tienes miedo

Sabemos que hoy en día tenemos una etiqueta para casi todos los comportamientos. Nombrar comportamientos o miedos específicos no los convierte necesariamente en categorías clínicas como tales. Sucede, por ejemplo, con la siguiente definición.

La pisantrofobia es el miedo irracional a establecer relaciones afectivas. Sin embargo, esta fobia no aparece en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) como cuadro clínico oficial.

Esto se debe a que, muchas veces, detrás de esta realidad hay historias de traumas, profundas desilusiones y vivencias no resueltas que afectan el presente. Y este es el verdadero problema que hay que afrontar. No es suficiente detenerse en la superficie de la definición “sufro de pisantrofobia”; la clave, el propósito, es entender por qué. A continuación describimos algunos desencadenantes.

La calidad de los vínculos durante nuestra infancia

El vínculo con los padres es la primera relación basada en la confianza que establecemos en nuestra vida. Si desde temprana edad faltan aspectos esenciales como el bienestar, la seguridad o la validación emocional, empiezan los problemas.



Cuando las principales figuras de apego están ausentes o distorsionan el concepto de amor y cuidado, se desarrolla un sentimiento primario de desconfianza.

¿Ya no puedes confiar en los demás? Al centrarse en las pérdidas

A lo largo de la vida, acumulamos numerosas experiencias gracias a las relaciones que establecemos a lo largo de nuestro camino. Algunos son positivos y otros no. Estos últimos, sin embargo, suelen tener un mayor impacto en nuestro tejido emocional y psicológico: nos quebrantan, nos desaniman, nos decepcionan.

Este sufrimiento es tanto más intenso cuanto más íntimo ha sido el vínculo: una amistad, un amor o un familiar cercano. Descubrir que no somos tan apreciados como imaginamos o que la traición y la mentira son parte de la relación puede cambiarnos. Nos volvemos más suspicaces, resentidos e incluso fríos.

Centrar nuestra atención solo en las personas que nos han hecho daño tiene un precio muy alto. Eso es hacer tuya la peligrosa idea de que no debes confiar en los demás, que lo mejor es protegerte.


¿Qué hacer si ya no confías en los demás?

Cuando la traición se vive en primera persona, no es fácil seguir confiando. Se trata, sin embargo, de una herida que debemos sanar para recuperar algo de la felicidad perdida. Es necesario otorgar nuevas oportunidades a uno mismo ya los demás. Nunca es sano vivir en el resentimiento.

Lógicamente, si ya no confiamos en las personas es por nuestras experiencias, pero no es bueno vivir proyectado al pasado, en lo que está detrás de nosotros. La vida fluye ante nosotros, en el aquí y ahora.

Tener confianza significa darte nuevas oportunidades para ser feliz, y para ello conviene reflexionar sobre los siguientes pasos:

  • Sanar heridas pasadas. Para establecer relaciones de calidad es fundamental sentirse bien con uno mismo, tener una buena autoestima. Una mala relación en el pasado no puede afectar la oportunidad de disfrutar de un vínculo de calidad en el presente.
  • Baja tus expectativas que son demasiado altas. No esperes devoción absoluta ni complicidad perfecta al cabo de unos días. Acepta que todos somos imperfectos.
  • No midas lo que haces esperando exactamente el mismo trato a cambio. Más bien, exige sinceridad y autenticidad.
  • Muévase paso a paso, sondee a las personas que lo rodean, ábrase lentamente y deje que otros se abran a usted. Establece el ritmo que te haga sentir más cómodo en la relación., ya sea una amistad o una relación amorosa. Si el otro es digno de confianza, respetará tu tiempo.

Para concluir

Más allá de lo que uno pueda pensar, hay muchas personas que sienten el dolor de la decepción. Y muchos de ellos han dejado de confiar en los demás. Nadie merece despertarse todos los días con tal peso en el corazón.. Confiar significa vivir, intentémoslo de nuevo.


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